POLÉMICA POR EL CIERRE DE LA MEZQUITA
El alcalde de Lleida acusa al imán de la calle Nord de «fundamentalista» y alterar la convivencia
«Debemos combatir sus mensajes de intolerancia, aquí está el problema», ha remarcado Ros, señalando que los discursos del imán atentan contra valores básicos de la sociedad catalana.
El alcalde de Lleida, Àngel Ros (PSC), ha afirmado ayer que la reapertura de la mezquita de la calle Nord cerrada por exceso de aforo no es la solución definitiva, y ha considerado que ésta pasa por construir un centro de culto mayor.
En declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Europa Press, Ros ha recordado que el oratorio llegó a albergar a 1.200 personas cuando el aforo máximo es de 240, y ha remarcado que si renuncian al solar que el Ayuntamiento acordó cederles en el polígono Segre para construir una mezquita "deberán buscar otro lugar" que cumpla con la Ley de centros de culto y con la normativa urbanística de la ciudad.
«Les hemos dado facilidades de todo tipo», ha subrayado el alcalde, quien ha alertado que el imán de la mezquita del Nord, Abdelwahab Houzi, ha iniciado los problemas de convivencia con los musulmanes en Lleida por sus «toques fundamentalistas».
«Debemos combatir sus mensajes de intolerancia, aquí está el problema», ha remarcado Ros, señalando que los discursos del imán atentan contra valores básicos de la sociedad catalana como la igualdad de las mujeres y la tolerancia religiosa. «Todo el que venga debe asumir estos valores», ha reiterado.
Sobre la regulación de los velos integrales --´burka´ y ´niqab´--, ha admitido que puede haber tensado la relación con parte de la comunidad musulmanas, pero ha defendido que «deben darse mensajes muy claros», en referencia a los derechos y obligaciones en Catalunya.