La religión en La Contra de La Vanguardia: montones de vaporosos, pocos creyentes, menos cristianos

Cada día, en la última página del diario barcelonés La Vanguardia (www.lavanguardia.es), entrevistan a un "experto" o personaje peculiar. Los tres periodistas encargados de la sección, Víctor Amela, Ima Sanchís y Lluís Amiguet, se turnan a la búsqueda de "gente interesante" a la que entrevistar.

Muchos de los entrevistados son conferenciantes peculiares de otros países que están de gira o de visita por Cataluña. A todos les preguntan por grandes cuestiones de la vida, de la ciencia o del arte: se habla mucho de educación, de estilo de vida, del dolor, el amor, los sentimientos, la sexualidad y la espiritualidad. 



Una peculiaridad de La Contra es que al definir a cada entrevistado se le pregunta explícitamente a cada uno su religión.

Lo que los lectores sospechaban
Durante mucho tiempo, los lectores han sospechado que el porcentaje de entrevistados heterodoxos era desproporcionado, con grandes cantidades de budistas (que en Cataluña son muy escasos), mucha gente con creencias alternativas o chamánicas y muy pocos católicos. Muchos entrevistados podrían tener creencias "vaporosas": "creo en Algo especial", "la energía que nos une", "somos Amor", "Algo hay"...

Además, a quien siga La Vanguardia desde hace años le dará la sensación de que un altísimo porcentaje de los (más bien pocos) católicos entrevistados tendían a ser rebeldes a la doctrina o la moral del Catecismo. Algunos, a menudo gente de ciencia o incluso de la política, declaran ser católicos pero en la entrevista no dan ningún detalle de su fe. La cantidad de antropólogos y neurocientíficos con ideas de lo más peculiares es abrumadora. 



Un lector repasa todo un año
Este 21 de enero, en una Carta de los Lectores, un lector de Barcelona llamado Carlos Madrigal Escuder explicó que se dedicó durante todo el año 2017, día a día, a anotar la religión de cada entrevistado. Lo explica así: 

"En varias ocasiones hemos comentado entre amigos si era mayor o menor el número de creyentes o de no creyentes entre las personas entrevistadas en La Contra de La Vanguardia. Es un sección que merece gran interés general".

"Para salir de dudas he tenido la constancia de apuntar, día a día durante todo el año 2017, las ­opiniones de los entrevistados con los siguientes resultados anuales:

- creyentes:  22,5%;
- agnósticos: 7,07%;
- ateos: 7,07%;
- no se pronuncian sobre este tema: 31,52%;
- dan explicaciones sobre su opinión: 31,83%.

"Entre estas últimas destacan las remisiones a la naturaleza, a una energía superior, al budismo y también a la bondad humana. Creo que esta información puede satisfacer la curiosidad y eliminar dudas de algunos lectores de La Vanguardia".

O dicho de otra forma: casi un 32% son los que declaran algo peculiar, del tipo "creo que hay algo superior" o "creo que hay una energía que nos une",  o "soy budista" (una religión sin Dios), etc...  mientras que solo un 22% son creyentes de otras religiones. 

¿Cómo se declaran los catalanes?
En una encuesta del CEO en 2016  a 1.600 personas de Cataluña en 2016, se preguntaba: "Con independencia de que sea practicante o no, ¿cuál es su religión?" Sólo un 1,3% era budista, un 12% era agnóstico, un 16% se declaraba ateo y un 58% católico. La vaporosa categoría "otros" sumaba solo un 2,4%. 

Eso significaría que los agnósticos y ateos se manifiestan en La Contra la mitad de lo que correspondería.

Y la infrapresencia de los católicos queda clara. 

En cambio, los "vaporosos", los vagamente espirituales de "algo hay muy especial pero no es lo de las religiones", quedan exageradamente representados.

Por supuesto, La Contra no solo entrevista catalanes, sino todo tipo de personajes internacionales peculiares que pasan por Barcelona y alrededores. 

¿Basta el "dios vaporoso"?
Uno de los entrevistados en 2014 fue el doctor Jorge Campamà Bosch, especialista en enfermos críticos. Su definición de entonces en La Contra: "Tengo 52 años. Casado, dos hijas. Trabajé en el hospital de Bellvitge, en la Quirón y la Teknon. Tengo mi propia consulta y soy guitarrista. Urge hacer un mundo más solidario y feliz. Me he convencido a través de la ciencia de que el Dios de la bondad y de la compasión existe". Hablaba sobre la compasión en el acompañamiento al enfermo. 



 El doctor Jorge Campamà Bosch defiende que no es lo mismo el Dios del amor que las creencias vaporosas que llevan al tarot de la televisión de madrugada

Este médico publicó el 21 de enero una Carta comentando la estadística del otro lector. La reproducimos íntegra.

»Genial la iniciativa de Carlos Madrigal de computar en estadística las creencias acerca de Dios de los entrevistados en La contra. Yo tuve el honor de ser uno de ellos y les confesaré estar en el 22,5% de los que creen.

»Tan interesante como los ­números debería ser su interpretación y el hecho de que un porcentaje superior se remita a abstracciones espirituales indefinidas.

»¿Es lo mismo el Dios de la bondad que aquel que requiere sacrificios humanos o meros rituales sin sentido? ¿El que infunde la cuántica, el darwinismo, la matemática y la belleza como lenguajes del universo por Él concebido, que el hecho a medida de la ignorancia, la crueldad o el materialismo a ultranza?

»La estadística sirve cuando arroja conclusiones y lo cierto es que muchos siguen consultando el tarot desaprensivo de la televisión de madrugada antes que plantearse tales cuestiones. ¿Qué estadística engrosarían ellos, que como tantos creen en más de lo que se ve y en cambio no les­importa lo que subyace en tal ­creencia?

»La espiritualidad humana está impresa en nuestro lóbulo temporal. Y eso es evidencia científica (es estimulada en algunas formas de epilepsia, se conoce como neuroteología). La gran duda es si se trata sólo de un rasgo evolutivo o la llamada divina en nuestro interior. ¿Qué estadística engrosaría usted?