Van Looy renuncia a ser cardenal: era uno de los 21 elegidos por Francisco para recibir la púrpura
Monseñor Luc Van Looy, obispo emérito de Gante (Bélgica), era uno de los 21 nuevos cardenales que creará el Papa Francisco y que anunció el pasado 28 de mayo. El prelado belga era a su vez uno de los cinco mayores de 80 años que recibirían la púrpura en el consistorio del 27 de agosto y que en el caso de un hipotético cónclave no tendrían derecho a voto.
Sin embargo, Van Looy ha pedido al Papa que lo exonere de crearle cardenal, por lo que rechaza el cardenalato. El motivo es que en su opinión en el pasado no actuó de manera incisiva en los casos de abusos.
La Conferencia Episcopal de Bélgica lo anunció en un comunicado en el que se decía que el nombramiento del obispo emérito Van Looy "ha provocado muchas reacciones positivas, pero también críticas por no haber reaccionado siempre con suficiente energía como obispo de Gante (2004-2020) contra los abusos" de los sacerdotes.
Tal y como recoge Vatican News, la referencia es a un grupo belga, Mensenrechten in de Kerk, que expresó "desconcierto e indignación" ante el anuncio del Papa el 29 de mayo de que concedería la púrpura a Van Looy. "Para evitar que las víctimas de estos abusos vuelvan a ser perjudicadas tras su cardenalato", explica la nota de la Conferencia Episcopal, "monseñor Van Looy pidió al Papa que le eximiera de aceptar este nombramiento. El Papa Francisco accedió a su petición".
Por su parte, el presidente de los obispos belgas, el cardenal De Kesel asegura en nombre de los obispos del país que “aprecian la decisión de monseñor Van Looy” y “reafirman su compromiso de continuar imperturbablemente su lucha contra todas las formas de abuso en la Iglesia católica en la que el interés de las víctimas y de sus seres queridos es siempre lo primero".
Van Looy, salesiano nacido en 1941 fue misionero en Corea del Sur en los 70 del pasado siglo y en las décadas posteriores fue miembro del consejo general de la congregación de Don Bosco. En 2003, a la edad de 62 años, fue nombrado obispo de Gante, en el noroeste de Bélgica. El Papa aceptó su renuncia en noviembre de 2019, a los 78 años.