Participan 30 cardenales y más 200 obispos
Más de un millón de fieles acude en México a la Jornada de las Familias
Fue en julio de 2006, al término de la Jornada Mundial de las Familias celebrada en Valencia, cuando Benedicto XVI anunció la próxima sede del evento: la Ciudad de México. Y hoy comienza en la capital del país azteca el VI Encuentro Mundial de las Familias, al que se espera que acudan más de un millón de personas procedentes de 98 países, según confirmó el Vaticano el pasado fin de semana. Alrededor de 30 cardenales -el 25 por ciento del colegio cardenalicio- y cerca de 200 obispos acompañarán al cardenal Tarcisio Bertone, secretario de estado vaticano, que presidirá las principales celebraciones.
(Álex Navajas/La Razón) El principal ausente será el propio Benedicto XVI, quien tuvo que renunciar al viaje por motivos de salud. El Santo Padre se hará presente, sin embargo, a través de dos videomensajes: el primero en el gran encuentro de familias del próximo sábado por la tarde y un segundo mensaje que se emitirá el domingo por la mañana, durante la eucaristía multitudinaria que cerrará el evento. Representación española La delegación española estará encabezada por el obispo de Cartagena-Murcia y presidente de la subcomisión episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, monseñor Juan Antonio Reig, a quien acompañarán el arzobispo de Burgos, monseñor Francisco Gil; el obispo de Málaga, monseñor Jesús Catalá, y el obispo auxiliar de Valencia, monseñor Esteban Escudero. El cardenal Agustín García-Gasco, que fue el encargado del anterior encuentro de Valencia, encabezará la delegación de esa diócesis, según Zenit. El Vaticano ha indicado que los fieles que acudan a la Jornada podrán recibir la indulgencia plenaria «que debe alcanzarse con las condiciones acostumbradas: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice». Pero los que no puedan acudir también podrán ganar la indulgencia «con las mismas condiciones, si, unidos en espíritu a los fieles presentes en México, recitan en familia el Padrenuestro, el Credo y otras oraciones para invocar a la Divina Misericordia».
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