La boda católica de Boris Johnson fue posible porque la Iglesia no reconoce sus anteriores uniones
La prensa británica ha difundido algunas imágenes de la boda católica del primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, una ceremonia sencilla que tuvo lugar el sábado 29 de mayo en la catedral católica de Westminster.
Un portavoz de la Catedral de Westminster dijo al diario The Sunday Times que “los novios son feligreses de la parroquia de la Catedral de Westminster y católicos bautizados”.
Pero muchas personas, conocedoras de que Johnson ha tenido antes otras dos esposas, se preguntan cómo es posible, ya que la Iglesia católica no admite el divorcio.
Mark Drew, un sacerdote de Liverpool, en su cuenta de Twitter expresó en palabras lo que muchos otros se planteaban: "¿Alguien puede explicarme cómo ‘Boris’ Johnson, quien dejó la Iglesia Católica mientras estaba en Eton y se divorció dos veces, puede casarse en la Catedral de Westminster, mientras tengo que decirle a los católicos practicantes de buena fe, que quieren un segundo matrimonio en la Iglesia, que no es posible?”
La respuesta es que los dos matrimonios anteriores de Johnson, desde el punto de vista católico, no eran matrimonios.
Bautizado católico de niño, nunca se casó por la Iglesia
Gary Dench, un sacerdote que trabaja en la Catedral de Brentwood, Essex, y estudia derecho canónico en Lovaina (Bélgica), explicó el caso en las redes.
De niño, Boris Johnson fue bautizado católico, por deseo de su madre. Después, hizo la Confirmación en la Iglesia Anglicana, la tradición de su padre. Y de adolescente perdió todo interés por la religión. Se caso dos veces, con Allegra Mostyn-Owen y con Marina Wheeler, pero la Iglesia Católica no reconoció ninguna de esas uniones como una boda católica, porque no lo hizo ante una autoridad eclesiástica católica ni con dispensa o permiso especial de la Iglesia.
En 2015 -antes, pues, del coronavirus y de casarse con una católica- decía en el periódico conservador Daily Telegraph que aunque pensaba mucho en temas religiosos no era un feligrés habitual y que sería “pretencioso” describirlo como un “cristiano serio y practicante”.
Por lo tanto, desde un punto de vista católico, de derecho canónico, Johnson era un católico que nunca se había casado por la Iglesia, y por lo tanto era libre de casarse por la Iglesia.
“Estos casos no requieren un procedimiento formal de anulación. Es un breve proceso documental que el Tribunal de la Arquidiócesis de Westminster habría investigado antes de que la boda del primer ministro pudiera haberse llevado a cabo”, señala Dench.
Esto es así para todos los católicos, "independientemente de su riqueza o rango", puntualizó.
Carrie Symonds sí habla de su fe católica
La nueva señora Johnson es Carrie Symonds, de 33 años, madre de su hijo Wilfred de un año, quien ya fue bautizado católico en la catedral el 12 de septiembre. En varias ocasiones Carrie ha hablado en las redes sociales de su fe católica.
En 2018 Boris Johnson empezó a relacionarse con Carrie Symonds. En julio de 2019, cuando él fue nombrado Primer Ministro, ambos se mudaron oficialmente al tradicional 10 de Downing Street. Por primera vez un Primer Ministro convivía allí con una pareja que no era una esposa.
Boris Johnson estuvo gravemente enfermo por el coronavirus en abril de 2020 y parece que la experiencia aumentó la fe de ella, y quizá también algo la de él.
Las anteriores relaciones de Johnson
El pequeño Wilfred va a crecer con una parentela compleja. Boris Johnson vivió 25 años con su anterior esposa (civil), Marina Wheeler, con quien ha tenido dos hijos y dos hijas. Muchos señalan que fue Marina Wheeler quien llevó a Johnson a posiciones favorables a la ideología LGTB y otros temas propios de la izquierda del siglo XXI.
Johnson tuvo antes otra esposa, con la que estuvo casado 6 años antes de divorciarse (otras fuentes dicen que el matrimonio fue declarado nulo desde el punto de vista del derecho anglicano).
Además, Johnson también tiene otro hijo de un affaire con una periodista y hay fuentes que dicen que alguno más de otros asuntos amorosos.
Un portavoz de Catholic Voices explica el caso ante la prensa británica