"No somos partícipes de la apertura del caso en España"
Los jesuitas no quieren que se juzgue en España a los asesinos de Ellacuría y sus compañeros
Los jesuitas españoles prefieren que el asesinato de seis jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA) y dos mujeres en El Salvador en 1989, que la justicia española ha decidido investigar, se resuelva en el país centroamericano. "Nosotros no somos partícipes de la apertura del caso en España. Nuestra decisión es sólo trabajar el caso con los instrumentos legales y de diálogo de El Salvador", afirmó el Provincial de Castilla de la Orden, Juan Antonio Guerrero, en unas declaraciones colgadas en la web de la Compañía de Jesús.
(AFP/ReL) Guerrero admite, no obstante, que "si los familiares por voluntad propia quieren abrirlo, están en su derecho y en ese caso, si nos piden datos, opiniones técnicas, experiencias habidas, se las brindaremos con gusto. Pero como una colaboración ante gente a la que queremos y respetamos". El Provincial de Castilla, que ha hablado con sus compañeros salvadoreños, considera que aunque saben "que es más difícil hacerlo en El Salvador, también es cierto que los pobres sólo pueden hacerlo allí. Y al menos haciéndolo allí es posible ir abriendo caminos y posibilidades para ellos". "No se trata sólo de abrir un caso, sino el camino para otros posibles, ya que nuestros compañeros jesuitas salvadoreños están trabajando no sólo en este caso de los jesuitas sino en muchos otros", concluyó. La justicia española decidió el martes abrir una investigación contra 14 militares salvadoreños por "asesinatos terroristas" y "delitos contra el derecho de gentes". Eloy Velasco, juez de la Audiencia Nacional, admitió así la querella presentada el 13 de noviembre de 2007 por dos organizaciones de derechos humanos por la muerte de los jesuitas españoles. El 16 de noviembre de 1989, miembros del batallón Atlacatl del ejército salvadoreño asesinaron en San Salvador a los sacerdotes hispano-salvadoreños Ignacio Ellacuría, rector de la Universidad Centroamericana (UCA), y al vicerrector, Ignacio Martín Baró, a otros tres religiosos españoles y uno salvadoreño, y a una trabajadora doméstica y su hija.
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