Isabel Peralta tiene 25 años y explica cómo la enfermedad le ha acercado a Dios
Al volver de la luna de miel supo que tenía cáncer, pero no renegó: «Noto al Señor más que nunca»
En una pareja la boda, la luna de miel y el primer tiempo como recién casados es uno de los recuerdos que con más cariño se guardan en el corazón. Sin embargo, Isabel Peralta y su marido vivieron estos momentos de una manera muy diferente a otros matrimonios.
Justo al volver de la luna de miel a esta malagueña de 25 años le detectaron un cáncer, y fue la primera gran prueba que vivió este matrimonio. Ambos se refugiaron en Dios para vivir la enfermedad y todo el proceso de curación. Ahora Isabel está prácticamente curada y asegura que el cáncer ha fortalecido su matrimonio y su relación con Dios. Cuenta su bello testimonio en esta entrevista con Javier Ruiz Nieto en la web de la Diócesis de Málaga:
- Le detectaron un cáncer cuando estaba recién casada
- Así es, tenía un bultito en la garganta pero me decían que no era nada, me casé en abril, me fui de viaje de novios, volví y los médicos me habían hecho una Tomografía por Emisión de Positrones (PET), para detectar si era cáncer o no y había salido positivo pero los resultados no cuadraban con los síntomas por lo que el médico me dijo que no me hacían más pruebas que me tendrían en revisión mensual durante un año pero yo dije que me hicieran una biopsia porque había algo que me estaba diciendo: "Hazte la biopsia" y efectivamente tenía un linfoma tipo Hodgkin, estuve todo el verano con la quimioterapia, ya estoy terminando con la radioterapia y en principio estoy bien y podemos decir que se ha eliminado el cáncer, no al cien por cien hasta que en febrero no me hagan la última prueba de PET.
- ¿Cómo reaccionó al conocer la noticia?
- El médico y mi madre se pusieron a llorar, el médico lo paso muy mal ya que llevaba un año y medio diciéndome que no tenía nada, y yo dije: “Bueno, no lloréis, ya sabemos lo que tenemos pues vamos adelante, yo sé que esto el Señor lo ha permitido por algo y si Él lo ha permitido, bueno va a ser".
- ¿Cuáles han sido sus mayores sufrimientos?
- La semana después de la quimioterapia me ponía muy mala, no podía dormir, en esos momentos el demonio venía y me machacaba, una noche sentí que me decía cosas como: "El Señor no existe sino no te mandaría esto"; "Estarías mejor muerta"; me asusté mucho, desperté a mi marido para que me ayudara, y él me estuvo recordando todo lo que el Señor había hecho hasta el momento por nosotros, recordamos una monición de la boda que decía "El Señor no te manda nada que tú no puedas soportar," y esa frase ha sido como el lema de toda la enfermedad.
- ¿Cómo se lo tomaron sus allegados?
- Las reacciones fueron muy diferentes, sobre todo entre las personas que viven con fe y las que viven sin ella. Las personas con fe tenían claro que esto iba a ser bueno de una manera u otra. La parte de mi familia que no vive la fe como nosotros lo pasó peor pero al ver mi reacción lo llevan mejor.
- Tras las pruebas positivas ¿cómo se siente?
- Esto me ha enseñado mucho. Estoy contenta, feliz y tranquila, no solo por haber terminado la enfermedad, sino también porque he notado al Señor más que nunca. Yo no firmo por decir "Otra vez cáncer", no, ya lo he pasado, pero no lo cambiaría, si volviera atrás y supiera que voy a tener cáncer no lo cambiaría, porque he aprendido mucho, he aprendido a valorar las cosas, mi matrimonio se ha reforzado, si no hubiera pasado por esto no lo hubiera descubierto nunca.
- ¿Cómo habría reaccionado si las pruebas hubiesen sido negativas?
- Era algo que tenía presente, que a lo mejor las pruebas no eran positivas, pero si no renegué en el momento, y no es obra mía, pues hubiera reaccionado igual. Si hubiera salido negativo, no me habría alegrado pero lo hubiera llevado adelante con la oración, con las peticiones de la parroquia, siguiendo con el Señor no hubiera renegado.
- ¿En qué consiste su fe?
- Para mí la fe es creer ciegamente. A veces llegamos a creer que el Señor es malo y que por eso te manda cosas malas pero Él permite que pasen esas cosas en tu vida para que aprendas, para que veas que no se acaba el mundo si no salen las cosas como quieres, que entiendas que cuando ves a alguien y sientes lástima porque tiene cáncer o porque tiene un hijo discapacitado, no pasa nada, cuando salimos de nuestra comodidad, y damos la vida por los demás somos felices, porque yo he estado mala y han dado la vida por mí y nadie se ha muerto por dar la vida por mí. La fe para mí es notar el amor de Dios ciegamente y sobre todas las cosas.
- ¿Le gustaría mandar a algún mensaje a las personas que vayan a pasar por esta situación o la estén pasando?
- Si son creyentes que tengan muy presente todo esto, cojan una imagen: una cruz, una estampa de una virgen a la que tengan devoción, la Biblia, cada uno lo suyo, y la tengan siempre presente. Es importante que lo vivan desde la alegría y sí, se puede vivir desde la alegría porque no es el fin, y si te vas a morir porque el cáncer es irreversible, disfruta lo que te queda de vida, porque vivimos pensando en la muerte cuando tenemos una enfermedad pero no pensamos que cuando no nos pasa nada puede darnos un infarto o tener un accidente y morir, es importante ser positivo, ánimo que se puede salir.