«El problema de nuestro tiempo es la quiebra moral y de humanidad que padecemos», avisa Cañizares
Durante la conclusión de los cursos de verano de la Universidad Católica de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares hizo un diagnóstico de la situación actual y del ataque al hecho religioso y su manifestación pública que se está dando en España.
De este modo, el arzobispo de Valencia aseguró queel Estado que promueve el laicismo “se vuelve contra el ser humano”, porque “no puede haber una sociedad libre, solidaria y que progrese sin Dios”.
“El olvido y rechazo de Dios quiebra interiormente las aspiraciones del ser humano y socava las bases de la convivencia y de la dignidad inviolable de la persona. En esa ausencia se gesta la crisis moral de la actualidad, porque quien no conoce a Dios, no conoce al hombre y quien destruye a Dios, destruye la humanidad de la persona, ignorando su verdadera dignidad y grandeza”, expuso el prelado valenciano, tal y como recoge la agencia AVAN.
Defender la vida no es una "imposición moral"
En ese sentido, el cardenal Cañizares recordó que el laicismo considera “intromisión abusiva” que se señalen “principios morales fundamentales, válidos por sí mismos, universales y que tienen su fundamento más firme en Dios creador”. Así, “se intenta en vano crear una sociedad moderna en la que se prescinde de la moral como si se tratase de una imposición, lo que en realidad es una exigencia del bien común”.
Por ello, el arzobispo insistió no se puede tachar de “imposición moral” la defensa de la vida humana “en todas las fases de su existencia” o defender que no se “instrumentalice” a ningún ser humano: “La Iglesia no propugna una sociedad confesional. La fe se propone, no se impone; pero los cristianos tenemos el deber de afirmar a Dios porque así afirmamos y servimos al hombre”.
“El problema de nuestro tiempo es la quiebra moral y de humanidad que padecemos, unida a la ausencia de Dios del espacio humano y cultural, camuflado, además, en una religiosidad vacía. La más grande de las indigencias es la falta de Dios, sin el que el mundo es árido, abatido, sin futuro y sin salida, sin esperanza. Y solo con Dios la Tierra será verdaderamente humana y habitable”, ha señalado.
No entender a Francisco "de una manera superficial"
Por otra parte, el Cardenal Cañizares resaltó las figuras de Francisco y Benedicto XVI, entre los que no existe “ningún tipo de ruptura”, sino una “gran continuidad” en sus pontificados: “Francisco no es la ONU; no es el Papa de la caridad simplemente, como algunos quieren vender; es el Papa de la caridad de Dios, el Papa de los pobres y de la esperanza. Fijaos en cómo celebra la eucaristía, Francisco entra verdaderamente en el Misterio de Dios. El que no comprende esto, entiende a este Papa de una manera muy superficial”.
Además, remarcó que, junto a los pobres, la sociedad actual deja “muchos descartados”. Entre ellos, se ha referido a los niños y jóvenes, que son hoy “como aquel que bajaba por el camino de Jericó y fue asaltado y dejado en la cuneta” y ha invitado a la comunidad universitaria y a toda la iglesia diocesana a “curar sus heridas” a través “del amor de Dios en la tarea educativa”.