TIMOTHY DOLAN SE OFRECE COMO MEDIADOR
El arzobispo de Nueva York interviene en la polémica de la mezquita y aboga por cambiar su ubicación
Juan Pablo II ordenó la retirada de las carmelitas de un convento en el campo de concentración de Auschwitz ante las protestas de líderes judíos.
En una visita a un centro de jóvenes sin hogar de la isla, y según recoge hoy la prensa local, la cara más visible de los católicos en EE.UU., el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, expresó el miércoles su deseo de que se alcance un acuerdo cuanto antes entre quienes defienden que el proyecto es un ejemplo de tolerancia y quienes ven en él una afrenta hacia las víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Recordó que el Papa Juan Pablo II ordenó en 1993 la retirada de las monjas carmelitas de un convento situado en el campo de concentración de Auschwitz ante las protestas de líderes judíos.
"Él fue quien dijo ´Mantengamos la idea, cambiemos la dirección´. Allí funcionó; aquí podría funcionar", apuntó el arzobispo para sugerir que los responsables de la mezquita que se quiere habilitar en un nuevo centro islámico de 17 plantas acepten hacerlo en otro lugar que no sea a dos manzanas de la "zona cero".
En una entrevista con la emisora de radio WCBS, el máximo responsable de la Iglesia Católica en Nueva York reiteró su defensa de los derechos de los musulmanes, pero indicó que los impulsores del proyecto deberían escuchar a quienes lo consideran una afrenta a la memoria de las víctimas de los ataques del 11-S, de los que en menos de un mes se cumplirán nueve años.
"Creo que quienes se preguntan acerca de lo acertado de la localización de la mezquita, cerca de un sitio tan herido, se plantean cuestiones legítimas que en mi opinión merecen ser atendidas", explicó durante su intervención radiofónica.
Con estos comentarios, el arzobispo se convierte en la figura religiosa más destacada de Nueva York en pronunciarse sobre una cuestión que incluso ha salpicado al presidente de EE.UU., Barack Obama, quien se pronunció a favor de que se respetara el proyecto tal y como está planteado.
El miércoles, el presidente Barack Obama afirmó en Ohio que no se arrepentía de haber declarado su apoyo al derecho de todos los estadounidenses de practicar su religión y, en el caso de los musulmanes, su derecho a construir una mezquita en el Bajo Manhattan "de acuerdo con las leyes y ordenanzas locales".
Quienes apoyan el plan aseguran que eso envía un mensaje de la tolerancia cultural y religiosa en EE.UU. -donde viven cerca de 2,5 millones de musulmanes-, mientras sus detractores insisten en que éste demuestra una "insensibilidad" con los familiares de las víctimas del 11-S.
Las observaciones del arzobispo sobre la conveniencia de cambiar de lugar la proyectada mezquita llegan después de que en julio, y tras una fuerte polémica a nivel local, la Iglesia Católica neoyorquina se negara a vender el terreno donde se encontraba un antiguo convento en el barrio de Staten Island para que lo comprara un grupo musulmán que pretendía levantar allí una mezquita.
El gobernador de Nueva York, David Paterson, comparte también la opinión de que sería conveniente edificar el inmueble en un lugar no tan cercano al antiguo World Trade Center donde se levantaban las Torres Gemelas, y tiene previsto reunirse en los próximos días con los responsables del proyecto, llamado Park51, para hablar sobre esa opción.
"Tengo la opinión de que si quizás hablamos de una posible manera de hacer que esto funcione para las dos partes, éste sería un gran día para el país", dijo Paterson el miércoles por la noche en el programa Larry King Live, en el que midió con cautela sus palabras y habló del "noble gesto" que sería aceptar un cambio de ubicación.
Respecto a la opinión del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que desde el primer momento expresó su apoyo al proyecto, el arzobispo valoró su enérgica defensa de las libertades religiosas.
Líderes de la comunidad musulmana, que en Nueva York ronda las 700.000 personas, señalan que ya existen al menos otras dos mezquitas en ese mismo barrio