Se cumplen 100 años de procesión del Sagrado Corazón en Málaga: nació en tiempos hostiles a la fe

El próximo domingo 14 de junio se cumplen 100 años de la salida procesional de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús de Málaga. La procesión partirá desde la Iglesia de la Compañía de Jesús y recorrerá varias calles del centro histórico de la ciudad.

¿Cómo era hace cien años?
En 1915 el ambiente social de la ciudad de Málaga no era proclive a las manifestaciones religiosas por las calles. Era el ejemplo de la procesión del Sagrado Corazón que desde 1901 no salía por las calles debido al miedo a reyertas callejeras junto a los posibles altercados violentos que pudieran surgir.

El P. Tiburcio Arnáiz, sacerdote jesuita, había llegado años antes a la ciudad desde el noviciado de Granada.

Pudo comprobar que la procesión del Corazón de Jesús contaba con enemigos pero también con el deseo de muchas personas que sí querían procesionar la imagen; el miedo a altercados era la causa de no salir por las calles.

Desde distintos ámbitos de la ciudad le aconsejaban que convenía posponer la procesión hasta que la situación reinante pasase. Sin embargo cuando el P. Arnáiz es nombrado director del Apostolado de la Oración decide, contra viento y marea, sacar adelante su proyecto de volver a sacar por las calles de Málaga la procesión del Sagrado Corazón.



19 de junio de 1915 en Málaga

Y así ocurrió: el 19 de junio de 1915 tenía lugar la procesión del Sagrado Corazón de Jesús por las calles malacitanas. La procesión salía desde la Iglesia de San Agustín debido a que la actual Iglesia del Sagrado Corazón aún no había sido inaugurada. El resultado fue un acto brillante con la participación de todo el pueblo malagueño que quiso honrar al Divino Corazón de Jesús. Los diarios de la época se hacían eco de tal acontecimiento que había congregado a multitudes vitoreando al Corazón de Cristo.




No en vano, el boletín del obispado de Málaga, del 15 de julio, reseñaba así el acontecimiento: “A los atronadores vivas y a las entusiastas aclamaciones, siguió un gran silencio y entonces el humilde y fervoroso jesuita dijo: Esto que acabáis de hacer, cantar a Dios Rey, es lo que se hace en el cielo: tributar alabanzas al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Málaga ha dado una prueba de amor grande, de amor inmenso al divino Rey, que hoy ha triunfado en las calles de esta ciudad. Por la misericordia de este amantísimo Corazón, los que ahora nos encontramos aquí aclamando a Jesús, Rey Inmortal, continuaremos nuestras alabanzas a las tres personas de la Santísima Trinidad, como así lo deseo, a la vez que os doy mi bendición.”

Misionero popular
Los biógrafos del Padre Arnáiz destacan ese amor y pasión por la devoción al Sagrado Corazón que mantuvo durante los años de su sacerdocio. Fruto de esta espiritualidad son las labores sociales y promocionales que el sacerdote jesuita llegó a desarrollar en diversos rincones de Andalucía, destacando la ciudad de Málaga y su provincia.

Tiburcio Arnáiz era natural de Valladolid y tras ser ordenado sacerdote, ejerció como párroco en varios pueblos de Valladolid y Ávila. Durante su ministerio sacerdotal decide ingresar en la Compañía de Jesús y se traslada al noviciado de Granada.



El padre Tiburcio Arnáiz, en proceso de beatificación

Tras el periodo de formación se lanza por tierras de Murcia y Andalucía a misionar rincones variopintos. Su labor se centra, sobre todo, en las periferias de la época: barrios de las ciudades donde malvivían una cantidad ingente de personas y también los pueblos más recónditos donde la cultura humana y religiosa eran muy escasas.

Fruto de su labor misionera fue la fundación de la obra de las Doctrinas Rurales junto con María Isabel González del Valle y cuyos trabajos apostólicos aún perviven. Se trata de un grupo de seglares consagradas que misionan por diversos puntos de España: desde las zonas rurales más diseminadas hasta los barrios marginales de ciudades. Son las Misioneras de las Doctrinas Rurales (www.mdrurales.com)



El Padre Arnáiz (www.padrearnaiz.net) moría en olor de santidad en Málaga el 18 de julio de 1926. Su proceso de beatificación se encuentra a la espera de la declaración de virtudes heroicas. Mientras tanto, su tumba en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Málaga siempre se encuentra acompañada por miles de personas que acuden a suplicar su intercesión.