El diputado del PSOE cita la Laborem Exercens
De la Rocha recuerda a Juan Pablo II para reivindicar la primacía del trabajo ante la crisis
Manuel de la Rocha, diputado del PSOE, ha defendido en el Encuentromadrid la necesidad de recuperar en esta situación de crisis, la primacía del trabajo y de la economía productiva sobre la economía real. De la Rocha ha intervenido en una mesa redonda titulada “Crisis y esperanza. Principio del fin u oportunidad”, en el ciclo de encuentros que la Compañía de las Obras, de Comunión y Liberación ha organizado en Encuentromadrid. El diputado del PSOE ha defendido “la necesidad de darle de nueva dignidad al trabajo”.
(Cope/ReL) “La crisis -ha añadido el diputado socialista- no sólo ha generado falta de confianza sino inseguridad. Desde los años 70 se ha modificado el paradigma generado tras las II Guerra Mundial por la tradición demócrata-cristiana y la tradición socialdemócrata. Un paradigma que buscaba el pleno empleo y el salario social en forma de pensiones, sanidad y enseñanza”. Pero en los últimos 30 años “la primacía del trabajo se ha sustituido por el máximo valor para los accionistas a corto plazo, y la economía productiva por la economía real”. De la Rocha ha propuesto recuperar el valor del trabajo y de la economía real, apoyándose en diferentes tradiciones. Una de esas tradiciones es la católica. El diputado socialista ha citado las claras afirmaciones que hace Juan Pablo II en la encíclica Laborem Exercens en las que defiende que el trabajo es expresión de la dignidad de la persona. Según De la Rocha hay puntos claros de coincidencia entre lo que se afirma en estos textos y los textos programáticos del próximo congreso de la UGT. El presidente de la Compañía de las Obras, Ettore Pezzuto, que ha sido el moderador, ha asegurado que coincide con De la Rocha en subrayar la primacía del trabajo y de la economía productiva sobre la financiera. En la mesa redonda también ha participado el empresario catalán Germán Fañanas, que ha sostenido que frente a la crisis “hay que partir de la necesidad, para favorecer el reconocimiento entre las personas, para recuperar la confianza. El liberalismo no es capaz de sostener la vida social, no basta el mercado. Lo que sostiene la vida social es el reconocimiento entre las personas. Ese reconocimiento entre las personas pone en el justo valor las cosas”. La tercera interviniente ha sido Cristiana Poggio, empresaria que ha creado en Turín un centro de formación profesional. “El modo para superar la crisis no es hacer razonamientos abstractos –ha afirmado-. Es necesario partir de la persona”.
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