Chircop, católico carismático, es evangelizador a tiempo completo
Noel Chircop: "Los jóvenes han de ser evangelizados por jóvenes"
(P. J. Ginés/La Razón/ReL)
Noel Chircop tiene 48 años, se casó en 1996 y tiene un hijo de 18 años. Es evangelizador a tiempo completo desde 1992 en el Instituto Católico para la Evangelización (ICPE), una asociación privada de fieles de derecho pontificio, de espiritualidad carismática, que nació en Malta y ahora tiene sedes en Italia, Alemania, Polonia, Ghana, India, Indonesia, Nueva Zelanda y Filipinas.
Es su principal responsable para Malta y también el encargado de entrenar evangelizadores jóvenes en Europa. Con ese fin le invita cada año la Renovación Carismática Católica española.
El pasado fin de semana, Noel predicó en el encuentro de 400 jóvenes carismáticos en el Colegio Alfonso XII en el Monasterio del Escorial
- ¿Usted siempre ha sido creyente?
- No siempre. En 1980 yo tenía 20 años y estudiaba teatro, en Malta. Mi padre había muerto poco antes y yo estaba enfadado con mi madre, teníamos una fuerte crisis familiar. Yo dudaba de la existencia de Dios. Pero por una serie de acontecimientos en mi vida ese año fui viendo que Dios existía y que Él se tomaba mi vida muy en serio, así que decidí tomarme yo en serio a Dios.
-¿Desde cuando se dedica usted a la evangelización a tiempo completo?
- Entré en la Escuela de Evangelización del ICPE en Malta 1992, y desde entonces me he dedicado evangelizar y a formar evangelizadores en Malta, Chequia, Lituania, Bielorrusia, Eslovaquia, Lituania y muchos países más. Viajo mucho a Europa del Este. Desde 1998 vengo a España dos o tres veces al año para formar líderes jóvenes o predicar en encuentros de familias.
- ¿Cómo evangelizar a los jóvenes?
- Los jóvenes han de ser evangelizados por jóvenes. La Iglesia ha de invertir en los que aún van a misa, entrenarlos y convertirlos en evangelizadores de los de su edad. Sin ellos, no llegaremos a los demás. Si en España hay un 17% de adolescentes que aún van a misa, probablemente la mitad de ellos no están comprometidos con Dios ni la Iglesia. Necesitamos a todos los de ese 17% para convertirlos en evangelizadores del otro 83% de su edad.
» Eso es una tarea enorme. La Iglesia no transmitirá la fe a ese 83% si no es a través de ese 17%. Por supuesto, hay que formarlos y entrenarlos, pero la mejor evangelización siempre será el ejemplo de vida.
- ¿Y hablarles de sexo?
- Claro. De forma honesta, directa y clara. Y creo que hace años que la Iglesia ya lo está haciendo. La Iglesia hace mucho que no se mueve en tabús, y su gente lo sabe. La Iglesia no impone nada, pero sabe que es guardiana del designio de Dios sobre el sexo y la familia y debe hablar claro.
- Evangelizar, ¿cosa de curas o de laicos?
- Los laicos somos el 99,9% de la Iglesia. Yo enfatizo la importancia de los laicos para evangelizar, y la Iglesia también lo hace. ¡Los laicos son el 99,9% de la Iglesia! La Iglesia existe para evangelizar, y evangeliza para existir. Debemos evangelizar allí donde no llega el clero, en el trabajo y en la familia, dando ejemplo a los hijos.
» Perder los valores cristianos en la familia es perder la fe; la familia es donde la mayoría hacemos nuestra opción cristiana. Pero los laicos también tenemos que evangelizar proclamando directamente el evangelio, el «kerygma» o anuncio de Jesús, del Dios que salva. Y hemos de saber usar los medios de comunicación.
- En sus viajes por Europa ¿encuentra hostilidad contra la fe?
-En Europa hay dos formas de persecución. En Bielorrusia, que todavía es una dictadura comunista, no puedes salir a la calle con los jóvenes a repartir folletos sobre Dios ni a cantar canciones cristianas, por ejemplo. Pero en Europa Occidental, en cambio, está la mentalidad postmoderna, una corriente muy fuerte, hostil con los que creen. A los chavales de Bielorrusia les hablo de esta persecución postmoderna de Occidente, así saben que no están solos.