Un nuevo monasterio abierto en Irlanda tiene como misión reparar los pecados de sus sacerdotes
Los monjes Benedictinos de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento del Altar, conocidos como los benedictinos de Silverstream, se han establecido en Irlanda a petición del obispo de Meath, convirtiéndose de esta manera en el primer nuevo monasterio que se establece en esta diócesis desde que Enrique VIII suprimiera todos los monasterios católicos en 1536.
Estos monjes provenientes de Estados Unidos pretenden transformar a través de la oración y la adoración la Iglesia en Irlanda, muy afectada por los casos de abusos sexuales de algunos de sus sacerdotes en el pasado y que ha provocado una enorme bajada de la práctica religiosa en el país.
"Esta isla estuvo llena de monasterios"
"Tenemos, como de hecho lo fue, nuestras órdenes de marchar de la Santa Sede, y aunque no podemos dejar nuestro claustro físicamente, estamos dedicados a una batalla espiritual e invisible por el alma de este país, especialmente por sus sacerdotes", explicó a CNA el Padre Benedicto, miembro de la Orden. "Esta isla estuvo llena de este a oeste y de norte a sur con monasterios. El latido del corazón de los irlandeses era el latido del turno monástico de oración", añadió tal y como recoge Gaudium Press.
Al llegar a Irlanda y apreciar la realidad del catolicismo irlandés y la fuerte división que existe los monjes a través de su especial carisma pronto comprendieron cuál debía ser su misión en la isla.
De la debilidad puede venir "el poder y la victoria"
El carisma de la comunidad es el de la Madre Catherine-Mectilde de Bar, fundadora benedictina del siglo XVII, quien "estableció su familia benedictina particular para adorar el Santísimo Sacramento en un espíritu de reparación por las ofensas y abusos cometidos en contra del Sacramento del Amor de Cristo", según comentó el Padre Benedicto. "Como monjes tenemos un enfoque particular en reparar por los pecados de los sacerdotes que, en especial últimamente, han desfigurado tanto el Rostro de Cristo ante los ojos del mundo".
"De la debilidad y la derrota y, sí, incluso del pecado y de la infidelidad, puede venir el poder y la victoria", concluyó el sacerdote. "Que Dios acerque nuevamente nuestro país a su Sagrado Corazón, que late en la Sagrada Hostia".
Estos monjes provenientes de Estados Unidos pretenden transformar a través de la oración y la adoración la Iglesia en Irlanda, muy afectada por los casos de abusos sexuales de algunos de sus sacerdotes en el pasado y que ha provocado una enorme bajada de la práctica religiosa en el país.
"Esta isla estuvo llena de monasterios"
"Tenemos, como de hecho lo fue, nuestras órdenes de marchar de la Santa Sede, y aunque no podemos dejar nuestro claustro físicamente, estamos dedicados a una batalla espiritual e invisible por el alma de este país, especialmente por sus sacerdotes", explicó a CNA el Padre Benedicto, miembro de la Orden. "Esta isla estuvo llena de este a oeste y de norte a sur con monasterios. El latido del corazón de los irlandeses era el latido del turno monástico de oración", añadió tal y como recoge Gaudium Press.
Al llegar a Irlanda y apreciar la realidad del catolicismo irlandés y la fuerte división que existe los monjes a través de su especial carisma pronto comprendieron cuál debía ser su misión en la isla.
De la debilidad puede venir "el poder y la victoria"
El carisma de la comunidad es el de la Madre Catherine-Mectilde de Bar, fundadora benedictina del siglo XVII, quien "estableció su familia benedictina particular para adorar el Santísimo Sacramento en un espíritu de reparación por las ofensas y abusos cometidos en contra del Sacramento del Amor de Cristo", según comentó el Padre Benedicto. "Como monjes tenemos un enfoque particular en reparar por los pecados de los sacerdotes que, en especial últimamente, han desfigurado tanto el Rostro de Cristo ante los ojos del mundo".
"De la debilidad y la derrota y, sí, incluso del pecado y de la infidelidad, puede venir el poder y la victoria", concluyó el sacerdote. "Que Dios acerque nuevamente nuestro país a su Sagrado Corazón, que late en la Sagrada Hostia".
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