5 iglesias emblemáticas de Lisboa para visitar en la JMJ... y una es la casa de San Antonio de Padua
La ciudad que organiza una Jornada Mundial de la Juventud suele tener siempre un atractivo especial para los católicos. Lisboa 2023 no podía ser menos, por ello enumeramos aquí las cinco iglesias más emblemáticas de la capital portuguesa.
1. Catedral de Lisboa
Si hay un templo importante en Lisboa ese es la catedral. De estilo románico, seguramente sea el más antiguo de la ciudad, se empezó a construir en 1147 y se terminó en el siglo XIII.
En este templo catedralicio se encuentran las reliquias de San Vicente, el mártir más antiguo de España y patrón de Lisboa. Cuyo ataúd, según cuenta la leyenda, acompañaron dos cuervos en su traslado a la ciudad (de ahí la incorporación de los mismos al escudo de Lisboa).
Pero no solo eso, en esta catedral San Antonio de Padua, de origen lisboeta, fue bautizado, educado por los clérigos y cantaba en el coro.
De estilo románico, seguramente la catedral sea el templo más antiguo de la ciudad.
2. Basílica de los Mártires
La Igreja de Nossa Senhora dos Mártires se sitúa en la parte alta de la Rua Garrett, cerca de otras dos iglesias: la del Loreto y la de la Encarnación; tres edificios que constituyen una especie de trinidad sacramental de la céntrica área urbana de Chiado.
La Parroquia dos Mártires nace cuando el rey Henriques pidió ayuda a los cruzados para conquistar Lisboa. En los enfrentamientos murieron cristianos y sobre sus restos se construyó una iglesia. Aquí se entronizó la imagen mariana que llevaban los cruzados y que consoló a los combatientes.
Fue la sede de la mayor parroquia de Lisboa, con un territorio que abarcaba desde la Sé (la Catedral) y Santa Justa hasta Alcântara o hasta Oeiras.
Muy cerca vivió el poeta Fernando Pessoa, que llamaba a la campana de esta iglesia "o sino da minha aldeia" ("la campana de mi pueblo") que, como decía el novelista Eça de Queiroz, en su repicar convocaba un pequeño mundo que "se conhecia, se frequentava".
La Basílica de los Mártires tiene sus origen cuando el rey Henriques pidió ayuda a los cruzados para conquistar Lisboa.
3. El Monasterio de San Vicente
La Iglesia de San Vicente de Fora se alza sobre una colina al este de La Alfama y es visible desde lejos. Los orígenes de esta gran iglesia datan del año 1147 cuando el primer rey de Portugal Alfonso Henriques la ordenó construir para albergar el cuerpo de San Vicente, quien murió en una batalla contra los musulmanes.
En 1582, durante el reinado de Felipe II, se inició el proyecto de reconstrucción, que dio lugar a la iglesia que hoy podemos ver y que no se concluiría e inauguraría hasta el año 1629. Como la mayoría de los edificios, este también fue dañado por el terremoto de 1755, concretamente la cúpula principal y el techo.
En su interior destaca el baldaquino barroco de obra de Machado de Castro, los paneles de azulejos del claustro con escenas de la conquista de Portugal y las tumbas de la familia Bragança, donde descansan los restos de la mayoría de los miembros de la última familia real que gobernó Portugal.
Henriques la ordenó construir para albergar el cuerpo de San Vicente.
4. Iglesia de Nuestra Señora de Fátima
Tras el reconocimiento de las Apariciones de Fátima por la Iglesia Católica en octubre de 1930, se decidió crear en Lisboa una nueva parroquia dedicada a la Virgen de Fátima y erigir una nueva iglesia, la primera construida en Lisboa después de la proclamación de la República en 1910.
Su construcción señala un cambio en todo el arte religioso en Portugal. En su época, el edificio suscitó no poca polémica, pues la estética no gustó a todos. Sin embargo, el obispo de Lisboa salió en defensa de esta "iglesia moderna y bella".
La primera construida en Lisboa después de la proclamación de la República en 1910.
5. Iglesia de San Antonio
La Iglesia de San Antonio fue construida en el lugar donde Lisboa vio nacer a su santo más famoso, San Antonio de Padua. Además, cuenta que, al parecer, una primera capilla se erigió allí luego de la canonización del franciscano.
La edificación de la nueva iglesia se realizó entre 1767 y 1812. En el interior hay un lienzo que data probablemente del siglo XVI, con una imagen de San Antonio que se cree contiene sus rasgos más auténticos.
Fue construida donde nació San Antonio de Padua. Detrás se puede ver la catedral.
Por eso es llamada "verdadera efigie del santo". Para ver el lugar donde vivió San Antonio hay que bajar a la cripta, la cual marca su casa natal. Al peregrinar a esa iglesia se puede ganar indulgencia plenaria. Los diversos objetos del santo se encuentran también en el Museo Antoniano, que está ubicado al lado del templo.