A la Iglesia Ortodoxa rusa le preocupa el crecimiento del neopaganismo entre jóvenes y militares
En Rusia se celebra cada 28 de julio la fiesta del Bautismo de la Rus (15 de julio según el antiguo calendario juliano), recordando como el Rey San Vladimir, nieto de Santa Olga, cristianizó todo el país, la antigua Rus, en el año 988. Así surgió una comunidad cristiana que hoy cuenta con más de 150 millones de creyentes.
Sin embargo, después de los 70 años de ateísmo impuesto por los regímenes comunistas, a la Iglesia Ortodoxa Rusa le preocupa hoy el crecimiento del neopaganismo.
El vicejefe del Patriarcado de Moscú para las relaciones con la sociedad y los medios, Vakhtang Kipshidze, considera que el neopaganismo es un "desafío directo" a la fe, según recoge AsiaNews. No se refiere al vivir como si Dios no existiese, al mero consumismo o desinterés, sino a intentar resucitar los viejos dioses paganos del siglo X, y sus cultos (en realidad, inventarlos con mucha imaginación, recreación histórica y algo de ecologismo).
“Lamentablemente hoy hay un movimiento que muestra interés en el pasado pagano, y algunas organizaciones están tratando de reencarnar esta semi-religión”, dijo en una conferencia Kipshidze. “El Bautismo es para nosotros una elección histórica y, de hecho, irrevocable. Los intentos de reconsiderarla, incluso aduciendo argumentos apologéticos del paganismo, se basan en una invención de la representación pagana de la realidad”. Tratar de borrar o disminuir la memoria del Bautizo de la Rus “es dar un paso hacia la autodestrucción”, afirma. Incluso en los años soviéticos el Bautizo de la Rus tenía cierta conmemoración por parte de autoridades académicas y civiles con un sentido nacional y étnico.
El Bautismo de Kiev, de Lebédev (finales del s.XIX, principios del XX).
El invierno pasado, el jefe del departamento del Patriarcado de Moscú para las relaciones de la Iglesia con la sociedad y los medios, Vladimir Legoyda, había denunciado el aumento de popularidad del neo-paganismo en Rusia. “Estamos presenciando un crecimiento de sentimientos neo-paganos entre los jóvenes, sobre todo, en ambientes de atletas, de fuerzas armadas y de las fuerzas especiales, lo cual es doblemente desagradable”, dijo Legoyda.
“Me parece que este problema sólo podrá empeorar, y pido claramente no subestimarlo”, agregó luego, explicando que justamente esta aprehensión fue lo que cimentó la reciente institución de la Comisión patriarcal para la educación física y el deporte.
Sin embargo, después de los 70 años de ateísmo impuesto por los regímenes comunistas, a la Iglesia Ortodoxa Rusa le preocupa hoy el crecimiento del neopaganismo.
El vicejefe del Patriarcado de Moscú para las relaciones con la sociedad y los medios, Vakhtang Kipshidze, considera que el neopaganismo es un "desafío directo" a la fe, según recoge AsiaNews. No se refiere al vivir como si Dios no existiese, al mero consumismo o desinterés, sino a intentar resucitar los viejos dioses paganos del siglo X, y sus cultos (en realidad, inventarlos con mucha imaginación, recreación histórica y algo de ecologismo).
“Lamentablemente hoy hay un movimiento que muestra interés en el pasado pagano, y algunas organizaciones están tratando de reencarnar esta semi-religión”, dijo en una conferencia Kipshidze. “El Bautismo es para nosotros una elección histórica y, de hecho, irrevocable. Los intentos de reconsiderarla, incluso aduciendo argumentos apologéticos del paganismo, se basan en una invención de la representación pagana de la realidad”. Tratar de borrar o disminuir la memoria del Bautizo de la Rus “es dar un paso hacia la autodestrucción”, afirma. Incluso en los años soviéticos el Bautizo de la Rus tenía cierta conmemoración por parte de autoridades académicas y civiles con un sentido nacional y étnico.
El Bautismo de Kiev, de Lebédev (finales del s.XIX, principios del XX).
El invierno pasado, el jefe del departamento del Patriarcado de Moscú para las relaciones de la Iglesia con la sociedad y los medios, Vladimir Legoyda, había denunciado el aumento de popularidad del neo-paganismo en Rusia. “Estamos presenciando un crecimiento de sentimientos neo-paganos entre los jóvenes, sobre todo, en ambientes de atletas, de fuerzas armadas y de las fuerzas especiales, lo cual es doblemente desagradable”, dijo Legoyda.
“Me parece que este problema sólo podrá empeorar, y pido claramente no subestimarlo”, agregó luego, explicando que justamente esta aprehensión fue lo que cimentó la reciente institución de la Comisión patriarcal para la educación física y el deporte.
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