Loyola-Manresa, el Camino Ignaciano, celebrará a partir del 31 de julio su primer Año Jubilar
Con ocasión de la festividad de San Ignacio el 31 de julio, se anuncia que el año próximo, del 31 de julio de 2015 al 31 de julio de 2016, se celebrará el primer Año Jubilar del Camino Ignaciano. Además también se anuncia que seis años más tarde, del 31 de julio de 2021 al 31 de julio de 2022, se celebrará el segundo Año Jubilar, coincidiendo con la conmemoración del quinto centenario de la conversión de Íñigo de Loyola (14911556) y su peregrinación a Manresa. El cierre de estos dos años jubilares coincide con la celebración en domingo de la solemnidad de San Ignacio.
La tradición de peregrinar a los santuarios de Loyola y Manresa, muy popular desde el siglo XVII tras las canonizaciones de San Ignacio y San Francisco Javier, ha aumentado durante el siglo XX y principios del XXI, junto con el aumento de la piedad unida a las peregrinaciones. El Camino Ignaciano ha nacido con la vocación de vehicular esa piedad mediante una propuesta de peregrinación que rememora el camino recorrido por Ignacio de Loyola en 1522.
El trabajo de construcción de esta nueva ruta, iniciado a finales de 2010, ha dado como fruto la creación de la Obra Apostólica Camino Ignaciano (OACI) de la Compañía de Jesús, que queda constituida oficialmente el 31 de julio de 2014. Su misión será mantener vivo el espíritu ignaciano en los casi 700 kilómetros de peregrinación que unen el santuario de Loyola con el de La Cova de Manresa.
Para potenciar ese instrumento de encuentro con Dios y de crecimiento personal, y para memorar tal y como se merece ese 500 aniversario, con el beneplácito y apoyo de José Ignacio Munilla Aguirre, obispo de San Sebastián, y de Romà Casanova i Casanova, obispo de Vich, se celebrarán dos años de conmemoración jubilar en los santuarios de Loyola y Manresa, así como a lo largo del Camino Ignaciano entendido como experiencia continuada de los Ejercicios Espirituales.
El Jubileo del Camino Ignaciano alcanza a aquellos que cumpliendo las condiciones establecidas por el derecho canónico (misa, confesión y oración por las intenciones del Papa) realicen la peregrinación del Camino Ignaciano vivido en espíritu de peregrinación y siguiendo alguna modalidad de los Ejercicios Espirituales, visiten alguno de los santuarios ignacianos del camino, y lleven a cabo alguna obra de caridad ya sea antes o durante la peregrinación.
Además de contar con las gracias jubilares que pertenecen a los Ejercicios Espirituales por derecho canónico otorgado, el Papa Francisco ha concedido una indulgencia plenaria para los mencionados Años Jubilares.
La tradición de peregrinar a los santuarios de Loyola y Manresa, muy popular desde el siglo XVII tras las canonizaciones de San Ignacio y San Francisco Javier, ha aumentado durante el siglo XX y principios del XXI, junto con el aumento de la piedad unida a las peregrinaciones. El Camino Ignaciano ha nacido con la vocación de vehicular esa piedad mediante una propuesta de peregrinación que rememora el camino recorrido por Ignacio de Loyola en 1522.
El trabajo de construcción de esta nueva ruta, iniciado a finales de 2010, ha dado como fruto la creación de la Obra Apostólica Camino Ignaciano (OACI) de la Compañía de Jesús, que queda constituida oficialmente el 31 de julio de 2014. Su misión será mantener vivo el espíritu ignaciano en los casi 700 kilómetros de peregrinación que unen el santuario de Loyola con el de La Cova de Manresa.
Para potenciar ese instrumento de encuentro con Dios y de crecimiento personal, y para memorar tal y como se merece ese 500 aniversario, con el beneplácito y apoyo de José Ignacio Munilla Aguirre, obispo de San Sebastián, y de Romà Casanova i Casanova, obispo de Vich, se celebrarán dos años de conmemoración jubilar en los santuarios de Loyola y Manresa, así como a lo largo del Camino Ignaciano entendido como experiencia continuada de los Ejercicios Espirituales.
El Jubileo del Camino Ignaciano alcanza a aquellos que cumpliendo las condiciones establecidas por el derecho canónico (misa, confesión y oración por las intenciones del Papa) realicen la peregrinación del Camino Ignaciano vivido en espíritu de peregrinación y siguiendo alguna modalidad de los Ejercicios Espirituales, visiten alguno de los santuarios ignacianos del camino, y lleven a cabo alguna obra de caridad ya sea antes o durante la peregrinación.
Además de contar con las gracias jubilares que pertenecen a los Ejercicios Espirituales por derecho canónico otorgado, el Papa Francisco ha concedido una indulgencia plenaria para los mencionados Años Jubilares.
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