Un alumno lo delató; se beatifica también a 4 discípulos suyos
Valentín Palencia, volcado en ayudar huérfanos y mártir en 1937, beatificado este sábado en Burgos
La diócesis de Burgos acoge este sábado 23 de abril la beatificación del sacerdote Valentín Palencia y de cuatro jóvenes discípulos suyos, mártires de la persecución religiosa durante la Guerra Civil española. Fueron asesinados el 15 de enero de 1937, cerca de Suances, en Cantabria.
Es la primera beatificación que se celebra en la diócesis y tendrá lugar en la Catedral de Burgos. La ceremonia la presidirá el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato, como enviado del Papa Francisco, acompañado por el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez. Con la ceremonia, los nuevos beatos podrán ser venerados públicamente en la diócesis y tendrán su propia fiesta litúrgica el 15 de enero.
Valentín Palencia, el hombre de los huérfanos
El padre Valentín era famoso en su época por su generoso trabajo con niños y jóvenes. Este mérito y entrega fue reconocido por el Gobierno español de Primo de Rivera en 1925, otorgándole la Cruz de Beneficiencia con distintivo blanco. Murió mártir al ser delatado por un alumno a los milicianos del Frente Popular en Torrelavega.
Era hijo de un zapatero. A los trece años comenzó a estudiar en el Seminario de San Jerónimo, siempre externo, por falta de medios económicos, pero con buenos resultados.
Ordenado sacerdote, y tras su paso por Susinos del Páramo (Burgos), pronto inició en la capital burgalesa su actividad caritativa y social recogiendo niños huérfanos, marginados y desvalidos, por lo que fue nombrado director, capellán y profesor del Patronato de San José, para la enseñanza y educación de niños pobres.
Unidos en la Fe y en la Amistad, cuadro de Cándido Pérez Palma, una representación de los beatos que será exhibida en la celebración
Aunque con muchas carencias y con gran confianza en la Providencia, nunca rechazó a nadie en el Patronato. El sacerdote tuvo a su cargo a más de un centenar de muchachos, 40 internos y unos 60 o 70 externos, a los que ayudaba, también, financiando un comedor de invierno.
Soñaba con llegar a crear una escuela profesional, pero tuvo que conformarse con un pequeño taller donde reforzaba la instrucción escolar con clases de dibujo, teatro o música. Tenía un coro y formó una banda de música, actuando en conciertos y procesiones.
En verano, a un grupo de sus músicos y a los niños pequeños que no tenían dónde ir, don Valentín los llevaba a la playa de Suances, donde en julio de 1936 les pilló la Guerra Civil.
La iglesia fue convertida en garaje y le prohibieron celebrar la misa. Él pasó a celebrarla en un rincón de su habitación y continuó atendiendo enfermos y llevando la comunión a las monjas Trinitarias.
Traicionado por uno de sus alumnos
Fue uno de sus alumnos, enfadado por no haber recibido una propina, quien acusó a don Valentín al Frente Popular de Torrelavega. Cuatro de sus alumnos, Donato Rodríguez, Germán García, Emilio Huidobro y Zacarías Cuesta quisieron acompañarle a declarar y fueron asesinados juntos en el monte cántabro de Tramalón de Ruiloba el 15 de enero de 1937.
Valentín Palencia y los niños que acogió en el Patronato de San José
Por ser mártir no se ha requerido un milagro para ser canonizado pero "aunque no hubiera sido mártir también hubiese tenido la posibilidad de ser beatificado por las tareas que llevó a cabo", como ha declarado en numerosas ocasiones Saturnino López Santidrián, catedrático de Teología Espiritual en la Universidad de Burgos, autor de una biografía de Valentín Palencia.
Actividades para la beatificación
La diócesis de Burgos ha preparado numerosas actividades para dar a conocer la vida y obra de Valentín y hacer llegar la memoria del nuevo beato a todas las edades, comenzando por los más pequeños.
En este sentido, el seminarista Rodrigo Camarero y el diácono Luis Renedo han editado el libro De Burgos al cielo. La historia de don Valentín y sus amigos contada a los niños y se realizará un concurso escolar de dibujo.
Para conocer la faceta educadora del sacerdote se podrá asistir a un congreso y para conocer los ambientes por donde se movía Valentín, la diócesis ha organizado una ruta llamada Huellas de Don Valentín.
Rodrigo Camarero y Luis Renedo explican la vida del mártir en un libro para niños
El homenaje a Valentín tiene también su vertiente artística con el cuadro Unidos en la Fe y en la Amistad, realizado por el pintor Cándido Pérez Palma, quien le ha representado frente a la Catedral con los cuatro jóvenes que le acompañaron en el martirio.
El recuerdo del mártir contará además con su propio himno, creado por Carlos García e Inocencio Fernández.
A la celebración asistirán, entre otros, el cardenal Antonio María Rouco Varela, el arzobispo emérito de Burgos, Francisco Gil Hellín o el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino.
También participarán los párrocos de las localidades natales de los nuevos beatos, así como sus alcaldes y algunos miembros de sus corporaciones municipales, al igual que los familiares de los mártires. Además están llamados a participar todos los fieles de la diócesis y se habilitarán varias capillas con sillas y bancos para poder seguir la ceremonia.
Es la primera beatificación que se celebra en la diócesis y tendrá lugar en la Catedral de Burgos. La ceremonia la presidirá el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato, como enviado del Papa Francisco, acompañado por el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez. Con la ceremonia, los nuevos beatos podrán ser venerados públicamente en la diócesis y tendrán su propia fiesta litúrgica el 15 de enero.
Valentín Palencia, el hombre de los huérfanos
El padre Valentín era famoso en su época por su generoso trabajo con niños y jóvenes. Este mérito y entrega fue reconocido por el Gobierno español de Primo de Rivera en 1925, otorgándole la Cruz de Beneficiencia con distintivo blanco. Murió mártir al ser delatado por un alumno a los milicianos del Frente Popular en Torrelavega.
Era hijo de un zapatero. A los trece años comenzó a estudiar en el Seminario de San Jerónimo, siempre externo, por falta de medios económicos, pero con buenos resultados.
Ordenado sacerdote, y tras su paso por Susinos del Páramo (Burgos), pronto inició en la capital burgalesa su actividad caritativa y social recogiendo niños huérfanos, marginados y desvalidos, por lo que fue nombrado director, capellán y profesor del Patronato de San José, para la enseñanza y educación de niños pobres.
Unidos en la Fe y en la Amistad, cuadro de Cándido Pérez Palma, una representación de los beatos que será exhibida en la celebración
Aunque con muchas carencias y con gran confianza en la Providencia, nunca rechazó a nadie en el Patronato. El sacerdote tuvo a su cargo a más de un centenar de muchachos, 40 internos y unos 60 o 70 externos, a los que ayudaba, también, financiando un comedor de invierno.
Soñaba con llegar a crear una escuela profesional, pero tuvo que conformarse con un pequeño taller donde reforzaba la instrucción escolar con clases de dibujo, teatro o música. Tenía un coro y formó una banda de música, actuando en conciertos y procesiones.
En verano, a un grupo de sus músicos y a los niños pequeños que no tenían dónde ir, don Valentín los llevaba a la playa de Suances, donde en julio de 1936 les pilló la Guerra Civil.
La iglesia fue convertida en garaje y le prohibieron celebrar la misa. Él pasó a celebrarla en un rincón de su habitación y continuó atendiendo enfermos y llevando la comunión a las monjas Trinitarias.
Traicionado por uno de sus alumnos
Fue uno de sus alumnos, enfadado por no haber recibido una propina, quien acusó a don Valentín al Frente Popular de Torrelavega. Cuatro de sus alumnos, Donato Rodríguez, Germán García, Emilio Huidobro y Zacarías Cuesta quisieron acompañarle a declarar y fueron asesinados juntos en el monte cántabro de Tramalón de Ruiloba el 15 de enero de 1937.
Valentín Palencia y los niños que acogió en el Patronato de San José
Por ser mártir no se ha requerido un milagro para ser canonizado pero "aunque no hubiera sido mártir también hubiese tenido la posibilidad de ser beatificado por las tareas que llevó a cabo", como ha declarado en numerosas ocasiones Saturnino López Santidrián, catedrático de Teología Espiritual en la Universidad de Burgos, autor de una biografía de Valentín Palencia.
Actividades para la beatificación
La diócesis de Burgos ha preparado numerosas actividades para dar a conocer la vida y obra de Valentín y hacer llegar la memoria del nuevo beato a todas las edades, comenzando por los más pequeños.
En este sentido, el seminarista Rodrigo Camarero y el diácono Luis Renedo han editado el libro De Burgos al cielo. La historia de don Valentín y sus amigos contada a los niños y se realizará un concurso escolar de dibujo.
Para conocer la faceta educadora del sacerdote se podrá asistir a un congreso y para conocer los ambientes por donde se movía Valentín, la diócesis ha organizado una ruta llamada Huellas de Don Valentín.
Rodrigo Camarero y Luis Renedo explican la vida del mártir en un libro para niños
El homenaje a Valentín tiene también su vertiente artística con el cuadro Unidos en la Fe y en la Amistad, realizado por el pintor Cándido Pérez Palma, quien le ha representado frente a la Catedral con los cuatro jóvenes que le acompañaron en el martirio.
El recuerdo del mártir contará además con su propio himno, creado por Carlos García e Inocencio Fernández.
A la celebración asistirán, entre otros, el cardenal Antonio María Rouco Varela, el arzobispo emérito de Burgos, Francisco Gil Hellín o el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino.
También participarán los párrocos de las localidades natales de los nuevos beatos, así como sus alcaldes y algunos miembros de sus corporaciones municipales, al igual que los familiares de los mártires. Además están llamados a participar todos los fieles de la diócesis y se habilitarán varias capillas con sillas y bancos para poder seguir la ceremonia.
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