Vuelve la guerra al Congo
Desesperado SOS de un misionero a través de YouTube
Portando una niña en brazos y con seis o siete pequeños más rodeándole, el salesiano español Mario Pérez ha colgado un vídeo de un minuto de duración en el portal YouTube para lanzar un mensaje de socorro al mundo. El misionero recibe a 800 niños refugiados a diario en el Congo. Es uno de los conflictos olvidados, pero cientos de misioneros se juegan la vida en el país africano. “Doy las gracias por la ayuda que nos habéis hecho llegar -afirma el salesiano en italiano- y vuelvo a haceros un llamamiento por las dificultades que estamos atravesando”. “La guerra ha comenzado de nuevo, y los niños son, como de costumbre, los más vulnerables”, añade con preocupación.
(Alex Navajas/La Razón) No es para menos. Al centro Don Bosco de Ngangi que él dirige, en la frontera del Congo con Ruanda, llegan cada día 800 niños que huyen de la guerra que asola la región de Kivu. Y ya se hacinan más de 3.000 menores entre los muros del hogar salesiano. “Nos piden comida y ayuda para estudiar”, puntualiza el misionero español, que contempla con impotencia cómo sus recursos se agotan. En una situación parecida se encuentra el jesuita español Juan José Aguado, SJ. En agosto llegó a Goma, en la República Democrática del Congo, para engrosar la comunidad allí establecida del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR, por sus siglas en inglés). A finales de octubre tuvo que huir de Goma y desplazarse a Gisenyi, en Ruanda. “No puedo ocultar que anoche me sentaba en un escalón del patio de la parroquia de Gisenyi y lloraba por dentro viendo al fondo los destellos de cañones y escuchando las ráfagas de balas. Me sentí como nunca, deshecho y desamparado, como un `shitting´ (“chabola”) de uno de los campos de refugiados...”, asegura. Las dos piernas El único consuelo del jesuita fue que María Presentación López Vivar, la religiosa española que la pasada semana perdió las dos piernas al estallarle una bomba en el Congo, se encontraba a salvo. “Gracias al fantástico invento del móvil, pudimos ayudar a evacuar a la hermana María, contactar con el hospital, con el puesto-base de los Cascos Azules y, una vez allí, con los helicópteros que fueron a evacuarla”. 250.000 desplazados Cáritas Española ha denunciado que ya ascienden a 250.000 las personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares a causa de la guerra entre el ejército congoleño y las milicias rebeldes. La asociación de la Iglesia ha destinado una primera partida de 50.000 euros para el reparto de agua y alimentos a los refugiados. A pesar de los acuerdos de paz firmados hace dos años, la zona de Kivu, en la República Democrática del Congo, está de nuevo ocupada por miles de soldados, guerrilleros y tropas irregulares que se enfrentan y luchan por conseguir la explotación del inmenso patrimonio de recursos minerales de la región, uno de los más importantes del mundo. Los últimos combates, registrados a finales de la pasada semana, han tenido como escenario la ciudad de Dungu, donde las milicias ugandesas han llevado a cabo numerosos actos de pillaje y de secuestro de jóvenes como futuros combatientes.
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