Anima al anuncio explícito y la transformación de las parroquias
Jóvenes, evangelizar, pobres, fraternidad y discernimiento: 5 prioridades pastorales para Barcelona
Pasados más de dos años y medio desde que el cardenal Omella fue designado arzobispo de Barcelona, y a los pocos meses de haber designado el Papa dos nuevos obispos auxiliares, se ha presentado el Plan Pastoral con las prioridades de la gran diócesis catalana (2,6 millones de habitantes, 215 parroquias, 800 sacerdotes, la mitad de ellos religiosos). (El Plan puede leerse íntegro aquí en castellano).
El Plan, publicado en varios formatos, selecciona 5 prioridades... y pide creatividad para aplicarlas:
1. El encuentro y el anuncio de Jesucristo
2. Los pobres, destinatarios privilegiados del Evangelio
3. Los jóvenes
4. La fraternidad
5. El discernimiento
Evangelizar y renovar
Se repite el lema "¡Salgamos!" y la idea de que la diócesis debe renovarse para ser evangelizadora. El primer párrafo del plan, sobre la catequesis lo recoge:
"Atender especialmente la formación de catequistas; potenciar la catequesis de toda la familia; implicar más a los padres en el proceso catequético de los hijos; elaborar programaciones de catequesis interparroquiales; proponer una catequesis que propicie un encuentro personal con Jesucristo. Esta es una tarea prioritaria y conjunta..."
Tres párrafos después, pasan de la catequesis al "Anuncio explícito":
"Anuncio explícito del mensaje cristiano: seguir avanzando en la línea de algunas iniciativas ya existentes del primer anuncio de Jesucristo y del Evangelio, uniendo esfuerzos; hablar explícitamente de Jesús a personas alejadas e indiferentes, no solo de forma personal y espontánea, sino también con propuestas organizadas (cenas, cinefórums y otros formatos para compartir explícitamente el Evangelio); apoyar a los medios de comunicación eclesiales ya existentes, teniendo en cuenta toda la labor que impulsa la delegación diocesana de Medios de Comunicación Social (Hoja Dominical, Boletín del Arzobispado de Barcelona, comunicados de prensa, web, difusión y campañas de comunicación online en las redes sociales...); apoyar el esfuerzo que realizan teólogos en diálogo con las inquietudes, problemas y aspiraciones de la gente de hoy..."
Acompañar a los políticos
Cuando se habla del servicio a los pobres, se menciona la necesidad de acompañar a los cristianos con vocación política: "Debemos estar atentos a las posibilidades de transformación de la sociedad para que esta sea más justa y fraterna (acción sindical, política y otros medios de solidaridad), especialmente animando y acompañando a los cristianos que sienten la vocación de la acción política".
Sobre jóvenes menciona ser "conscientes de lo que ya se está haciendo, valorando todo el trabajo pastoral con jóvenes que tan positivamente llevan a cabo los movimientos evangelizadores de Acción Católica, así como otros movimientos cristianos y asociaciones juveniles, nos proponemos detectar cuáles son las nuevas iniciativas evangelizadoras entre los jóvenes. La delegación diocesana de Pastoral de Juventud analizará estas nuevas formas y promoverá espacios de intercambio de iniciativas y de recursos con las personas que se encuentran más cerca de los jóvenes".
"Fraternidad" después del caos del "procés"
La sección sobre "fraternidad" nunca menciona el "procés" independentista, ni habla de "conflicto", pero es evidente que es el fondo sobre el que debe construirse esa fraternidad. Así, leemos:
"Debemos vivir las situaciones eclesiales, sociales y políticas complejas como una oportunidad para crecer en el respeto, la comunión, la no confrontación, el entendimiento y el diálogo para avanzar en el camino de la comprensión, la fraternidad y el bien común. Nuestra misión siempre será una tarea de reconciliación".
Y añade: "Queremos evitar la confrontación que nos divide y que nos duele, y ser colaboradores de la cohesión social y de la concordia. En este sentido, deberemos tener en cuenta las iniciativas que impulse Justicia y Paz, en especial con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, que se celebra anualmente el día 1 de enero".
Para la evangelización de niños: "será necesario un trabajo más coordinado entre los movimientos evangelizadores de niños, los centros parroquiales de educación en el tiempo libre, los grupos de escultismo, los grupos de niños parroquiales y arciprestales, y otras nuevas iniciativas como los grupos de catequesis en familia".
En cuanto al capítulo sobre el discernimiento, es una exhortación a que los responsables cristianos se formen más y también a que tengan más cercanía con la Biblia.
Algunos detalles y palabras clave
El Plan usa 20 veces la palabra acompañar o acompañamiento: a políticos, a jóvenes, a pobres... pero casi nunca especifica cómo. ¿Será contratando profesionales? ¿Será entrenando a voluntarios especializados en cada asunto? ¿O simplemente se pide que el párroco sea amable y sonría a los políticos, jóvenes o pobres que aún vayan a misa?
Es curioso que el Plan hable de "anunciar a Cristo" pero nunca llegue a usar la palabra griega "kerigma", que significa lo mismo, el anuncio del núcleo central cristiano (algo así como "Dios te ama y Cristo ha muerto para salvarte del pecado y de la muerte, si te unes a Él, te hace santo y te da vida eterna".
El plan casi no da nombres concretos de entidades o métodos evangelizadores o sociales, excepto Justicia y Paz, Acción Católica, Cáritas y las delegaciones diocesanas.
Sobre el "conflicto" en Cataluña, el plan no usa la palabra "concordia", pese a que es la que usa la asociación E-Cristians en sus convocatorias e iniciativas. El plan usa "reconciliación".
Llega a reconocer una "confrontación que nos divide y que nos duele", y que hay que evitar, aunque no especifica que se dé entre los cristianos barceloneses de distintas tendencias.
Al hablar de las parroquias exhorta: "Las parroquias deben ser integradoras de tendencias, edades y culturas distintas. Deben acoger e integrar a los católicos inmigrantes, teniendo en cuenta su cultura y tradiciones".
En todo el texto, no se usa nunca la palabra "lengua" ni "país" (cosa que muchos católicos barceloneses agradecerán).
Sobre el apoyo a los laicos para "formarles" ofrecen "hacer todo lo posible para acompañarles y ofrecerles espacios de formación y comunión desde la delegación diocesana de Apostolado Seglar". No se especifica mucho, y parece que ese "hacer todo lo posible" consista en ofrecer cursos en locales de la sede de Apostolado Seglar.
La presentación
El plan se presentó oficialmente el pasado domingo en la basílica de Santa María del Mar, ante 1.100 asistentes. Los Scouts de Europa (www.scouts-de-europa.org), que como voluntarios se encargaban del servicio de orden, entregaban una lámpara a cada asistente a la entrada.
El cardenal Omella animó a los asistentes así: “Dame diez cristianos y podemos cambiar el mundo. Y aquí, ciertamente, somos más de diez. Es cuestión de creer en el mensaje que traemos en el corazón y en la cabeza, en la boca y en los pies, traer un mensaje de paz y permanecer arraigados en el Cristo, que es nuestro centro”.
La diócesis quiere promocionar el documento con infografías, un vídeo promocional y fichas sobre los cinco ejes prioritarios. Pero lo que hace falta, como siempre en estos casos, es que lleve a crear realidades concretas y fortalecer y extender las que ya funcionan bien.
El Plan, publicado en varios formatos, selecciona 5 prioridades... y pide creatividad para aplicarlas:
1. El encuentro y el anuncio de Jesucristo
2. Los pobres, destinatarios privilegiados del Evangelio
3. Los jóvenes
4. La fraternidad
5. El discernimiento
Evangelizar y renovar
Se repite el lema "¡Salgamos!" y la idea de que la diócesis debe renovarse para ser evangelizadora. El primer párrafo del plan, sobre la catequesis lo recoge:
"Atender especialmente la formación de catequistas; potenciar la catequesis de toda la familia; implicar más a los padres en el proceso catequético de los hijos; elaborar programaciones de catequesis interparroquiales; proponer una catequesis que propicie un encuentro personal con Jesucristo. Esta es una tarea prioritaria y conjunta..."
Tres párrafos después, pasan de la catequesis al "Anuncio explícito":
"Anuncio explícito del mensaje cristiano: seguir avanzando en la línea de algunas iniciativas ya existentes del primer anuncio de Jesucristo y del Evangelio, uniendo esfuerzos; hablar explícitamente de Jesús a personas alejadas e indiferentes, no solo de forma personal y espontánea, sino también con propuestas organizadas (cenas, cinefórums y otros formatos para compartir explícitamente el Evangelio); apoyar a los medios de comunicación eclesiales ya existentes, teniendo en cuenta toda la labor que impulsa la delegación diocesana de Medios de Comunicación Social (Hoja Dominical, Boletín del Arzobispado de Barcelona, comunicados de prensa, web, difusión y campañas de comunicación online en las redes sociales...); apoyar el esfuerzo que realizan teólogos en diálogo con las inquietudes, problemas y aspiraciones de la gente de hoy..."
Acompañar a los políticos
Cuando se habla del servicio a los pobres, se menciona la necesidad de acompañar a los cristianos con vocación política: "Debemos estar atentos a las posibilidades de transformación de la sociedad para que esta sea más justa y fraterna (acción sindical, política y otros medios de solidaridad), especialmente animando y acompañando a los cristianos que sienten la vocación de la acción política".
Sobre jóvenes menciona ser "conscientes de lo que ya se está haciendo, valorando todo el trabajo pastoral con jóvenes que tan positivamente llevan a cabo los movimientos evangelizadores de Acción Católica, así como otros movimientos cristianos y asociaciones juveniles, nos proponemos detectar cuáles son las nuevas iniciativas evangelizadoras entre los jóvenes. La delegación diocesana de Pastoral de Juventud analizará estas nuevas formas y promoverá espacios de intercambio de iniciativas y de recursos con las personas que se encuentran más cerca de los jóvenes".
"Fraternidad" después del caos del "procés"
La sección sobre "fraternidad" nunca menciona el "procés" independentista, ni habla de "conflicto", pero es evidente que es el fondo sobre el que debe construirse esa fraternidad. Así, leemos:
"Debemos vivir las situaciones eclesiales, sociales y políticas complejas como una oportunidad para crecer en el respeto, la comunión, la no confrontación, el entendimiento y el diálogo para avanzar en el camino de la comprensión, la fraternidad y el bien común. Nuestra misión siempre será una tarea de reconciliación".
Y añade: "Queremos evitar la confrontación que nos divide y que nos duele, y ser colaboradores de la cohesión social y de la concordia. En este sentido, deberemos tener en cuenta las iniciativas que impulse Justicia y Paz, en especial con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, que se celebra anualmente el día 1 de enero".
Para la evangelización de niños: "será necesario un trabajo más coordinado entre los movimientos evangelizadores de niños, los centros parroquiales de educación en el tiempo libre, los grupos de escultismo, los grupos de niños parroquiales y arciprestales, y otras nuevas iniciativas como los grupos de catequesis en familia".
En cuanto al capítulo sobre el discernimiento, es una exhortación a que los responsables cristianos se formen más y también a que tengan más cercanía con la Biblia.
Algunos detalles y palabras clave
El Plan usa 20 veces la palabra acompañar o acompañamiento: a políticos, a jóvenes, a pobres... pero casi nunca especifica cómo. ¿Será contratando profesionales? ¿Será entrenando a voluntarios especializados en cada asunto? ¿O simplemente se pide que el párroco sea amable y sonría a los políticos, jóvenes o pobres que aún vayan a misa?
Es curioso que el Plan hable de "anunciar a Cristo" pero nunca llegue a usar la palabra griega "kerigma", que significa lo mismo, el anuncio del núcleo central cristiano (algo así como "Dios te ama y Cristo ha muerto para salvarte del pecado y de la muerte, si te unes a Él, te hace santo y te da vida eterna".
El plan casi no da nombres concretos de entidades o métodos evangelizadores o sociales, excepto Justicia y Paz, Acción Católica, Cáritas y las delegaciones diocesanas.
Sobre el "conflicto" en Cataluña, el plan no usa la palabra "concordia", pese a que es la que usa la asociación E-Cristians en sus convocatorias e iniciativas. El plan usa "reconciliación".
Llega a reconocer una "confrontación que nos divide y que nos duele", y que hay que evitar, aunque no especifica que se dé entre los cristianos barceloneses de distintas tendencias.
Al hablar de las parroquias exhorta: "Las parroquias deben ser integradoras de tendencias, edades y culturas distintas. Deben acoger e integrar a los católicos inmigrantes, teniendo en cuenta su cultura y tradiciones".
En todo el texto, no se usa nunca la palabra "lengua" ni "país" (cosa que muchos católicos barceloneses agradecerán).
Sobre el apoyo a los laicos para "formarles" ofrecen "hacer todo lo posible para acompañarles y ofrecerles espacios de formación y comunión desde la delegación diocesana de Apostolado Seglar". No se especifica mucho, y parece que ese "hacer todo lo posible" consista en ofrecer cursos en locales de la sede de Apostolado Seglar.
La presentación
El plan se presentó oficialmente el pasado domingo en la basílica de Santa María del Mar, ante 1.100 asistentes. Los Scouts de Europa (www.scouts-de-europa.org), que como voluntarios se encargaban del servicio de orden, entregaban una lámpara a cada asistente a la entrada.
El cardenal Omella animó a los asistentes así: “Dame diez cristianos y podemos cambiar el mundo. Y aquí, ciertamente, somos más de diez. Es cuestión de creer en el mensaje que traemos en el corazón y en la cabeza, en la boca y en los pies, traer un mensaje de paz y permanecer arraigados en el Cristo, que es nuestro centro”.
La diócesis quiere promocionar el documento con infografías, un vídeo promocional y fichas sobre los cinco ejes prioritarios. Pero lo que hace falta, como siempre en estos casos, es que lleve a crear realidades concretas y fortalecer y extender las que ya funcionan bien.
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