Los obispos españoles eligen presidente coincidiendo con el nuevo gobierno laicista PSOE-Podemos
Esta próxima semana se producirá la renovación de los cargos de la Conferencia Episcopal Española, entre ellos el de presidente que hasta ahora ostentaba el cardenal Ricardo Blázquez, que no podrá ser reelegido tras dos mandatos en la presidencia.
Estas elecciones en el órgano de los obispos coinciden precisamente con la llegada del nuevo gobierno de coalición de PSOE y Podemos, con un carácter marcadamente laicista y que plantea leyes totalmente contrarias a la moral cristiana como por ejemplo la de la eutanasia.
Numerosos retos y problemas por delante
La presidencia que salga de estas elecciones deberá enfrentarse a numerosos retos y a un clima político y social muy crispado, y con una más que segura campaña de acoso y derribo contra la Iglesia por parte de las instituciones.
La Asamblea Plenaria se celebrará en la sede de la Conferencia Episcopal Española del 2 al 6 de marzo de 2020. La renovación de cargos se realizará para el cuatrienio 2020-2024, excepto el de secretario general, que se elige para un período de cinco años y que no se votará estos días.
La Asamblea dará comienzo con el discurso del arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, y el saludo del nuevo nuncio apostólico en España, Monseñor Bernardito Auza. El representante pontificio asiste por primera vez a la Plenaria tras su llegada a España el pasado mes de diciembre.
La renovación de cargos se hará conforme a los nuevos estatutos y la nueva estructura de la Conferencia Episcopal que ya han recibido la Recognitio de la Santa Sede. Los obispos elegirán al Presidente, vicepresidente, miembros de la Comisión Ejecutiva, los presidentes de las Comisiones y Subcomisiones Episcopales, el presidente del Consejo Episcopal de Asuntos Jurídicos; y los tres miembros del Consejo Episcopal de Economía. Todos los obispos miembros sin cargo por elección de la Plenaria se incorporarán a uno de estos organismos.
Las elecciones comenzarán el martes 3 de marzo por la mañana, pero ya en la tarde del 2 se realizará una votación de sondeo, no vinculante, pero que servirá como información a los obispos.
Obispos con derecho a voto
En esta reunión de la Asamblea Plenaria serán 87 electores: 4 cardenales; 12 arzobispos; 48 obispos; y 18 auxiliares. Además del administrador apostólico de Ciudad Rodrigo y los administradores diocesanos de Astorga, Coria-Cáceres, Ibiza y Zamora.
Para los cargos de presidente y vicepresidente son elegibles los obispos con derecho a voto, excepto los obispos auxiliares, y los administradores apostólicos y diocesanos, es decir, un total de 67.
Mientras, para el resto de cargos, podrán ser elegidos todos los que tienen derecho a voto (obispos y administradores). Para la elección de los cargos de la CEE se necesita mayoría absoluta (la mitad más uno) de los presentes en cada una de las votaciones. Si en las dos primeras votaciones nadie obtiene la mayoría necesaria, se procederá a una tercera votación entre los dos obispos más votados.
Si en esta votación hubiera empate, resultaría elegido el de mayor edad. Se da la circunstancia de que dos obispos elegibles nacieron el mismo día, Antonio Cañizares y Juan José Asenjo. En la elección de los vocales de las Comisiones, Subcomisiones, Consejos y órganos análogos basta la mayoría relativa en primera votación. El escrutinio lo realizan los secretarios de actas de la Asamblea, es decir, los dos obispos de más reciente ordenación, con la ayuda de los asistentes de la sala que se asignan en cada Asamblea Plenaria entre los directores de los secretariados de las distintas Comisiones Episcopales.
Finalizado el escrutinio, el secretario general de la Conferencia dará cuenta a la Asamblea del resultado de las votaciones. Como novedad en estas elecciones, los prelados probarán una aplicación informática para votar y recibirán buena parte de la documentación en 'tablets', en el marco del proyecto 'cero papel', con el que la Conferencia Episcopal Española pretende eliminar el uso del papel de sus trabajos ordinarios.