La Sagrada Familia de Gaudí es «una gran farsa», según el concejal de Arquitectura de Barcelona
El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, la obra más célebre de Antonio Gaudí (18521926) y uno de los principales centros de interés turístico de Barcelona, ha sido objeto de un insólito ataque, como recoge ABC:
Una «mona de Pascua gigante» y «una gran farsa». Con estas palabras ha despachado el concejal de Arquitectura, Paisaje Urbano y Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona, el socialista Dani Mòdol, la basílica de la Sagrada Familia, buque insignia de la arquitectura modernista que el edil del PSC considera una «pseudoobra de Gaudí».
Aprovechado la aprobación de una propuesta del PP para el gobierno municipal formado por BComú y PSC presente una propuesta de urbanización de los entornos del templo en el plazo de seis meses, Modol se ha referido al emblemático edificio de Gaudí como «una gran farsa que arrastramos desde hace tiempo» y «un tipo de mona de Pascua gigante que hace su camino desde las manos de unos privados».
«No creemos que haya ninguna urgencia para que la pseudoobra de Antoni Gaudí acabe», ha asegurado Mòdol, quien ve «irrealizable» la ordenación urbanística prevista, que plantea derribar diversas viviendas, y ha votado a favor de la propuesta del PP al considerar el PSC que la preocupación por los vecinos centra la medida, que también han apoyado el resto de grupos, excepto la CUP, que ha votado en contra.
Los términos en que se ha expresado el concejal de Arquitectura sobre este emblemático edificio han provocado el rechazo de algunos concejales y del portavoz de CiU, Joaquim Forn, quien ha asegurado que estas frases les han dejado «preocupados».
Por su parte, la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha afirmado que «para el gobierno municipal, la urbanización de este entorno no es una prioridad inmediata de ejecución», pero sí lo es evaluar con el vecindario el futuro del barrio. También ha reiterado que el gobierno municipal rechaza la construcción de la escalinata monumental de la fachada de la Gloria, que ocuparía el espacio que ahora tiene la calle Mallorca.
El concejal de la CUP Josep Garganté ha explicado el «no» de su grupo porque están en contra del derribo de edificios previsto y proponen dejar «de pagar la fiesta al obispado», ya que la Sagrada Familia es propiedad del arzobispado de Barcelona que impulsa las obras.
Una «mona de Pascua gigante» y «una gran farsa». Con estas palabras ha despachado el concejal de Arquitectura, Paisaje Urbano y Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona, el socialista Dani Mòdol, la basílica de la Sagrada Familia, buque insignia de la arquitectura modernista que el edil del PSC considera una «pseudoobra de Gaudí».
Aprovechado la aprobación de una propuesta del PP para el gobierno municipal formado por BComú y PSC presente una propuesta de urbanización de los entornos del templo en el plazo de seis meses, Modol se ha referido al emblemático edificio de Gaudí como «una gran farsa que arrastramos desde hace tiempo» y «un tipo de mona de Pascua gigante que hace su camino desde las manos de unos privados».
«No creemos que haya ninguna urgencia para que la pseudoobra de Antoni Gaudí acabe», ha asegurado Mòdol, quien ve «irrealizable» la ordenación urbanística prevista, que plantea derribar diversas viviendas, y ha votado a favor de la propuesta del PP al considerar el PSC que la preocupación por los vecinos centra la medida, que también han apoyado el resto de grupos, excepto la CUP, que ha votado en contra.
Los términos en que se ha expresado el concejal de Arquitectura sobre este emblemático edificio han provocado el rechazo de algunos concejales y del portavoz de CiU, Joaquim Forn, quien ha asegurado que estas frases les han dejado «preocupados».
Por su parte, la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha afirmado que «para el gobierno municipal, la urbanización de este entorno no es una prioridad inmediata de ejecución», pero sí lo es evaluar con el vecindario el futuro del barrio. También ha reiterado que el gobierno municipal rechaza la construcción de la escalinata monumental de la fachada de la Gloria, que ocuparía el espacio que ahora tiene la calle Mallorca.
El concejal de la CUP Josep Garganté ha explicado el «no» de su grupo porque están en contra del derribo de edificios previsto y proponen dejar «de pagar la fiesta al obispado», ya que la Sagrada Familia es propiedad del arzobispado de Barcelona que impulsa las obras.
Comentarios