Así se llevó a cabo desde el interior de Rusia la consagración al Inmaculado Corazón de María
El pasado viernes se produjo un hecho de gran trascendencia mundial tras el acto presidido por el Papa y a la que se invitó a todos los obispos del mundo para consagrar Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Francisco presidió la celebración desde la basílica de San Pedro, aunque hubo otras simultáneas muy importantes como las que se llevaron a cabo desde Fátima y desde el interior de la propia Ucrania.
Pero también en el interior de la propia Rusia, donde los católicos son una pequeña minoría y con la guerra hay un importante apagón informativo, se realizó la consagración de su país a la Virgen María.
El mismo día 25 el arzobispo emérito Tadeusz Kondrusiewicz, que fue arzobispo de Moscú y posteriormente de Minsk-Mohilev, celebró la Eucaristía en la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes en San Petersburgo, con la que se unió al Papa en el Rito de Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María.
Este prelado tuvo una responsabilidad de primer nivel en el renacimiento de la Iglesia Católica en Rusia tras la caída de la URSS y las décadas de persecución soviética de la fe. Hace más de un cuarto de siglo en ese mismo santuario hizo una consagración similar, y ahora de nuevo se sumó a la llevada a cabo por el Papa Francisco y en unidad con la Iglesia universal.
Tal y como recoge la agencia Zenit, en su homilía, el arzobispo Kondrusiewicz recordó la importancia de la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes de San Petersburgo en su vida personal, ya que durante sus años de estudiante en la ciudad del Neva fue el único santuario católico en funcionamiento. Gracias a ella, el futuro obispo logró mantener la fe en los tiempos difíciles del ateísmo en la ciudad de las tres revoluciones.
“A principios de la década de 1990 comenzó en esta iglesia el proceso de revivir la Iglesia en San Petersburgo y el noroeste de Rusia. Esta iglesia ha desempeñado durante mucho tiempo el papel de la curia diocesana improvisada de la región del noroeste de Rusia, donde el obispo se reunía con sacerdotes, personas consagradas y fieles. Aquí se escribieron decretos y otros documentos”, dice.
“En esta iglesia dediqué Rusia al Inmaculado Corazón de María durante la peregrinación de la figura de Fátima, que tuvo lugar en 1996-1997”, destacó el obispo.
Años después esta misma iglesia ha sido nuevamente en la que se ha realizado el rito de Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, en comunión con el Papa Francisco y los obispos de todo el mundo.
El arzobispo Kondrusiewicz contó también a los fieles sus tres encuentros con la vidente de Fátima, Sor Lucía, durante los cuales destacó la importancia de la consagración que San Juan Pablo II hizo de Rusia en 1984 y los cambios que siguieron, especialmente en el campo de la libertad religiosa.
De este modo, el arzobispo quiso recalcar que a la luz de la tragedia a los ojos del mundo entero, la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María es de gran importancia: “El mensaje de María de 1917 se puede resumir en las siguientes palabras: ‘Si os convertís y rezáis, todo irá bien. Si no, el mundo estará en una situación desesperada’”.
Para acabar, Tadeusz Kondrusiewicz animó a todas las personas de buena voluntad a rezar sin cesar por la paz en Ucrania.