Pekín considera culto maligno a ese movimiento espiritual
Falun Gong inserta mensajes de propaganda en los billetes chinos
El movimiento espiritual Falun Gong, proscrito en China, ha vuelto a hacerse notar en el país recurriendo al particular método de insertar mensajes en los billetes de cinco o diez yuanes y devolviéndolos después a la circulación, según explicaba la agencia Europa Press hace unos días. Los billetes comenzaron a extenderse durante las vacaciones por el año nuevo lunar, la semana pasada. Los mensajes de Falun Gong, al que Pekín tacha de culto maligno desde hace una década, están escritos en tinta muy fina, por lo que, de no prestar atención, es difícil advertirlos; en ellos se defiende al grupo y se pide que se deje de perseguir a sus miembros.
(Info-RIES/ReL) Vendedores de la provincia de Yunnan (sur) citados por el diario hongkonés South China Morning Post han asegurado que están recibiendo muchos, y no que saben qué hacer con ellos. Ya me han pagado con cuatro de esos billetes esta mañana. No me atrevo a usar el dinero, porque la Policía puede pensar que soy uno de los que los distribuye. Pero he intentado devolverlo a los bancos y los empleados los han rechazado, a pesar de que se trata de dinero auténtico, comenta al periódico un frutero ambulantes de Kunming, capital de Yunnan. El conductor de un autobús, también consultado en la ciudad por el periódico, afirma que ha visto los billetes con los mensajes de Falung Gong en otras ciudades de Yunnan como Dali y Lijiang, pero también en la vecina provincia de Sichuan. También están haciendo DVDs, los meten en carátulas de películas de estreno y los venden a la gente en la calle. El principio de la película suele estar bien, pero al cabo de unos diez minutos comienza la propaganda de Falun Gong, según el conductor. Se trata de la primera campaña masiva organizada por el grupo en mucho tiempo, y después de que no se produjera, o al menos no saltara a las noticias, ninguna actividad de sus miembros durante los Juegos Olímpicos, en los que Pekín extremó las medidas de seguridad. Pekín prohibió definitivamente al grupo, cuyas prácticas mezclan ejercicios de meditación tradicionales con la enseñanza de valores como la verdad y la compasión, después de que millares de seguidores de Falun Gong (que contaba con más miembros que el propio Partido Comunista Chino) rodearan en 1999 la residencia de la cúpula del Partido en protesta por lo que consideraban una campaña de difamación orquestada por el Gobierno. Desde entonces, los miembros del grupo han denunciado que sus seguidores en China han sido perseguidos, torturados e incluso ejecutados en prisión para después vender sus órganos. La agencia Efe afirma que Falun Gong cuenta con medios de comunicación en el extranjero y páginas web donde defiende su causa, lleva a cabo frecuentes protestas contra el régimen comunista en todo el mundo -incluyendo España y Latinoamérica- y en años anteriores logró piratear señales de televisión china para emitir sus mensajes en el país asiático. Organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional aseguran que numerosos miembros de Falun Gong han sido encarcelados en China por sus ideas o llevados a campos de reeducación, y en algunos casos denunciaron torturas en centros de detención.
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