Es el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe
El Cardenal Levada muestra su pesar por la nueva ley del aborto
En un encuentro con periodistas en el marco de su visita a Santiago de Compostela con motivo de las IX Jornadas de Teología, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal William Levada reconoció en un español casi perfecto estar enterado sobre la nueva Ley del Aborto en España. "He leído en la prensa sobre el tema", afirmó, "pero el comentario autorizado les corresponde a los obispos españoles hacerlo, no a mí", aunque aseguró que "le entristece" el anuncio de la nueva Ley "porque la dignidad de la persona empieza en la concepción". Opinó que el asunto "no es meramente político, sino una cuestión religiosa y culturaol" por lo que "merece un diálogo cordial y profundo" ya que "toca las raíces del género humano".
(Agencias) Tras el anuncio del Gobierno de que prepara una nueva ley del aborto que sustituya a la actual, y siga los pasos de la mayoría de los países de la UE, la decisión sigue levantando polémica en todos los ámbitos. Ayer le tocó el turno a la Iglesia de pronunciarse. El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal californiano William Levada, aseguró en Galicia que le «entristece» el anuncio de la nueva normativa española. En el marco de su visita a Santiago de Compostela con motivo de las Novenas Jornadas de Teología sobre la Palabra, Levada manifestó la necesidad de emprender un diálogo cordial y profundo sobre el asunto, atendiendo a la Historia y a la fe religiosa de las partes implicadas. «El comentario autorizado les corresponde a los obispos españoles hacerlo», afirmó. «Pero he de decir que el proyecto me apena porque la dignidad de la persona empieza en la concepción», lamentó. Además, «esto no es algo meramente político, sino una cuestión religiosa y cultural que toca las raíces del género humano», sentenció el cardenal. En su intervención, el eclesiástico hizo una llamada al diálogo para resolver las dificultades de entendimiento que tiene la Iglesia con algunos sectores dominantes en la sociedad actual. Sin embargo, no se sintió capacitado para opinar sobre el complicado estado de relaciones entre la comunidad católica y el Gobierno socialista, ni sobre la pertinencia de la colaboración de la institución eclesiástica en la aportación de datos al censo de represaliados de la Guerra Civil y el franquismo. En ambos casos indicó que la voz competente para expresar una opinión era la de las autoridades religiosas nacionales. Aun así, el arzobispo de Santiago, Monseñor Julián Barrio, presente en el acto, no se pronunció al respecto. DIÁLOGO De lo que sí habló largo y tendido William Levada fue de la descristianización de Europa. En su opinión, la transición desde una cultura cristiana -como era la europea de hace siglos- a la cultura pluralista actual no se ha completado todavía. Faltan, y éste es un atraso que atribuyó al continente, la relación y el diálogo entre políticos y religiosos, que facilitaría el entendimiento. «Ocurre lo mismo que con el debate con los países musulmanes», explicó. Para que los países europeos y americanos discutan con los islamistas es necesario que «respetemos la fe de las otras religiones», resaltó el prefecto. Un diálogo al que, según Levada, están cerrados el creciente número de desertores de la sociedad actual. Ante la pregunta de si la apostasía era considerada herejía por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal dictaminó que un apóstata es una persona que abandona totalmente su fe, por lo que es más difícil hacerlo entrar en discusión. Sin embargo, apuntó, «la lógica de esta negación puede ceder ante la razón de la fe». En el mismo sentido se pronunció Monseñor Julián Barrio, quien dijo que analizando las solicitudes de apostasía, habría que adoptar esa actitud de debate. «Siempre hemos buscado el diálogo, pero es cosa de dos», matizó. Posible visita del Papa a Santiago El cardenal californiano, que recordó su visita a Santiago hace 47 años cuando estudiaba como seminarista en Roma, se comprometió a "hablar muy vivamente" al Papa Benedicto XVI en favor de que acuda a Compostela para celebrar el año Santo en 2010. "Venir a este lugar sería una felicidad personal y la posibilidad de abordar la relación entre el mundo secular y el santo al cual nos llama el Señor Dios", apuntó.
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