Marcos Vera, impulsor de esta asociación que crece
Jóvenes de San José explican su apostolado con pobres: «Su cajero es su capilla, ellos nos edifican»
Marcos Vera es impulsor de los Jóvenes de San José y de los Hijos de San José en Barcelona. De la mano del santo, llevan comida a los pobres de solemnidad, además de consuelo espiritual; es en la calle donde además les enseñan a rezar en sus cajeros o rincones acolchados de cartones, y a rezar a Santa María Virgen en sus pequeñas habitaciones realquiladas. (Aquí, resumen en vídeo en YouTube).
-Háblanos de los Jóvenes de San José, Marcos. ¿Qué hacéis?
-El objetivo de los Jóvenes de San José y los Hijos de san José es consolar el corazón de Jesús a través de los pobres. Cristo esta crucificado en el que sufre, en el que no tiene nada, en el que necesita ser consolado; y hay que consolar el corazón de Cristo a través de los pobres. Es por ello que la adoración eucarística es para nosotros un punto central de nuestra vida espiritual: consolamos en los pobres al Cristo que adoramos en la eucaristía.
»La caridad bien entendida empieza con uno mismo. ¡Cómo voy a ir a consolar a una viuda si no cumplo en casa! Tendré primero que preocuparme por mi padre, por mi madre, por mis abuelos, pero después, después eso ya no es suficiente. Hay que salir a buscar a personas que no tienen ninguna relación conmigo, y ayudarles también a ellos, consolándolos. Así, primero en casa, después, fuera en la calle.
-¿De la mano de San José, así?
-La figura de San José es nuestro modelo. Y es nuestro modelo San José porque queremos cuidar de esos pobres como san José cuido de Jesús y como san José cuido de la Virgen María: es por eso que es nuestro patrono.
»Y lo tenemos como patrono también por otra razón aún más sencilla: es nuestro patrono porque consideramos que no podemos hacer caridad al margen de la vida espiritual de uno mismo, y San José es maestro de vida espiritual. Con vida espiritual no nos referimos a una vida espiritual yuxtapuesta a la otra vida que llevemos, sino una vida espiritual profunda, enraizada en nuestro ser, que nos informa.
»No una vida espiritual, sin embargo, de “yo digo oraciones”, sino una vida espiritual de referirlo todo al amor de Cristo, de pasarlo todo por la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Así debe de ser cualquier vida espiritual que se precie. Esa es la esencia de los Hijos de San José y de los Jóvenes de San José. La esencia no es dar de comer a los pobres, sino estar unidos a Cristo, para llevar a los pobres a Cristo, de tal manera que cuando nos vean, vean al que crucificaron, el que resucitó.
-El pobre, ¿un instrumento para haceros buenos?
-No, el pobre no es un instrumento de nada. Una vez unidos a Cristo en su amor descubrimos en esos destellos del amor de Cristo que nos exige que amemos al pobre, porque el corazón de Cristo ama al pobre y la pobreza. Y no es que nosotros seamos unas personas especiales que sentimos los destellos del amor de Jesús, sino que acercándonos a Él y amándole y dejándole que nos ame, su amor nos transforma, a nosotros y a todos. A los pobres los amamos por sí mismos y no solamente porque nos produzca satisfacción hacerlo.
»Cristo ama lo que es bueno, y si el pobre no fuera bueno Cristo no lo amaría. Y Cristo se regocija en el pobre, y se regocija más cuando el pobre hace una cosa buena, cuando ese pobre deja de lado una botella de alcohol, Cristo se regocija en él.
»Tenemos a pobres que viven en cajeros, ex alcohólicos unos, drogadictos o ex drogadictos otros; algunos asisten a misa el domingo, rezan el rosario, en su cajero: su cajero es su capilla; hacen su lectura espiritual, nosotros les llevamos libros y es admirable ver cómo una persona que no tiene nada sigue confiando en Dios. Eso es un ejemplo para todos nosotros, pero nunca un instrumento, porque nosotros no utilizamos a los pobres.
-Y has pensado que eso vale una asociación para que muchos hagan lo mismo.
-La fe no se puede vivir solo: el sentido de comunidad es intrínseco a la religión católica; tenemos que vivir en comunidad, y una asociación es una comunidad. Los tres pilares de nuestro carisma son la humildad, la liturgia y la caridad, y San José nos muestra cómo la base de la vida espiritual nuestra es la humildad, sabernos nada, y menos que nada.
»Lo que hace la liturgia es darnos los medios para que eso que deseamos se cumpla; y eso que deseamos no es más que nuestra unión con Cristo, y eso solo se puede hacer desde la liturgia. Que seamos una sola cosa con Él, sin perder la propia personalidad que Dios quiere y ama. Ser una sola cosa con Cristo significa pues querer lo que Dios quiere, amar lo que Dios ama, y rechazar todo lo que no viene de Dios.
»No hay sin embargo ningún vínculo canónico entre la iglesia y los asociados. Los Hijos de San José y los Jóvenes de San José constituyen una asociación civil a día de hoy. Y sí, junto a otros hermanos fundamos la asociación de Jóvenes de San José hace 7 años, y hace poco más de un año unimos a ella la de los Hijos de San José.
»La espiritualidad actual se ha ido forjando con el tiempo, ha ido surgiendo poco a poco, no estaba el primer día. El día de mañana ya se verá cómo se van desarrollando esas comunidades que se van generando en esos países.
»No hacemos proselitismo propiamente hablando, si lo entendemos como extender la asociación, hacerla más grande. No organizamos una predicación o un apostolado concreto para tener más miembros: lo que sí hacemos es invitar a la gente a venir. Les ofrecemos nuestra página web (JovenesDeSanJose.org) y en ella todos nuestros actos, y allí saben lo que hacemos y se sienten convocados.
»Así pues, aunque una persona no vuelva, o después no participe, y no lo veas más, si se ha acercado a la iglesia, a los sacramentos, si se nutre de la palabra de Dios, el objetivo está cumplido.
»De esta forma pues, la espiritualidad de los Jóvenes de San José y de los Hijos de San José irá evolucionando según el espíritu que nos vaya inspirando el Señor en cada momento bajo la protección de san José.
-Sois testigos de la conversión de corazones doloridos y rotos.
-Antes he comentado una anécdota de conversión, de cómo ha dado entrada ese pobre del cajero a Cristo. Otra es la de un chico de la calle, proveniente de Ghana, que empezó a venir a la asociación. Poco después nos pidió pertenecer a la asociación. Algunas de estas personas, aun viviendo en un cajero, salen ellos mismos a la calle, ya estando en ella, para ayudar a los demás.
»Cuando alguna persona quiere pertenecer a la asociación se compromete únicamente para ello a venir a repartir comida los sábados por la noche. En más de una ocasión el nuevo miembro es también un pobre de solemnidad. Pasan ellos hambre pero salen a repartir comida, empezando así su personal camino de conversión.
»El mínimo para pertenecer a la asociación es así llevar a cabo los actos de caridad. A partir de ahí surge su compromiso personal, y de acuerdo con lo que Dios le pide, la persona hace. Por ejemplo, tenemos un ropero funcionando, y hay gente que se dedica a organizar ese ropero, a clasificar la ropa. Es ese ejercicio del amor, de la caridad, que convierte los corazones.
»Estamos también abriendo un banco de alimentos, y otras serán las personas que lo atenderán continuadamente. Otros, ofrecen su tiempo: en el caso de un abogado, podrá asesorar a los pobres, o a la asociación, y así se van perfilando y concretando los voluntariados.
-¿Es un movimiento solamente de Barcelona?
Hay hijos de San José en Ucrania, Argentina, Perú... Se admite a una persona como miembro cuando empieza a venir a los actos de caridad. En estos países lejanos, y en Madrid también, donde se va a empezar pronto, lo primero es la oración y sacrificio. Ahí entran los Hijos de San José: allanan el terreno para ir a evangelizar.
»Rezan y se sacrifican para extender la devoción a San José, por las intenciones del Papa y por el apostolado. Estas tres son las intenciones genéricas, permanentes. Es así como se prepara el terreno para la labor estable de la asociación. Pronto llegaremos a Rusia, Colombia y EE.UU. Somos unos 60 o 70 Hijos de San José en el mundo de momento.
»Es a través de Internet, o medios y portales católicos, que en estos países leen sobre nosotros y se ponen en contacto, y tenemos una pequeña estructura, empezando por una secretaria, para responder a estas personas. Tras unos correos electrónicos les enviamos unos audios, explicando la devoción a San José y el carisma de la asociación, lo que hacemos, etc.
»Las personas por tanto conocen de nuestra existencia a través de la divulgación de nuestros actos especialmente a través de portales o publicaciones, que como ReligiónEnLibertad en libertad se hacen eco de nuestras iniciativas. Normalmente son laicos los que nos llaman.
»Siendo nuestro objetivo ser un puente para llevar la gente a la salvación, a la iglesia, cuando hay alguien que quiere vincularse a nuestra asociación nos llama, y tras la preparación, le explicamos en qué consiste la consagración como Hijos de San José. Le explicamos que pueden ir a un sacerdote católico y comunicarle que quiere consagrarse como Hijo de San José. Así el sacerdote podrá recibir su consagración y ser testigo de esa consagración.
»Cada mes se les escribe una carta con una meditación a todos los Hijos de San José, en la línea que han escuchado en la formación. En ella les pido a estos nuevos hermanos que recen y se sacrifiquen por unas intenciones cada mes, las tres genéricas y después alguna otra concreta, como por ejemplo durante este mes de marzo la intención concreta es por la procesión del 22 de marzo que acaba en la Sagrada familia, con una Eucaristía celebrada por el Cardenal Lluís Martínez Sistach.
»La semana pasada celebramos también una procesión en Manresa, organizada en la parroquia de san José, que preparó un Hijo de San José.
-¿Qué tipo de frutos se esperan de esta procesión del domingo 22 de marzo?
-Los frutos que se esperan son frutos de índole espiritual, pues nuestros objetivos son de índole espiritual. Esperamos así que la gente se acerque más a Dios. Los frutos de la procesión van más allá de los ingredientes que podamos poner nosotros: Dios lo hace todo, nosotros solamente ponemos todos los medios humanos, no nos importa demasiado cómo lo hagamos, todo está en las manos de Dios, y es con esta tranquilidad que salimos a las calles.
-¿Chicos y chicas? ¿O es una asociación para varones?
-Las salida nocturnas son más para chicos, sí; cierto es que hay menos chicas que chicos a día de hoy, aunque la diferencia no es enorme, y queremos que haya tanto muchas chicas como muchos chicos.
-¿Alguna estructura que apoye la gestión?
-Tenemos un Consejo, con su junta directiva; tenemos un capellán y consiliario y tenemos siempre la obediencia a la iglesia. Aquí en Barcelona estamos vinculados al señor cardenal, a nivel de que para cualquier iniciativa nuestra él tiene conocimiento previo. El Ordinario del lugar tiene siempre conocimiento previo de cualquier apostolado que hagamos.
Marcos Vera con el cardenal Lluís Martínez Sistach
»Cuando surge una cosa extraordinaria, tomamos las decisiones colegialmente en el Consejo. Cuando gestamos un proyecto, nos juntamos unos 15 Jóvenes e Hijos de San José, que ya tienen el espíritu de la asociación, y lo sacamos adelante.
»Ahora por ejemplo vamos pronto a estar en Madrid si es la voluntad de Dios. Escribí una carta al arzobispado, y cuando nos contesten empezaremos pero nadie hará nada en nuestro nombre hasta que don Carlos Osoro, ordinario del lugar, diga adelante; hay una vinculación como de causa y efecto casi. Hasta que nos den permiso no hacemos nada.
-¿Con qué financiación contáis?
Nos financiamos con los donativos puntuales de los socios, de los que nos llegan a través de la página web, aunque no cogemos ayudas institucionales; y no cogemos ayudas institucionales pues no queremos compromisos, aunque pedimos ayuda a quien pueda darla desinteresadamente. Muchos de los donativos son de 5 euros, algunos de 20 euros, y unos pocos de cantidades superiores.
-¿Algunos os ven como muy clásicos, antiguos, tradicionalistas?
-No es una opción la tradición o no tradición en la iglesia. No somos tradicionalistas por aceptar la Tradición, pues Escrituras y Tradición son las fuentes de la Fe.
Seguimos, sí, la santa misa tradicional, intentamos vivir ese bien de la Iglesia según el misal de san Juan XXIII pero no de manera cerrada o estancada. Personamente sin embargo, no asisto habitualmente a misa según el “vetus ordo” o rito extraordinario pues en mi localidad no se encuentra; asisto según el “novus ordo” o rito ordinario, como hacen los fieles comunes.
»Deseo que algún día el “vetus ordo” se normalice y se fácil poder asistir a misa según la forma extraordinaria del rito romano en cualquier parroquia, que parece es el objetivo de la Iglesia en estos momentos. En la Iglesia hay libertad, es lo que dice Benedicto XVI: hay que sentir con la Iglesia, y tenemos libertad para celebrar la misa en un rito u otro. Sabemos lo que el Papa dice y manda y eso hacemos. Se aconseja por ejemplo que en los seminarios se enseñen los dos ritos.
»El tradicionalismo mal entendido, cerrado, que no permite formas nuevas, no es lo nuestro. También hay esta misma postura cerrada respecto de la misa del beato Pablo VI, que algunos tomarían de una forma ideológica. El papa Francisco no ha dicho nada de momento respecto a estas cuestiones.
»Personalmente solo critico a las mentes cerradas; y cuando digo cerradas quiero decir ciegas al bien, no a unas formas tradicionales o modernas.
»Pensamos que con el Concilio Vaticano II no nace una nueva Iglesia, no podríamos legitimar una iglesia de los años 60, sino solamente la que nace con Cristo. Y la iglesia ha dado unos frutos, uno de los cuales es el Concilio Vaticano II. Y esto no es ni siquiera lo más destacado. Lo más importante es lo que está mandado en la Iglesia siempre.
-¿De qué fuentes espirituales habéis bebido para dar vida a esta actividad?
-La espiritualidad de los Jóvenes de San José es carmelitana, y jesuita: santa Teresita del Niño Jesús, santa Teresa de Ávila, la madre Maravillas, san Juan de la Cruz, o san Ignacio de Loyola en la vida espiritual, del corazón; en lo intelectual seguimos a santo Tomas de Aquino. Hay un momento clave en la historia que es el s XVII, y dos caminos notables, Descartes y Juan de Santo Tomás.
»En lo intelectual queremos ser tomistas, que además es lo que aconseja el Concilio Vaticano II. La iglesia nunca había recomendado un teólogo hasta llegar al Concilio Vaticano II, que aconseja seguir a SantoTomás de Aquino. Y el que expresa mejor ese camino es Juan de Santo Tomás.
»En cuanto al ardor apostólico, el afán de comunicar el evangelio de Cristo, está San Francisco Javier. Otros santos también están muy cerca de nosotros, como la madre Teresa de Calcuta, o el Padre Pío: estudiamos sus textos, leemos sus escritos.
-El cardenal Leo J Burke visitó Barcelona y Montserrat solamente para veros y celebrar una misa pontifical en esa abadía benedictina con cientos de vuestros pobres. ¿Qué representó eso?
-Esa visita nos dio mucha fuerza. Y lo que nos dio fuerza del cardenal Burke en su visita en primavera de 2014 es el ejemplo de cómo hay que vivir la Fe. A veces vemos gente tradicional y pensamos que no se preocupa por los pobres. En Burke vimos que se preocupa por los pobres. Nos lo imaginábamos pero ahí lo vimos. No se fue de Barcelona sin saludar ni abrazar y bendecir a los pobres allí en Montserrat: uno a uno. Y había cientos.
»Este hombre tiene un corazón muy grande. Que ama mucho a la Iglesia, es una persona que es corazón, amor, ama mucho a los pobres. El cardenal prefirió estar con los pobres y en su apostolado; no quiso así empezar a hablar con los medio, quería celebrar una misa pontifical e Montserrat. Solo hizo una pequeña excepción con ReligionEnLibertad.
»Y vino mucha gente a acompañarle, miles de personas. La misa pontifical que celebró en Montserrat en su visita al Santuario. La misa pontifical es una forma del misa que en la diócesis solamente puede decirla el obispo, e informamos por lo tanto con mucho tiempo al obispo de Sant Feliu Don Agustí Cortés, que no se opuso; y lo aprobó también el abad de Montserrat. Burke después realizó una visita privada a la catedral de Barcelona, donde le recibió en la puerta el canónigo Maestro de Ceremonias mosén Josep Vives.
»En Montserrat se oyeron cientos de confesiones y se celebraron cientos de comuniones, muchas a personas que no comulgaban en 20, 30, 40 años: gente que vivía en la calle, que comulgaba y con Cristo realmente presente en su interior se ponía a hablar con Dios con gran recogimiento.
»Uno de ellos, cuando bajaba del autocar se iría a su cajero a dormir; o había un señor de 80 años que se iría a su hostal, para lo único que tendrían dinero con una pensión de 400 Euros.
»Pocos después de Montserrat uno de los pobres murió en la estación de RENFE de Sants, en Barcelona, donde vivía. Poco antes de morir estuvo con Burke, se confesó, comulgó. En mayo veremos al cardenal Burke de nuevo, en Lourdes, y se lo contaremos. Lo más grande es el ejemplo.
-Háblanos de los Jóvenes de San José, Marcos. ¿Qué hacéis?
-El objetivo de los Jóvenes de San José y los Hijos de san José es consolar el corazón de Jesús a través de los pobres. Cristo esta crucificado en el que sufre, en el que no tiene nada, en el que necesita ser consolado; y hay que consolar el corazón de Cristo a través de los pobres. Es por ello que la adoración eucarística es para nosotros un punto central de nuestra vida espiritual: consolamos en los pobres al Cristo que adoramos en la eucaristía.
»La caridad bien entendida empieza con uno mismo. ¡Cómo voy a ir a consolar a una viuda si no cumplo en casa! Tendré primero que preocuparme por mi padre, por mi madre, por mis abuelos, pero después, después eso ya no es suficiente. Hay que salir a buscar a personas que no tienen ninguna relación conmigo, y ayudarles también a ellos, consolándolos. Así, primero en casa, después, fuera en la calle.
-¿De la mano de San José, así?
-La figura de San José es nuestro modelo. Y es nuestro modelo San José porque queremos cuidar de esos pobres como san José cuido de Jesús y como san José cuido de la Virgen María: es por eso que es nuestro patrono.
»Y lo tenemos como patrono también por otra razón aún más sencilla: es nuestro patrono porque consideramos que no podemos hacer caridad al margen de la vida espiritual de uno mismo, y San José es maestro de vida espiritual. Con vida espiritual no nos referimos a una vida espiritual yuxtapuesta a la otra vida que llevemos, sino una vida espiritual profunda, enraizada en nuestro ser, que nos informa.
»No una vida espiritual, sin embargo, de “yo digo oraciones”, sino una vida espiritual de referirlo todo al amor de Cristo, de pasarlo todo por la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Así debe de ser cualquier vida espiritual que se precie. Esa es la esencia de los Hijos de San José y de los Jóvenes de San José. La esencia no es dar de comer a los pobres, sino estar unidos a Cristo, para llevar a los pobres a Cristo, de tal manera que cuando nos vean, vean al que crucificaron, el que resucitó.
-El pobre, ¿un instrumento para haceros buenos?
-No, el pobre no es un instrumento de nada. Una vez unidos a Cristo en su amor descubrimos en esos destellos del amor de Cristo que nos exige que amemos al pobre, porque el corazón de Cristo ama al pobre y la pobreza. Y no es que nosotros seamos unas personas especiales que sentimos los destellos del amor de Jesús, sino que acercándonos a Él y amándole y dejándole que nos ame, su amor nos transforma, a nosotros y a todos. A los pobres los amamos por sí mismos y no solamente porque nos produzca satisfacción hacerlo.
»Cristo ama lo que es bueno, y si el pobre no fuera bueno Cristo no lo amaría. Y Cristo se regocija en el pobre, y se regocija más cuando el pobre hace una cosa buena, cuando ese pobre deja de lado una botella de alcohol, Cristo se regocija en él.
»Tenemos a pobres que viven en cajeros, ex alcohólicos unos, drogadictos o ex drogadictos otros; algunos asisten a misa el domingo, rezan el rosario, en su cajero: su cajero es su capilla; hacen su lectura espiritual, nosotros les llevamos libros y es admirable ver cómo una persona que no tiene nada sigue confiando en Dios. Eso es un ejemplo para todos nosotros, pero nunca un instrumento, porque nosotros no utilizamos a los pobres.
-Y has pensado que eso vale una asociación para que muchos hagan lo mismo.
-La fe no se puede vivir solo: el sentido de comunidad es intrínseco a la religión católica; tenemos que vivir en comunidad, y una asociación es una comunidad. Los tres pilares de nuestro carisma son la humildad, la liturgia y la caridad, y San José nos muestra cómo la base de la vida espiritual nuestra es la humildad, sabernos nada, y menos que nada.
»Lo que hace la liturgia es darnos los medios para que eso que deseamos se cumpla; y eso que deseamos no es más que nuestra unión con Cristo, y eso solo se puede hacer desde la liturgia. Que seamos una sola cosa con Él, sin perder la propia personalidad que Dios quiere y ama. Ser una sola cosa con Cristo significa pues querer lo que Dios quiere, amar lo que Dios ama, y rechazar todo lo que no viene de Dios.
»No hay sin embargo ningún vínculo canónico entre la iglesia y los asociados. Los Hijos de San José y los Jóvenes de San José constituyen una asociación civil a día de hoy. Y sí, junto a otros hermanos fundamos la asociación de Jóvenes de San José hace 7 años, y hace poco más de un año unimos a ella la de los Hijos de San José.
»La espiritualidad actual se ha ido forjando con el tiempo, ha ido surgiendo poco a poco, no estaba el primer día. El día de mañana ya se verá cómo se van desarrollando esas comunidades que se van generando en esos países.
»No hacemos proselitismo propiamente hablando, si lo entendemos como extender la asociación, hacerla más grande. No organizamos una predicación o un apostolado concreto para tener más miembros: lo que sí hacemos es invitar a la gente a venir. Les ofrecemos nuestra página web (JovenesDeSanJose.org) y en ella todos nuestros actos, y allí saben lo que hacemos y se sienten convocados.
»Así pues, aunque una persona no vuelva, o después no participe, y no lo veas más, si se ha acercado a la iglesia, a los sacramentos, si se nutre de la palabra de Dios, el objetivo está cumplido.
»De esta forma pues, la espiritualidad de los Jóvenes de San José y de los Hijos de San José irá evolucionando según el espíritu que nos vaya inspirando el Señor en cada momento bajo la protección de san José.
-Sois testigos de la conversión de corazones doloridos y rotos.
-Antes he comentado una anécdota de conversión, de cómo ha dado entrada ese pobre del cajero a Cristo. Otra es la de un chico de la calle, proveniente de Ghana, que empezó a venir a la asociación. Poco después nos pidió pertenecer a la asociación. Algunas de estas personas, aun viviendo en un cajero, salen ellos mismos a la calle, ya estando en ella, para ayudar a los demás.
»Cuando alguna persona quiere pertenecer a la asociación se compromete únicamente para ello a venir a repartir comida los sábados por la noche. En más de una ocasión el nuevo miembro es también un pobre de solemnidad. Pasan ellos hambre pero salen a repartir comida, empezando así su personal camino de conversión.
»El mínimo para pertenecer a la asociación es así llevar a cabo los actos de caridad. A partir de ahí surge su compromiso personal, y de acuerdo con lo que Dios le pide, la persona hace. Por ejemplo, tenemos un ropero funcionando, y hay gente que se dedica a organizar ese ropero, a clasificar la ropa. Es ese ejercicio del amor, de la caridad, que convierte los corazones.
»Estamos también abriendo un banco de alimentos, y otras serán las personas que lo atenderán continuadamente. Otros, ofrecen su tiempo: en el caso de un abogado, podrá asesorar a los pobres, o a la asociación, y así se van perfilando y concretando los voluntariados.
-¿Es un movimiento solamente de Barcelona?
Hay hijos de San José en Ucrania, Argentina, Perú... Se admite a una persona como miembro cuando empieza a venir a los actos de caridad. En estos países lejanos, y en Madrid también, donde se va a empezar pronto, lo primero es la oración y sacrificio. Ahí entran los Hijos de San José: allanan el terreno para ir a evangelizar.
»Rezan y se sacrifican para extender la devoción a San José, por las intenciones del Papa y por el apostolado. Estas tres son las intenciones genéricas, permanentes. Es así como se prepara el terreno para la labor estable de la asociación. Pronto llegaremos a Rusia, Colombia y EE.UU. Somos unos 60 o 70 Hijos de San José en el mundo de momento.
»Es a través de Internet, o medios y portales católicos, que en estos países leen sobre nosotros y se ponen en contacto, y tenemos una pequeña estructura, empezando por una secretaria, para responder a estas personas. Tras unos correos electrónicos les enviamos unos audios, explicando la devoción a San José y el carisma de la asociación, lo que hacemos, etc.
»Las personas por tanto conocen de nuestra existencia a través de la divulgación de nuestros actos especialmente a través de portales o publicaciones, que como ReligiónEnLibertad en libertad se hacen eco de nuestras iniciativas. Normalmente son laicos los que nos llaman.
»Siendo nuestro objetivo ser un puente para llevar la gente a la salvación, a la iglesia, cuando hay alguien que quiere vincularse a nuestra asociación nos llama, y tras la preparación, le explicamos en qué consiste la consagración como Hijos de San José. Le explicamos que pueden ir a un sacerdote católico y comunicarle que quiere consagrarse como Hijo de San José. Así el sacerdote podrá recibir su consagración y ser testigo de esa consagración.
»Cada mes se les escribe una carta con una meditación a todos los Hijos de San José, en la línea que han escuchado en la formación. En ella les pido a estos nuevos hermanos que recen y se sacrifiquen por unas intenciones cada mes, las tres genéricas y después alguna otra concreta, como por ejemplo durante este mes de marzo la intención concreta es por la procesión del 22 de marzo que acaba en la Sagrada familia, con una Eucaristía celebrada por el Cardenal Lluís Martínez Sistach.
»La semana pasada celebramos también una procesión en Manresa, organizada en la parroquia de san José, que preparó un Hijo de San José.
-¿Qué tipo de frutos se esperan de esta procesión del domingo 22 de marzo?
-Los frutos que se esperan son frutos de índole espiritual, pues nuestros objetivos son de índole espiritual. Esperamos así que la gente se acerque más a Dios. Los frutos de la procesión van más allá de los ingredientes que podamos poner nosotros: Dios lo hace todo, nosotros solamente ponemos todos los medios humanos, no nos importa demasiado cómo lo hagamos, todo está en las manos de Dios, y es con esta tranquilidad que salimos a las calles.
-¿Chicos y chicas? ¿O es una asociación para varones?
-Las salida nocturnas son más para chicos, sí; cierto es que hay menos chicas que chicos a día de hoy, aunque la diferencia no es enorme, y queremos que haya tanto muchas chicas como muchos chicos.
-¿Alguna estructura que apoye la gestión?
-Tenemos un Consejo, con su junta directiva; tenemos un capellán y consiliario y tenemos siempre la obediencia a la iglesia. Aquí en Barcelona estamos vinculados al señor cardenal, a nivel de que para cualquier iniciativa nuestra él tiene conocimiento previo. El Ordinario del lugar tiene siempre conocimiento previo de cualquier apostolado que hagamos.
Marcos Vera con el cardenal Lluís Martínez Sistach
»Cuando surge una cosa extraordinaria, tomamos las decisiones colegialmente en el Consejo. Cuando gestamos un proyecto, nos juntamos unos 15 Jóvenes e Hijos de San José, que ya tienen el espíritu de la asociación, y lo sacamos adelante.
»Ahora por ejemplo vamos pronto a estar en Madrid si es la voluntad de Dios. Escribí una carta al arzobispado, y cuando nos contesten empezaremos pero nadie hará nada en nuestro nombre hasta que don Carlos Osoro, ordinario del lugar, diga adelante; hay una vinculación como de causa y efecto casi. Hasta que nos den permiso no hacemos nada.
-¿Con qué financiación contáis?
Nos financiamos con los donativos puntuales de los socios, de los que nos llegan a través de la página web, aunque no cogemos ayudas institucionales; y no cogemos ayudas institucionales pues no queremos compromisos, aunque pedimos ayuda a quien pueda darla desinteresadamente. Muchos de los donativos son de 5 euros, algunos de 20 euros, y unos pocos de cantidades superiores.
-¿Algunos os ven como muy clásicos, antiguos, tradicionalistas?
-No es una opción la tradición o no tradición en la iglesia. No somos tradicionalistas por aceptar la Tradición, pues Escrituras y Tradición son las fuentes de la Fe.
Seguimos, sí, la santa misa tradicional, intentamos vivir ese bien de la Iglesia según el misal de san Juan XXIII pero no de manera cerrada o estancada. Personamente sin embargo, no asisto habitualmente a misa según el “vetus ordo” o rito extraordinario pues en mi localidad no se encuentra; asisto según el “novus ordo” o rito ordinario, como hacen los fieles comunes.
»Deseo que algún día el “vetus ordo” se normalice y se fácil poder asistir a misa según la forma extraordinaria del rito romano en cualquier parroquia, que parece es el objetivo de la Iglesia en estos momentos. En la Iglesia hay libertad, es lo que dice Benedicto XVI: hay que sentir con la Iglesia, y tenemos libertad para celebrar la misa en un rito u otro. Sabemos lo que el Papa dice y manda y eso hacemos. Se aconseja por ejemplo que en los seminarios se enseñen los dos ritos.
»El tradicionalismo mal entendido, cerrado, que no permite formas nuevas, no es lo nuestro. También hay esta misma postura cerrada respecto de la misa del beato Pablo VI, que algunos tomarían de una forma ideológica. El papa Francisco no ha dicho nada de momento respecto a estas cuestiones.
»Personalmente solo critico a las mentes cerradas; y cuando digo cerradas quiero decir ciegas al bien, no a unas formas tradicionales o modernas.
»Pensamos que con el Concilio Vaticano II no nace una nueva Iglesia, no podríamos legitimar una iglesia de los años 60, sino solamente la que nace con Cristo. Y la iglesia ha dado unos frutos, uno de los cuales es el Concilio Vaticano II. Y esto no es ni siquiera lo más destacado. Lo más importante es lo que está mandado en la Iglesia siempre.
-¿De qué fuentes espirituales habéis bebido para dar vida a esta actividad?
-La espiritualidad de los Jóvenes de San José es carmelitana, y jesuita: santa Teresita del Niño Jesús, santa Teresa de Ávila, la madre Maravillas, san Juan de la Cruz, o san Ignacio de Loyola en la vida espiritual, del corazón; en lo intelectual seguimos a santo Tomas de Aquino. Hay un momento clave en la historia que es el s XVII, y dos caminos notables, Descartes y Juan de Santo Tomás.
»En lo intelectual queremos ser tomistas, que además es lo que aconseja el Concilio Vaticano II. La iglesia nunca había recomendado un teólogo hasta llegar al Concilio Vaticano II, que aconseja seguir a SantoTomás de Aquino. Y el que expresa mejor ese camino es Juan de Santo Tomás.
»En cuanto al ardor apostólico, el afán de comunicar el evangelio de Cristo, está San Francisco Javier. Otros santos también están muy cerca de nosotros, como la madre Teresa de Calcuta, o el Padre Pío: estudiamos sus textos, leemos sus escritos.
-El cardenal Leo J Burke visitó Barcelona y Montserrat solamente para veros y celebrar una misa pontifical en esa abadía benedictina con cientos de vuestros pobres. ¿Qué representó eso?
-Esa visita nos dio mucha fuerza. Y lo que nos dio fuerza del cardenal Burke en su visita en primavera de 2014 es el ejemplo de cómo hay que vivir la Fe. A veces vemos gente tradicional y pensamos que no se preocupa por los pobres. En Burke vimos que se preocupa por los pobres. Nos lo imaginábamos pero ahí lo vimos. No se fue de Barcelona sin saludar ni abrazar y bendecir a los pobres allí en Montserrat: uno a uno. Y había cientos.
»Este hombre tiene un corazón muy grande. Que ama mucho a la Iglesia, es una persona que es corazón, amor, ama mucho a los pobres. El cardenal prefirió estar con los pobres y en su apostolado; no quiso así empezar a hablar con los medio, quería celebrar una misa pontifical e Montserrat. Solo hizo una pequeña excepción con ReligionEnLibertad.
»Y vino mucha gente a acompañarle, miles de personas. La misa pontifical que celebró en Montserrat en su visita al Santuario. La misa pontifical es una forma del misa que en la diócesis solamente puede decirla el obispo, e informamos por lo tanto con mucho tiempo al obispo de Sant Feliu Don Agustí Cortés, que no se opuso; y lo aprobó también el abad de Montserrat. Burke después realizó una visita privada a la catedral de Barcelona, donde le recibió en la puerta el canónigo Maestro de Ceremonias mosén Josep Vives.
»En Montserrat se oyeron cientos de confesiones y se celebraron cientos de comuniones, muchas a personas que no comulgaban en 20, 30, 40 años: gente que vivía en la calle, que comulgaba y con Cristo realmente presente en su interior se ponía a hablar con Dios con gran recogimiento.
»Uno de ellos, cuando bajaba del autocar se iría a su cajero a dormir; o había un señor de 80 años que se iría a su hostal, para lo único que tendrían dinero con una pensión de 400 Euros.
»Pocos después de Montserrat uno de los pobres murió en la estación de RENFE de Sants, en Barcelona, donde vivía. Poco antes de morir estuvo con Burke, se confesó, comulgó. En mayo veremos al cardenal Burke de nuevo, en Lourdes, y se lo contaremos. Lo más grande es el ejemplo.
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