El aborto no es otra cosa que matar a un ser humano
Cardenal Barragán: "La reforma de la ley del aborto en España atenta contra la sociedad"
El Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, Cardenal Javier Lozano Barragán, aseguró que la propuesta de reforma de la ley del aborto en España "atenta contra la misma sociedad" y va "contra el bien común", en una entrevista concedida a Europa Press. La Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados aprobó la semana pasada las conclusiones de la Subcomisión encargada de estudiar la reforma de la ley del aborto. En ellas, se propone el "aborto libre" durante un determinado número de semanas, aún sin determinar y ampliable "en caso de grave malformación del feto o grave peligro para la salud de la madre".
(ACI/ReL) El documento también aboga por la "despenalización del aborto" y pide que se pueda abortar a partir de los 16 años de edad "sin necesidad de consentimiento paterno", así como que se escuche la opinión de las chicas embarazadas a partir de los 12 años. Preguntado al respecto, el Cardenal sostuvo que la Iglesia será siempre contraria a cualquier ley que busque legalizar o despenalizar el aborto porque éste no es otra cosa que "matar a un ser humano", independientemente del momento del embarazo en el que esto se realice. "El Estado tiene la obligación de preservar la vida. Esta visión es la que primaba hace 15 o 20 años, mientras que ahora, los Gobiernos son víctimas de pensamientos ideológicos y de una visión de la libertad mal entendida", que lleva a "elegir lo que nos destruye" y acaba convirtiéndose en "mero libertinaje". Dicho esto, el Purpurado relacionó la tendencia a ampliar todavía más el aborto con la "revolución sexual" y la "trivialización del sexo" que además de separar "la procreación del acto sexual" entiende éste último como "un pasatiempo pasajero, del que es necesario evitar las malas consecuencias". "La sexualidad es la expresión máxima del amor entre dos personas de sexo opuesto y esa expresión máxima significa la donación total y absoluta de una persona a la otra. Una persona con otra para siempre. Y a eso se le llama matrimonio, que a su vez, es el origen de la familia", explicó. "Por eso jugar con la sexualidad es jugar con la fuente de la vida, y por tanto destruir la familia, que es la fuente de la sociedad y, en último término, destruir también la sociedad". En resumen, "una ley como esta atenta contra la misma sociedad", al contrario de lo que debería ser "la primera prioridad de cualquier Gobierno, es decir, construir el bien común". En este caso, en cambio, "se está construyendo el mal común", aseguró el Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud. El Purpurado vaticano dijo al Vaticano "le preocupa que una nación, cualquiera que sea, promueva este tipo de políticas" y en este caso, además, "le preocupa que el mal ejemplo cunda y pueda llevar a tomar providencias análogas en alguno de los 22 países latinoamericanos y del Caribe o Italia", dada su cercanía cultural con España.
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