Decisión de Benedicto XVI
El Vaticano dejará de aplicar las leyes italianas con la llegada del nuevo año
El estado de el Vaticano se aleja un poco más de Italia con el anuncio de que a partir de mañana, 1 de enero de 2009, no se aplicará de manera automática el ordenamiento jurídico italiano como se hacía desde 1929, al considerar que las leyes de este país contrastan "con demasiada frecuencia" con los "principios irrenunciables de parte de la Iglesia". En un artículo publicado en el diario vaticano LOsservatore Romano, el presidente de la Corte de Apelación del Estado de Ciudad del Vaticano, el español José María Serrano Ruiz, explicó este cambio.
(Efe) La nueva normativa pone fin a la ley de 1929 por la cual el ordenamiento jurídico del Estado pontificio acogía automáticamente las leyes italianas. Tras la firma de los pactos de Letrán o pactos lateranenses del 11 de febrero de 1929, que supusieron el reconocimiento mutuo del entonces Reino de Italia y la Santa Sede, el Vaticano adoptó el ordenamiento jurídico italiano. Hasta ahora, el rechazo a adoptar una ley del Estado italiano era excepcional y motivada por una "radical incompatibilidad". Según Serrano Ruiz, la nueva norma del Vaticano, que fue aprobada en octubre por el papa Benedicto XVI, ha sido necesaria debido al "numero exorbitante" de las leyes italianas, así como su carácter "variable" y presentan además "con demasiada frecuencia" contrastes con la política de la Iglesia. De esta manera, con la entrada del nuevo año, la ley italiana será considerada "fuente supletoria" a un ordenamiento jurídico vaticano que estará inspirado en el derecho canónico. Para los analistas vaticanos, esta decisión del Estado pontificio responde así ante normas como la legalización del divorcio, pero también ante futuras leyes sobre la familia o que puedan reconocer las parejas homosexuales. "En el Vaticano saben que una legislación europea podría antes o después llevar a Italia el reconocimiento de las parejas de homosexuales (...). Por ello, al actual filtro se ha querido añadir un freno oficial", explica Marco Politi en un artículo que publica este miércoles La Repubblica.
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