La Iglesia en China, perseguida, pobre y llena de vida

(Manuel María Bru/AIN) Situación política de China: La estructura de poder en la República Popular China se apoya en tres pilares fundamentales: el Partido, y, subordinados a éste, el Ejército y el Estado. La jefatura del Estado corresponde al presidente de la República Popular China, mientras que el líder del Partido es su secretario general y el líder del Ejército Popular de Liberación es el Presidente de la Comisión Militar Central. En la actualidad, estos tres cargos están ocupados por un mismo hombre, Hu Jintao, tal como ocurrió con su antecesor Jiang Zemin. Situación territorial de China: La división administrativa más común es la provincia. Las cinco regiones autónomas están asociadas con las cinco minorías étnicas más significativas del país: tibetanos, uigures, mongoles, hui y zhuang. Las áreas metropolitanas de las ciudades de Pekín, Tianjin, Shanghai y Chongqing tienen un rango similar al provincial, constituyendo las llamadas municipalidades bajo administración directa del Gobierno central. Las antiguas colonias europeas de Hong Kong y Macao mantienen una gran autonomía como regiones administrativas especiales, conservando su propio sistema económico y judicial, además de muchas características propias de estados independientes, como su propia moneda, dominio de Internet, prefijo telefónico, bandera, etc. Depende de quienes sean los responsables de la administración política del Estado en cada una de estas regiones, de que los católicos sean más o menos tolerados, se vean o no obligados a formar parte de la Iglesia clandestina si quieren estar unidos a la Católica, o sean más o menos obligados a formar parte de la Iglesia sujeta de pies y manos por la Asociación Patriotica. Retos para la Iglesia Católica La Iglesia católica de China es muy pobre. En ocasiones, el nivel de vida de los sacerdotes y religiosas está por debajo de la gente con la que convive. Pero no sólo es una Iglesia pobre, sino que, además, está muy aislada de la Iglesia Universal. Por este motivo, es vital la formación de religiosos, religiosas y el laicado. Una de las realidades a las que se tiene que hacer frente es la puesta en marcha de programas de evangelización innovadores que sirvan tanto a los conversos como a los jóvenes para acercarse a Dios. Según un misionero en este país, más allá de los Juegos Olímpicos, tiene que haber un “verdadero interés por el entendimiento del país”, pero para ello “no podemos imponer nuestro modo de pensar, sino que hay que intentar entenderles”. Campaña “Con los Católicos olvidados de China” Los proyectos de la campaña “Solidaridad con los católicos olvidados de China” se dirige a cuatro áreas principales: formación del clero, las religiosas y el laicado; su sostenimiento a través del envío de estipendios de misa; locomoción y construcción de iglesias o centros diocesano: Construcción de Iglesias 138.500 Manutención de Iglesia 1.700 Becas de estudio para seminaristas, sacerdotes y religiosas 500.000 Formación seminaristas y religiosas 72.860 Manutención de seminaristas y religiosas 16.400 Construcción residencia religiosas mayores 15.000 Medios de locomoción 6.500 Material catequético 5.500