En una carta pastoral a sus fieles
El cardenal Sistach apoya decididamente la donación de órganos
"Donación de órganos, donación de vida" es el título de la carta pastoral que Monseñor Martínez Sistach, cardenal arzobispo de Barcelona, ha dirigido a sus fieles y la sociedad entera. Pide que se creen las condiciones apropiadas para que se cree una mentalidad favorable que ayude a aumenar el número de trasplantes, aunque rechaza que se haga una presión indebida sobre las conciencias.
El Cardenal Arzobispo de Barcelona, Monseñor Lluís Martínez Sistach, ha animado a los fieles católicos a tomar la difícil decisión de donar los órganos de sus familiares fallecidos. El cardenal recuerda en su carta "Donación de órganos, donación de vida" que la doctrina católica enseña que "el trasplante de un órgano, dado y extraído del cuerpo de una persona clínicamente muerta -hecha en unas condiciones que respeten tanto la dignidad del donante difunto como la del beneficiario- es actualmente un medio al que se puede recurrir para salvar la vida de ciertos enfermos o para poner remedios a carencias físicas muy penosas, como las repetidas sesiones de diálisis". Sistach recuerda en su carta a las enfermos, y sus familias, que esperan un trasplante que puede salvarles la vida "con una presión psicológica bien explicable". Pero el cardenal también advierte que la decisión de acceder a la donación de órganos se toma igualmente en unas circunstancias especialmente difíciles para los familiares del donante. Es por ello que el cardenal afirma que "parece necesario que la sociedad promueva una reflexión sobre este gesto a fin de ir creando una mentalidad favorable, lo que ayudaría a hacer más asumible la decisión de favorecer las donaciones de órganos", aunque siempre salvaguardando la libertad de conciencia de los donantes y sus familiares, de quienes pide que no sean sometidos a una presión indebida. Don Lluís se hace eco de las palabras que Juan Pablo II dirigió al XVIII Congreso Médico Internacional sobre Trasplantes, celebrado en Roma en agosto del año 2000: "Es necesario promover todo aquello que nos lleve a un reconocimiento auténtico y profundo de la necesidad del amor fraternal. Y este amor puede encontrar una de sus expresiones en la decisión de convertirse en donante de órganos".
Comentarios