Carta pastoral semanal del arzobispo de Valladolid
Monseñor Braulio Rodríguez: "Hay leyes que no deben aceptarse"
El arzobispo de Valladolid, monseñor Braulio Rodríguez, afirma en su carta pastoral semanal de esta semana que "hay leyes que no deben aceptarse, aunque supongan dolor e incomprensiones". Monseñor Braulio se opone rotundamente a la idea de que "los obispos discrepamos de medidas, pronunciamientos, programas o leyes llevadas y aprobadas por el Parlamento sólo porque nosotros pertenecemos a la Iglesia católica, que no ha evolucionado y no se pone al día" y asegura que las discrepancias con las leyes sobre el aborto o la eutanasia no son de orden político sino antropológico.
(Luis F. Pérez/ReL) El arzobispo de Valladolid dice no creer que "haya partido político alguno que se identifique con el Evangelio" y afirma que la postura de la Iglesia frente a las leyes injustas "no es una lucha política contra el Estado, como no lo fue la de los primeros cristianos contra el Imperio Romano". Don Braulio declara que "ellos, como nosotros, queremos convertir los corazones, no ganar elecciones o tener mayorías", lo cual no significa que los cristianos deban renunciar a actuar en la vida pública, sino por el contrario, han de "participar en ella desde una convicción y una vida acorde al Evangelio, que convenza, que no sea dualista". Monseñor Rodríguez Plaza recuerda que ante "temas concretos, como pueden ser el aborto, la eutanasia o la manipulación de células embrionarias, los católicos se han esforzado por defender el rechazo de esos despropósitos, utilizando los modos democráticos de un Estado de derecho, las manifestaciones y acciones a su alcance", a pesar de lo cual el Gobierno, al conseguir una mayoría parlamentaria, obtiene del Parlamento la aprobación de leyes que despenalizan esas prácticas porque las considera "derechos de la mujer" o "derecho a morir dignamente”. La Iglesia debe seguir "esforzándose, por supuesto, para que se vea lo poco razonables que son esas posibles leyes, sin desaprovechar la ocasión para hacer ver la trampa que esconden". Vivir con convicción, por Monseñor Braulio Rodríguez Plaza
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