PESE A QUE NINGUNA MUJER LO VISTE EN EL MUNICIPIO
Galapagar, el primer municipio de la Comunidad de Madrid en prohibir el burka y el niqab
El pleno del Ayuntamiento aprobó ayer una moción del PP por la que se prohíbe el uso de estas prendas islámicas.
En Galapagar ninguna mujer lleva un burka. Tampoco se han visto con niqab (prenda que cubre todo el rostro menos los ojos). Pero como más vale prevenir que curar, el pleno del Ayuntamiento aprobó ayer una moción del PP por la que se prohíbe el uso de estas prendas «así como cualesquiera otros atuendos que oculten el rostro y dificulten la identificación de las personas y la comunicación visual, por tratarse de una discriminación que no está amparada por la libertad religiosa al ser contraria a la dignidad de las personas y a la igualdad real y efectiva de los hombres y las mujeres». Este municipio se convierte así en el primero de la Comunidad en vetar el burka y el niqab.
La moción salió adelante con los 9 votos de los concejales populares. Hubo dos abstenciones de los ediles de Plataforma de Vecinos de Galapagar (PVG) que, normalmente, forma coalición con el PP. En contra, tres votos: uno de IU, otro del Foro Verde y un tercero de la única concejala no adscrita. Los 5 ediles del PSOE y el de CDL abandonaron el pleno como señal de protesta.
Galapagar tiene 30.000 habitantes censados. Unos 9.000 (24 por ciento aproximadamente) son inmigrantes. Y de estos últimos, 2.000 son musulmanes. De entre las mujeres musulmanas, 703 son marroquíes, 2 nigerianas, 2 senegalesas y 3 argelinas.
Hubo sus más y sus menos en el pleno de la Corporación municipal. El alcalde, Daniel Pérez Muñoz (PP), dejó clara su opinión y el motivo de la propuesta que se iba a aprobar: «Hay gente que se cubre con un pañuelo. De eso no estamos hablando. Nos referimos a esas prendas, como el burka y el niqab que no permiten la identificación de las personas y que, además, son un símbolo de sometimiento al hombre». El primer edil se refirió a la «libertad y la igualdad» de las mujeres. La concejala de IU, Yolanda Rodríguez, reprochó al PP que «luche por la libertad de la mujer para elegir lo que se quiere poner o lo que quiere hacer con su cuerpo» y no acepten «la interrupción del embarazo», en alusión al aborto libre que acaba de entrar en vigor gracias a la ley de la ministra Bibiana Aído.
Los dos concejales que forman alianza de gobierno municipal con el PP en Galapagar —los de la PVG—, pidieron que se retirara la moción porque, según el edil Luis Remacha, «este es un asunto que ha de tratarse desde instituciones como el Congreso de los Diputados o el Senado. Ellos deben de señalar esos puntos de la libertad religiosa. El burka y el niqab no son aquí, en nuestro pueblo, un problema». Como no hubo retirada del texto, se abstuvieron en la votación no sin antes advertir que la propuesta «iba a crear problemas. Hay que explicar que con velo sí se puede entrar a los edificios públicos».
Eso en el pleno. En la calle, a muchos les sonaba a chino la prohibición que se estaba aprobando. Los más antiguos de Galapagar opinaban como José. R., de 78 años, que «todo lo que sea por seguridad, está bien».
«Se tapan para confundir»
En la plaza, sentados en una terraza de la cafetería, cinco hombres marroquíes. A Boukhar, que lleva 22 años en España y dos en Galapagar, le parecía mal la prohibición. «Es nuestra religión. No se somete a nadie. Es cierto que algunos hombres se tapan para confundir. Eso hay que vigilarlo, sí. Pero nada más». Su mujer permanece en Marruecos. Y lleva pañuelo.
Una joven madre marroquí, tocada con pañuelo y empujando el carrito de su bebé, nos decía: «No me lo puedo quitar. Me gusta. No es ningún sometimiento». La joven, que no quiso dar su nombre, tampoco admitía estar asándose de calor. A pleno sol y con 32 grados en ese instante