El alcalde de Zaragoza defiende que no se acepte la campaña de autobuses ateos

(Heraldo/ReL) Belloch, que se define como católico y que se ha opuesto en repetidas ocasiones a retirar los símbolos religiosos de la Casa Consistorial, tachó la campaña de "absolutamente irrelevante". "Es razonable que si tiene una cláusula en la que se puede excluir propaganda de tipo religioso o político, pues que la prohíba". El alcalde concluyó: "Hace muy bien TUZSA negándose a recoger esos anuncios. Yo haría lo mismo si fuera el empresario". La concesionaria de transportes defendió su postura, aunque ha encargado a sus servicios jurídicos que revisen el contrato con la empresa encargada de gestionar la publicidad de los autobuses urbanos (Promedios) y la cláusula en la que queda prohibida "expresamente la publicidad de carácter político, religioso, sexual, violento, de bebidas alcohólicas o de tabaco sin el previo y expreso consentimiento de TUZSA". Fuentes oficiales de la compañía señalaron que pretenden estudiar el caso "con detenimiento y calma" para dar una respuesta a Unión de Ateos y Librepensadores. En este sentido, señalaron que ningún responsable se ha dirigido a TUZSA para debatir sobre si la campaña es religiosa o filosófica, como defiende su presidente. Y en esta cuestión no entra públicamente la concesionaria. El presidente de la Unión de Ateos y Librepensadores, Albert Riba, afirmó que las justificaciones dadas para impedir la campaña en Zaragoza "huelen a rancio". Riba recordó que la concesionaria del transporte de Madrid acaba de aceptar la campaña, que previsiblemente empezará el 26 de enero. "El señor Gallardón es más moderno y está más por la libertad de expresión", declaró. Indicó que su organización ha enviado una carta a TUZSA exponiendo las razones por las que no se puede oponer a los anuncios. Confió en que se pueda alcanzar un acuerdo y que no haya que acudir a los tribunales.