¿Por qué Santo Tomás de Villanueva debería ser doctor de la Iglesia? Un congreso explica los motivos

La caridad de Santo Tomás de Villanueva y su doctrina teológica continúan estando hoy vigentes en la vida de la Iglesia. Es una de las conclusiones que ha dejado el congreso ‘Santo Tomás de Villanueva, postulado como doctor de la Iglesia’, organizado por la Federación Agustiniana Española (FAE) y la Universidad Católica de Valencia (UCV) del 23 al 25 de enero. En torno a un centenar de personas, frailes agustinos y agustinos recoletos entre ellos, han analizado durante tres días la doctrina social y la teología del santo agustino que fue obispo de Valencia en el siglo XVI.
 
La Santa Sede aceptó el pasado año la solicitud de la Conferencia Episcopal Española (CEE) -apoyada por la FAE- para que Santo Tomás de Villanueva fuera nombrado doctor de la Iglesia, entendiendo que su doctrina es eminente. Enmarcado en este proceso se ha celebrado el congreso en la UCV, promovido por el cardenal D. Antonio Cañizares.


 
El cardenal arzobispo de Valencia resaltó en la apertura y la clausura del congreso la actualidad del pensamiento tomasino y la necesidad de que los pastores de la Iglesia sigan su ejemplo. “No le importaban las riquezas, ni el poder, ni el rango episcopal, ni la fama. Solo Cristo y la salvación de las almas por las que dio su vida como buen pastor”, dijo Cañizares.

"Fundador de Cáritas"
La pobreza evangélica y su desprendimiento en favor de los pobres es uno de los aspectos más destacables de la doctrina de Santo Tomás de Villanueva. Su máxima preocupación eran los necesitados y marginados de la sociedad, como comentó en su ponencia el agustino recoleto Enrique Gómez. El llamado ‘Padre de los pobres’ era una persona entregada a los que nada tenían. Desde el punto de vista teológico, comentó Gómez que “presentaba a Cristo pobre para los pobres”.
 
José Luis Sánchez, director del congreso, fue más allá en su ponencia. Valoró a Tomás García –su nombre de pila- como el “fundador de Cáritas” por anticipar mediante sus obras la actual organización social de la Iglesia. Asimismo, también adelantó la doctrina social del papa Francisco con acciones de denuncia sobre los pobres u otros aspectos reflejados en su obra, según indicó Sánchez.


 
De forma palpable, la actualidad del pensamiento de la caridad de Santo Tomás de Villanueva está en la encíclica de Benedicto XVI ‘Deus caritas est’. Así lo afirmó el agustino eslovaco Jozef Rzonca, quien ejemplificó la actualidad del pensamiento del santo a partir de esta obra del papa emérito.
 
Su doctrina sobre la justificación
Otro de los aspectos del obispo de Valencia que ha sido analizado es su espíritu reformista. Sus ideas de cambio dentro de la orden agustina fue lo que trató en su ponencia Miguel Ángel Orcasitas, presidente de la Federación Agustiniana Española y miembro de la comisión pro-doctorado. Santo Tomás de Villanueva fue religioso, fraile agustino y llegó a ejercer el cargo de prior provincial dentro de la Orden. Desde esta perspectiva, defendió posturas que años más tarde serían asumidas y darían paso al movimiento de la recolección del que surgió la Orden de Agustinos Recoletos.
 
En su ponencia, el agustino Gonzalo Tejerina hizo notar como la doctrina del santo sobre la justificación presenta notables similitudes con la doctrina de la justificación sancionada en el concilio de Trento. Estas similitudes, en la formulación y en el proceso argumental, merecen una atención especial y la búsqueda de una hipótesis que las explique.
 
Tejerina señaló dos: que la influencia del santo se reflejase en el concilio a través de obispos amigos y conocidos o que tanto el concilio como el santo coincidiesen en una misma lectura de la doctrina de san Agustín. En cualquier caso, subrayó, hay que admirar la finura conceptual de su exposición sobre este aspecto nuclear de la teología.
 
El congreso estuvo contextualizado en los siglos XV-XVI en los que vivió el obispo de Valencia. Alejandro Marías y Manuel Minguillón interpretaron música de la época en un concierto titulado ‘Música para un obispo santo’, con piezas de once artistas de estos siglos.