Las incertidumbres de un exorcista novato: mosén Josep Puig las cuenta en Catalunya Radio
El párroco de Rosas, Josep Puig i Bofill, de 60 años, será, a partir de mediados de septiembre, el primer exorcista oficial de la diócesis de Gerona, una de las zonas más descristianizadas de España (es, por ejemplo, la que tiene menor porcentaje de bodas por la iglesia).
Josep Puig acepta el cargo porque se lo pide el obispo, Francesc Pardo. El Papa Francisco ha hablado mucho del demonio en su pontificado y pide a las diócesis tener exorcista oficial. Mosén Puig admite que no sabe casi nada del asunto: es un exorcista completamente novato. Y así lo explica en TV3 (aquí en catalán).
"No sé muy bien lo que he de hacer"
"No sé muy bien lo que he de hacer [como exorcista] pero sí que sé que hay ese ministerio de exorcista en la Iglesia, que significa básicamente escuchar a las personas que se encuentran en situaciones difíciles, que a veces pueden atribuirlo a una posesión o una situación... no sé. Es difícil aclarar si realmente es una posesión o son enfermedades, que supongo que es la mayoría de las veces".
"Espera tener poco trabajo... como le deseamos", comenta la narradora de TV3.
Él añade: "Espero hacerlo tan bien como pueda, sin meterme en terrenos que no me correspondan. Básicamente voy a rezar y escuchar. En cosas que ves claramente -si se ve claramente- que son psicológicas o psiquiátricas, que vayan primero a los profesionales que entienden de estas cuestiones. Descartado eso, si no se ve más explicación, pues, mira, pediremos a Dios que te ayude a salir".
En CatalunyaRadio (aquí en catalán) da más datos de lo que piensa que le tocará hacer y de sus incertidumbres.
"Hay gente que necesita liberarse de opresiones... pero ¿son del demonio, o son otras causas? Hay que averiguar esas causas. ¿Es el Maligno? Hay demonios, supongo. Ahora bien, ¿qué hacen? No sé. Eso sí, el Mal existe. ¿Rezar para que el mal desaparezca, hacer lo posible para que desaparezca? Bien, eso se puede hacer".
Tiene claro que tendrá que rezar para liberar a quien le pida ayuda "del mal que sufre, sea el diablo o sea otra cosa".
Dice que él nunca ha encontrado todavía a nadie poseído. "Dicen que es muy difícil distinguir si alguien lo es o no", comenta. "No tengo una especial formación para esto, creo que me costará mucho distinguir, si se puede, entre enfermedades psicológicas y verdaderas posesiones".
Los exorcistas sin mandato y el ritual de la Iglesia
"Se ve que a veces hay gente que se atribuye esa misión de exorcista sin tener el encargo [del obispo] y a veces en vez de ayudar hace daño, y se trata de evitar eso, también".
Explica que hay "un formulario litúrgico para hacer esas oraciones: orar, escuchar... no hacer cosas especialmente llamativas [cridaneras, en catalán]. Si se ha de conminar al Maligno para que se vaya, pues se habrá de hacer. Ya me pasarán el formulario para hacer eso".
En realidad, el ritual del exorcismo se distingue de una oración de liberación en que se trata de una oración oficial de la Iglesia, reservada al obispo o los exorcistas que designe, que incluye mandatos directos ordenando al demonio que se vaya y deje de actuar, mientras que en la oración de liberación cualquier fiel puede dirigirse a Dios pidiendo que libere a la víctima. Hay un debate reciente sobre la capacidad de los laicos (o cualquier bautizado) para dirigir órdenes al demonio que no sean un exorcismo litúrgico (léalo aquí).
"Sensatez, ser ponderado..."
Al final, el exorcista novato explica cuál es su gran fortaleza para este ministerio. "Sólo piden un poco de sensatez [seny, en catalán], ser ponderado, no extralimitarse en las cosas, y por eso supongo que el obispo me lo ha encargado", explica. Fue ordenado sacerdote en 1984 y lleva dos años como párroco de Rosas, una de las poblaciones más antiguas de España, el lugar por donde los romanos iniciaron la conquista de la Península Ibérica.
Cada año se celebra en Roma, en el Ateneo Regina Apostolorum, un curso de formación para exorcistas novatos, que incluye formación también sobre drogas, adicciones y sectas, además de reflexiones pastorales sobre la atención a todos los oprimidos por el maligno y datos sobre el ministerio exorcístico. Probablemente mosén Puig pase por allí el próximo curso.
Otra opción, para aprender sobre el tema, es repasar en ReL nuestra sección Exorcismos.
También puede comprar AQUÍ el libro Así se vence al demonio, de José María Zavala