La Casa de Misericordia de Barcelona abre una ventana digital a casi 450 años de acción social
En un acto celebrado este martes en el Institut d’Estudis Catalans de Barcelona, la Fundació Casa de Misericòrdia presentó la digitalización de su archivo, una monumental aproximación documental a la historia de la ciudad.
La Casa de Misericordia fue fundada en 1581 por el sacerdote Diego Pérez Valdivia, catedrático de la Universidad de Barcelona, quien consiguió la ayuda del Consejo de Ciento para fundar un asilo que acogiese a las numerosas personas que vivían sin techo en la Ciudad Condal. Instalado en la Casa de los Ángeles, a partir de 1584 pasó a denominarse Hospital Nuestra Señora de la Misericordia.
Desde su fundación, la Casa de Misericordia cubrió un amplio espectro de necesidades sociales, atendiendo a personas sin recursos, con especial atención a niñas y mujeres, a quienes ofrecía oportunidades de educación y capacitación profesional que les permitiesen salir de la pobreza.
Clase de labores en la Casa de Misericordia, 1930.
Esa tarea desarrollada de forma continua durante casi 450 años ha dado lugar a una ingente cantidad de documentos de gran importancia para conocer la historia de Barcelona. El proceso de digitalización pone ahora a disposición de los investigadores 320.000 ficheros, 5.709 documentos digitalizados y 391.200 páginas escaneadas. Se trata de fotografías, pergaminos, recibos, relaciones de limosnas, salarios, listas de compra, etc., accesible a través de una página web creada al efecto.
Dormitorio infantil en la Casa de Misericordia, 1930.
En el acto intervinieron Josep Maria Genescà, presidente de la Fundación; Joan Galtés, sacerdote e historiador; Miquel Termens, profesor de Biblioteconomía y Documentación; y Sergi Deltor, consultor en comunicación gráfica. Todos valoraron la importancia de este proceso de digitalización, al tiempo que se destacaba la labor social, antes y ahora de la Casa de Misericordia, que actualmente está diversificando su tarea benéfica para adaptarla a nuevas necesidades, como las esclavitudes digitales o las enfermedades raras.