Los Jóvenes Pro-Vida de Valencia boicotearán al barco abortista
Abordaje pacífico al barco de la muerte
El eterno debate legal y moral sobre el aborto sale de nuevo a escena con la llegada a Valencia de la ONG holandesa ‘Mujeres sobre las olas’ y su barco abortista. Llegan a orillas de la capital del Turia para ‘ayudar a las mujeres’ que deseen interrumpir voluntariamente su embarazo y para concienciar a la sociedad de una práctica que pueden llevar a cabo libremente en aguas internacionales haciendo valer la bandera de un país teóricamente ‘vanguardista’. Pero esta voluntad se torna “hipocresía” en el momento en que pretenden atracar en un país donde se pueden realizar estas prácticas y “no en países africanos sin medios” para garantizar la integridad de las mujeres, considera Juan Rivera, secretario del colectivo Jóvenes Provida, organizador de una especie de boicot que tendrá lugar este jueves en las cercanías de la costa de Valencia.
(Ivan Pérez/El Mundo) En el lado opuesto, la Xarxa Feminista del Pais Valencià se ha encargado de coordinar la fiesta-mitin que tendrá lugar este jueves a las 18.30 horas frente al edificio Veles e Vents del puerto de Valencia, con discursos, performance y actuaciones musicales en defensa del aborto como un derecho de la mujer. La “fiesta de la muerte”, como la califican desde Provida, sigue en pie, pero tendrá que celebrarse sin barco, ya que las autoridades políticas valencianas han mostrado su rechazo al proceder del barco abortista en el puerto de la ciudad. Hasta el navío tiene previsto desplazarse este jueves una comitiva de Jóvenes Provida, con la intención de entablar un diálogo pacífico con la tripulación de la embarcación holandesa e intentar disuadir a las tres mujeres. Para ello, les acompañará una traductora de inglés para mediar con los abortistas y ofrecerán a las implicadas ayuda económica para cubrir los gastos que puedan generarles sus hijos durante el primer año de vida. Juan Rivera insiste en que se trata de una “acción pacífica”, aunque su colectivo no permitirá que se presente la visita como una “ayuda a la mujer” cuando en realidad es una “provocación”, un intento “oportunista” de que la gente vea el aborto como algo normal en un clima político en que el Gobierno del país ha dejado la puerta abierta a una reforma para ampliar los supuestos de esta práctica. Desde la ONG holandesa y los colectivos feministas pretenden que las personas “se dejen llevar por las pasiones”, apunta Rivera, quien añade que “te dicen que el feto no es más que un tejido, sin pensar en las consecuencias físicas y sobre todo psicológicas para las mujeres”. El plan de Provida está trazado. Han recibido “infinidad de llamadas y correos electrónicos” durante estos días de ciudadanos que muestran su rechazo al barco abortista, y también de más de medio centenar de particulares dispuestos a prestarles sus barcos para hacerse a la mar en busca del adversario. Pero “no es un asalto”, recuerda el secretario de Provida. Un grupo de militantes escenificará la protesta en el entorno del Veles e Vents, y dos embarcaciones –la autoridad portuario no ha permitido que sean más- zarparán en busca del barco holandés. Ojo con los incidentes. Pese a las intenciones pacíficas de unos y otros, Rivera no olvida lo acontecido en la manifestación del Día de la Mujer Trabajadora, cuando “de no ser por la policía me hinchan a palos”. “Estas personas buscan un mundo más cómodo; la felicidad sin pensar en las consecuencias de sus actos, pero son conscientes de que lo que hacen es antinatural, y por eso reaccionan con violencia”, sentencia Juan Rivera. A la protesta “pacífica” del colectivo Provida se sumarán los integrantes de la web ‘Hazte oír’ y la plataforma ‘Derecho a vivir’, así como diversos políticos, a título personal, que son “partidarios de la vida”. Con todo, Juan Rivera tiene claro que salvar a los tres fetos –de siete semanas de gestación según los proabortistas y hasta de “siete meses” según los jóvenes Provida- es “una utopía”.
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