Munilla lamenta que ningún grupo parlamentario defienda la vida: la política refleja la crisis moral
Pasadas las elecciones nacionales en España, el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha comentado la compleja situación política del país -no está claro qué combinación puede dar un Gobierno- en su programa de Radio María, Sexto Continente.
Munilla constata que ningún partido en el Congreso de los Diputados defiende los principios mínimos no negociables que expuso Benedicto XVI (derecho a la vida, defensa de la familia, derechos de los padres sobre la educación de los hijos, búsqueda del bien común).
“El derecho a la vida no es defendido incondicionalmente por ninguno de los grupos políticos representados y eso es una grandísima carencia”, ha lamentado el obispo vasco, muy popular por su presencia en Radio María y en las redes sociales.
“El mundo de la política es un reflejo de la crisis moral y la crisis ética de nuestra sociedad”, ha afirmado. Y pone como ejemplo que los cristianos y quienes defienden sus valores no tienen quien les represente en el Parlamento.
Con todo, Munilla anima a los políticos que han salido elegidos a actuar con responsabilidad y esforzarse por configurar un nuevo gobierno. Les exige dejar de lado sus luchas de poder y buscar el bien común, eso sí, “en la medida que se puede hablar de bien común habiendo dejado entre paréntesis el derecho a la vida de los más inocentes”.
Munilla luego pone como ejemplo el Brexit: David Cameron, por razones particulares de intereses dentro de su partido, puso en marcha un referéndum que dividió al país y lo ha debilitado. “Convocó ese referéndum para llegar a un acuerdo político en el que él fuera investido”, ha criticado Munilla.
Pero Europa tiene, asegura el obispo, un problema de fondo: al negar sus raíces cristianas, pierde su alma, algo que una a todos sus integrantes.
“Europa tiene el peligro de ser un gran supermercado y que su única alma sea el euro”, señala. La única alternativa: redescubrir la raíz cristiana del proyecto europeo y asumirla.
Munilla constata que ningún partido en el Congreso de los Diputados defiende los principios mínimos no negociables que expuso Benedicto XVI (derecho a la vida, defensa de la familia, derechos de los padres sobre la educación de los hijos, búsqueda del bien común).
“El derecho a la vida no es defendido incondicionalmente por ninguno de los grupos políticos representados y eso es una grandísima carencia”, ha lamentado el obispo vasco, muy popular por su presencia en Radio María y en las redes sociales.
“El mundo de la política es un reflejo de la crisis moral y la crisis ética de nuestra sociedad”, ha afirmado. Y pone como ejemplo que los cristianos y quienes defienden sus valores no tienen quien les represente en el Parlamento.
Con todo, Munilla anima a los políticos que han salido elegidos a actuar con responsabilidad y esforzarse por configurar un nuevo gobierno. Les exige dejar de lado sus luchas de poder y buscar el bien común, eso sí, “en la medida que se puede hablar de bien común habiendo dejado entre paréntesis el derecho a la vida de los más inocentes”.
Munilla luego pone como ejemplo el Brexit: David Cameron, por razones particulares de intereses dentro de su partido, puso en marcha un referéndum que dividió al país y lo ha debilitado. “Convocó ese referéndum para llegar a un acuerdo político en el que él fuera investido”, ha criticado Munilla.
Pero Europa tiene, asegura el obispo, un problema de fondo: al negar sus raíces cristianas, pierde su alma, algo que una a todos sus integrantes.
“Europa tiene el peligro de ser un gran supermercado y que su única alma sea el euro”, señala. La única alternativa: redescubrir la raíz cristiana del proyecto europeo y asumirla.
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