El cardenal Blázquez, en la plenaria de obispos, elogia «la Constitución de todos y para todos»
Los obispos españoles celebran su Asamblea Plenaria del 18 al 22 de noviembre. Entre los temas a tratar:
- modificación de los nuevos Estatutos de la CEE
- líneas pastorales de la CEE para el quinquenio 2021-2025.
- borrador del texto sobre la protección de los menores y las personas vulnerables
- documento “Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida”
- itinerario de formación para novios
- borrador de Protocolo para la protección de los bienes eclesiásticos
- edición renovada del Ritual del Bautismo
- textos litúrgicos de san Pablo VI en castellano, catalán, euskera y gallego
- textos litúrgicos en lengua catalana del Misal Romano en su 3ª Edición Enmendada.
Michael F. Crotty, encargado de Negocios de la Nunciatura, en representación del Nuncio, el filipino Bernardito Aúza, que aún no ha llegado a España, alabó estos temas. "En el temario se percibe claramente la palabra y orientación del Santo Padre Francisco en los temas de la familia, y la defensa de la vida desde el proyecto de Dios, su Creador: la atención y acompañamiento de los novios, la acogida y protección de la persona en todo el itinerario de su vida, particularmente en los estados más vulnerables. Este proyecto encuentra su causa en el amor de Dios, y ese mismo amor es su sentido".
Blázquez, la Transición española y la Constitución
En su discurso (puede leerse completo aquí), el presidente de los obispos españoles, Ricardo Blázquez, recordó algunos cambios en el episcopado desde abril. Murieron 4 obispos: Juan Antonio Menéndez, de Astorga; el cardenal José Manuel Estepa, arzobispo emérito castrense; Gregorio Martínez Sacristán, obispo de Zamora; e Ignacio Noguer Carmona, obispo emérito de Huelva. Y dos clérigos de origen andaluz fueron creados cardenales: el salesiano y arzobispo de Rabat, Cristóbal López, y el comboniano Miguel Ángel Ayuso, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
El obispo dedicó el tercio final de su discurso a hablar de la situación política del país y de su relación con la Constitución española.
"En los últimos días personas con responsabilidades políticas han emitido opiniones sobre nuestra situación [la de los españoles]; unas claras que tranquilizan, otras bastantes oscuras que dejan perplejidad y otras de carácter reivindicativo que crean sobresaltos. No es exagerado decir que probablemente una cierta confusión nos envuelve; como estas manifestaciones que se han ido sucediendo rozan con frecuencia aspectos fundamentales de la Constitución aprobada el año 1978, la inquietud afecta más hondamente a nuestra convivencia", leyó el arzobispo.
"Los españoles hicimos una Transición de un régimen a otro y de una norma fundamental a otra, en un horizonte de futuro que se divisaba lleno de incertidumbres. Muchos factores hicieron posible la concordia que por una parte expresa nuestra Constitución y por otra desea garantizarla. Con la aspiración al encuentro o al reencuentro de todos, después de muchos años de separaciones interiores y exteriores; mediante la purificación de la memoria y la búsqueda con grandes dosis de generosidad y confianza mutua se llegó a un consenso donde pudiéramos convivir todos en libertad y respeto, a través del diálogo. En este ambiente fue elaborado el texto de la Constitución, escuchando a todos y sin excluir a nadie. La Constitución fue aprobada por Las Cortes y ratificada por el pueblo español. Es una Constitución de todos y para todos. La aprobación de la Constitución despejó el horizonte; a los españoles produjo satisfacción y desde el exterior de España muchos manifestaron su admiración. Fue posible la reconciliación y la concordia", añadió.
Blázquez reconoció que la Constitución "está abierta a posibles reformas para las cuales la misma Constitución ha indicado el procedimiento. El éxito de la Transición con el fruto de la Constitución fue motivo de serenidad que no puede ser cuestionado rompiendo el acuerdo con el que fue aprobado. En esta cuestión el todo es cualitativamente distinto de la suma de las partes. La concordia de todos dentro de las legítimas diversidades es un bien inestimable. Que la tentación del caos no prevalezca nunca sobre la unidad asegurada por la Constitución", afirmó el arzobispo de Valladolid.
Libertad religiosa y relación con otras religiones
El arzobispo Blázquez también habló de la libertad religiosa y de conciencia. "La persona puede refugiarse en su intimidad siempre y decir allí libremente sí o no. Pero esta libertad no basta. Es un atropello a la persona forzarla a simular tanto la fe como la creencia. No es legítimo que haya “falsos conversos”, ni por intereses ni porque se discrimine a las personas en la sociedad. Toda persona tiene derecho a vivir en sintonía el corazón y los labios, la existencia personal, familiar y social. La declaración conciliar [del Concilio Vaticano II] sobre libertad religiosa en materia civil ilumina la dimensión misionera de la Iglesia, la relación con Dios en gratitud, obediencia y adoración, la comunicación entre las personas, con la que actualmente, por la pluralidad religiosa de las sociedades y por la movilidad humana, diariamente convivimos. Ni indiferencia religiosa, ni coacción en un sentido u otro, ni privilegios o discriminaciones por condiciones concretas (raza, color, sexo, nación, lengua, posición social, formación…). La humanidad no puede ser familia de hermanos bien avenidos sin el respeto y la promoción de la libertad religiosa".
Después comentó algunos documentos firmados en el Vaticano por el Papa o por oficiales de la Curia con representantes de otras religiones. Así, la «Declaración sobre la Fraternidad Humana por la paz mundial y la convivencia común», con las autoridades musulmanas suníes de Al-Azhar recoge la defensa de la familia, de las convicciones religiosas y de la paz frente a los discursos que usan la religión para la guerra. Y la Declaración conjunta de judíos, cristianos y musulmanes sobre el final de la vida, firmada con el rabino Abraham Steinberg, copresidente del Consejo Israelí de Bioética; y Syamsul Anwar, presidente del Comité Central de la Muhammadiyah de Indonesia, defiende la vida frente a la eutanasia y la atención humana y religiosa a los moribundos.
También recordó el Congreso de Laicos que organiza la Conferencia Episcopal y tendrá lugar en Madrid los días 14 a16 de febrero de 2020.