Pastoreará una diócesis de muy baja práctica religiosa
Monseñor Francesc Pardo, ordenado como obispo de Gerona
Ayer fue ordenado como obispo de Gerona monseñor Francesc Pardo, en una misa presidida por el nuncio papal, Manuel Monteiro de Castro, con el cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, el cardenal emérito Ricard Maria Carles, los abades de Montserrat y Poblet, otros nueve obispos de Cataluña y diez prelados del resto de España. Hasta el momento, Francesc Pardo, de 62 años, era vicario general en la diócesis de Terrassa. Hereda una de las diócesis de mayor renta por cápita de toda España, y con los menores índices de creencia y de práctica religiosa.
(Agencias) Para pastorear a unos 650.000 católicos cuenta con 220 sacerdotes, 18 comunidades religiosas masculinas y 81 comunidades femeninas. Varias de ellas nacieron en Gerona en el s.XIX fruto de fundadores como Santa Paula Montal, Maria Gay Tibau, Francesc Butiñà y Joaquim Baylina. Dios no envió a su hijo al mundo para condenarlo, sino para salvarlo por medio de él, dijo el nuevo obispo en una entrevista de La Vanguardia recogida por Europa Press, recalcando que si Dios entregó a su único hijo fue para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Pardo recordó la figura del obispo Joan Carrera, fallecido hace dos semanas, y explicó que Carrera defendió que el problema no es aplicar el concilio Vaticano II, sino que se hayan hecho aplicaciones que no proceden del concilio y que precisan de alguna corrección, un hecho que hizo también reflexionar al propio Pardo. Varias sensibilidades Pardo, de 62 años de edad y 35 años de sacerdocio, evidenció que a pesar de que en la Iglesia hay una sola fe, a la vez hay diversas sensibilidades, configuradas por la historia de cada persona, su cultura, sus experiencias religiosas y humanas o los fracasos personales. Ser obispo es más complejo que difícil, porque la realidad eclesial es compleja y las personas que formamos la Iglesia vivimos una cierta complejidad, tanto en su vertiente interna como externa, dijo Pardo, que substituirá en el cargo a Carles Soler, que ejerció durante los últimos siete años en la diócesis de Girona. Nombramiento con personalidades El nuncio del Vaticano en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro, ofició ayer por la tarde la misa en la Catedral de Gerona en la que se ordenó a Pardo, que estuvo acompañado por el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, el cardenal Ricard María Carles, el abad de Montserrat, Josep María Soler, y el de Poblet, Josep Alegre, además de los nueve obispos del resto de diócesis de Cataluña y otros diez del conjunto de España. Diversos miembros del mundo político, económico y social de la provincia de Gerona y el conjunto de Cataluña asistieron a la misa de ordenación de Pardo. Entre ellos, el vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Josep Lluís Carod-Rovira, el ex presidente de la Generalitat Pascual Maragall, el conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, el subdelegado del Gobierno en Gerona, Francesc Francisco Busquets, y el presidente de la Diputación de Gerona, Enric Vilert. Benedicto XVI anunció el pasado mes de agosto el nombramiento de Pardo, con el que se ponía fin a algunas de las hipótesis sobre el sucesor de Soler en el cargo. Hasta el momento se habían barajado distintas posibilidades, que pasaban por el obispo de Ibiza, Juan Vicente Segura, o el vicario de La Seu dUrgell, Joan Pujol Balcells.
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