Agreden brutalmente a una religiosa en plena calle en Granada: «Esto es por ser monja»
Este jueves sor Rosario, religiosa de la Congregación de las Esclavas de la Inmaculada Niña de Granada fue brutalmente agredida por un individuo con el que se cruzó por la calle y que le propinó un puñetazo en la nariz y que tras la agresión le dijo: “Esto por ser monja”.
Como consecuencia de la agresión, sor Rosario tiene la nariz rota y la cara completamente hinchada por el puñetazo. En declaraciones en Cope, y que recoge ABC, la monja ha contado que “cuando regresaba de dejar a los niños de la escuela hogar que tenemos en el colegio vi a un chico que venía de frente. Me eché a un lado y es cuando sentí el golpe de frente y me dijo ‘esto por ser monja’”.
“Tengo mucho dolor”, ha asegurado durante la entrevista mientras se lamentaba que todavía se tenga que vivir este tipo de situaciones violentas. “Nosotras vivimos desde el respeto”, dijo ella.
El agresor podría conocerla
Según ha asegurado, el agresor podría conocerla aunque fuera de vista puesto que sor Rosario no iba vestida con el hábito, aunque sí con la medalla, por lo que supone que el agresor conocía su trabajo diario. “Nos vería llevar y traer a los niños y sería de la zona”, ha apuntado.
Sor Rosario, que ha presentado la correspondiente denuncia, ha explicado que el chico que la pegó era “un joven de unos 25 años, de estatura mediana, complexión fuerte, melena rizada, piel morena y con cicatrices en brazos y piernas”.
Escuche aquí la entrevista íntegra a sor Rosario en COPE
Como consecuencia de la agresión, sor Rosario tiene la nariz rota y la cara completamente hinchada por el puñetazo. En declaraciones en Cope, y que recoge ABC, la monja ha contado que “cuando regresaba de dejar a los niños de la escuela hogar que tenemos en el colegio vi a un chico que venía de frente. Me eché a un lado y es cuando sentí el golpe de frente y me dijo ‘esto por ser monja’”.
“Tengo mucho dolor”, ha asegurado durante la entrevista mientras se lamentaba que todavía se tenga que vivir este tipo de situaciones violentas. “Nosotras vivimos desde el respeto”, dijo ella.
El agresor podría conocerla
Según ha asegurado, el agresor podría conocerla aunque fuera de vista puesto que sor Rosario no iba vestida con el hábito, aunque sí con la medalla, por lo que supone que el agresor conocía su trabajo diario. “Nos vería llevar y traer a los niños y sería de la zona”, ha apuntado.
Sor Rosario, que ha presentado la correspondiente denuncia, ha explicado que el chico que la pegó era “un joven de unos 25 años, de estatura mediana, complexión fuerte, melena rizada, piel morena y con cicatrices en brazos y piernas”.
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