Mensaje del Papa al G-20
Benedicto XVI: "La economía no funciona si no lleva dentro su componente ético"
En un mensaje dirigido a los jefes de Estado y de Gobierno participantes en la Cumbre del G20 que se realiza el 2 y 3 de abril en Londres, el Papa Benedicto XVI recordó que “la salida a la actual crisis global solo se puede lograr juntos, evitando soluciones marcadas por el egoísmo nacionalista y el proteccionismo”. El Pontífice destacó además que la crisis actual se debe principalmente a “un déficit de ética en las estructuras económicas”, subraya que “esta misma crisis enseña que la ética no es ajena a la economía y que ésta no funciona si no lleva dentro su componente ético”.
(ACI/ReL) En la carta, dirigida al Primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, el Santo Padre recuerda que el objetivo de la cumbre es “coordinar con urgencia las medidas necesarias para estabilizar los mercados financieros y permitir a las empresas y a las familias superar este periodo de profunda recesión, así como relanzar un crecimiento sostenible de la economía mundial para reformar y reforzar sustancialmente los sistemas de gobierno global, de modo que esta crisis no se repita en el futuro”. El Papa recuerda su reciente viaje a África, donde ha percibido “la realidad de una pobreza extrema y la marginación, que la crisis corre el riesgo de agravar dramáticamente”. En la carta, el Santo Padre lamenta que en el G20, África subsahariana esté apenas representada “por un solo estado (Sudáfrica) y algún organismo regional”. Esto debe llevar a los participantes “a una profunda reflexión, ya que aquellos cuya voz tiene menos fuerza en la escena política son los que en realidad más sufren los efectos nocivos de una crisis de la que no son responsables”. El Pontífice destaca además que la crisis actual se debe principalmente a “un déficit de ética en las estructuras económicas”, subraya que “esta misma crisis enseña que la ética no es ajena a la economía y que ésta no funciona si no lleva dentro su componente ético”. El Papa subraya además la necesidad de un “valiente y generoso fortalecimiento de la cooperación internacional capaz de promover un verdadero desarrollo humano e integral. La confianza auténtica en el ser humano, sobre todo la confianza en los hombres y en las mujeres más pobres -de África y de otras regiones del mundo afectadas por la pobreza extrema- será la prueba de que realmente se quiere salir de la crisis de una vez para siempre, sin ignorar ninguna región, si se quiere evitar definitivamente que se repitan situaciones como las que estamos viviendo”.
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