Misiva de los obispos católicos al nuevo presidente
"El gran reto de Obama es la defensa de la vida"
Según el «Wall Street Journal», Obama tiene ya una lista de iniciativas abiertas en todos los frentes para ir demoliendo poco a poco alguna de las decisiones del Gobierno Bush. Algunas fuentes aseguran que su equipo ya está pensando en recortar las consignas de abstinencia sexual, aumentar los fondos para la educación sexual que incluyen talleres sobre los métodos para el control de la natalidad, permitir a la sanidad federal pagar abortos o el apoyo a la investigación con embriones. Ante este panorama, los obispos no han dudado en enviar una serie de cartas dirigidas al nuevo presidente Obama, al vicepresidente Biden y al Congreso, que califican como «agenda para el diálogo y la acción».
(Mar Velasco/La Razón) La misiva enviada al presidente Obama lleva la firma del cardenal de Chicago, Francis George, presidente de la Conferencia Episcopal de EE UU. Entre los temas de esta «agenda» están las medidas de recuperación económica, la protección de la vida y la dignidad humana en todas sus etapas, el apoyo al matrimonio entre un hombre y una mujer «para toda la vida» y la oposición radical a las medidas de ampliación del aborto. Sobre educación, los obispos piden que se sigan apoyando iniciativas «que proporcionen recursos a todos los progenitores, especialmente a quienes tienen medios modestos, para poder elegir la educación que mejor responda a las necesidades de sus hijos». Los prelados piden, asimismo, el liderazgo del país en la lucha contra el Sida y otras enfermedades con modos que sean a la vez «efectivos y moralmente adecuados». En el ámbito internacional abogan por «una transición responsable en un Irak libre de persecución religiosa» y urgen a que se realicen esfuerzos para «un final del conflicto violento y una justa paz en Tierra Santa». Los prelados católicos prometen «hacer de este periodo de cambio nacional un tiempo de avance hacia el bien común y defender la vida y la dignidad de todos», aseguran que quieren «ser voz de los pobres y los vulnerables de nuestro país y de todo el mundo» y urgen la reparación de «un sistema de inmigración roto que daña tanto a nuestro país como a los inmigrantes».
Comentarios