Los chinos católicos de Valencia quieren explicar a pie de calle «las ventajas de estar con Jesús»

Hace aproximadamente un año, el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, erigió en el templo de Santa María Goretti de la capital del Turia una parroquia personal para los católicos chinos de la ciudad, bajo la advocación de Nuestra Señora de Sheshan. Un caso que sirvió de modelo a la parroquia similar creada recientemente para los católicos africanos.

Un aspecto principal de su labor es la propia formación religiosa de los feligreses en la fe y la vida cristiana para que puedan dar razón de su fe, lo que se lleva a cabo mediante reuniones semanales, grupos de catequesis, retiros mensuales y turnos de Adoración al Santísimo, además de las misas en lengua china.

Ahora llega el momento de compartir todos estos conocimientos y toda esta experiencia espiritual, y según informa la agencia diocesana AVAN, un grupo de unos cuarenta fieles de la parroquia va a lanzar una iniciativa para "evangelizar a pie de calle". Por un lado, a chinos no católicos. Pero también a todo tipo de personas no creyentes o alejadas de la Iglesia, a quienes quieren “acercar a Jesús y llevar su testimonio de fe”.

Quieren hacerlo acercándose a familiares, amigos y vecinos mientras realizan sus rutinas del día a día, “cuando van a la calle a dar un paseo, a un comercio o tomar un café”, según explica el sacerdote chino Esteban Liu, su párroco.

Y dan este paso porque sienten la necesidad de hacer "algo bueno por la Iglesia, por los demás y mejorar su espiritualidad” con motivo de la crisis por la pandemia. En este sentido, desde el punto de vista material se movilizaron para entregar 60.000 mascarillas a hospitales y fuerzas del orden de Valencia, así como 600 trajes de protección que adquirieron en China y enviaron a Madrid.

Según el padre Esteban, los católicos chinos "son conscientes de la importancia de evangelizar de puertas hacia afuera a los que no conocen el Evangelio", para transmitirles  "las ventajas que tiene estar al lado de Jesús”.

La crisis sanitaria “ha despertado nuevas inquietudes en muchos feligreses, preocupación por ayudar a los demás, y la necesidad de profundizar en aquello que da sentido a nuestras vidas”, añade Liu, quien asegura que “la Palabra de Dios puede orientar sus vidas, abriendo nuevos horizontes”. Y agradece esta iniciativa porque anima a toda la comunidad “a seguir adelante”.