Artur Mas y Convergència quieren implantar la ley catalana de privilegios gays en toda España
Convergència Democràtica de Catalunya no únicamente favoreció y votó positivamente a la "Ley antidiscriminación LGTBI", sino que ahora se estaría planteando instar al Gobierno central a que impulse una ley sinónima a nivel estatal.
En su momento, el partido liderado por Artur Mas aceptó la propuesta de Ley que presentó la oposición y que era heredera de una que por problemas de tiempo no pudo aprobar el anterior Gobierno Tripartito compuesto por PSC, ERC e ICV.
Y CDC no solamente votó a favor de la aprobación de esta Ley, sino que ignoró los acuerdos a los que llegó con representantes de la Iglesia en Cataluña, que se reunieron con el President para abordar este tema el 11 de julio de 2014.
Además, ahora, según fuentes cercanas a Convergència, CDC adopta la iniciativa de proponer al Gobierno español que haga una ley como esta.
Unió está en contra
Sin embargo, la iniciativa de momento ha tenido que pararse. El problema con el que se ha encontrado CDC es que, dentro de la coalición de CiU, Unió ha dicho que no quiere saber nada de eso.
De hecho el partido democristiano ya jugó un papel difícil intentando que la Ley no saliera adelante o, como mínimo, enmendando alguno de sus artículos más polémicos como la inversión de la carga de la prueba o el apartado de sanciones.
Ahora Convergència está repensando cómo actuar ya que la representación de la coalición catalana en Madrid recae en el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, contrario a esa iniciativa.
Este hecho crea un dilema dentro de la coalición y crea un problema procedimental dado que, además, el presidente del grupo en el Congreso de los Diputados es de Unió.
Otro aspecto que se desprende de este panorama, es la militancia de Mas con esta causa y el grado de dependencia extrema que CDC tiene del lobby homosexual.
Las relaciones entre CDC y UDC no están pasando su mejor momento, debido a los desacuerdos que mantienen sobre el proceso soberanista catalán.
Además, abre otro interrogante: ¿Por qué querría marcar los ritmos de la política española un gobierno que pretende desvincularse de ella?
[De hecho, el PP ya aprobó en Galicia, con la izquierda, su propia ley de privilegios LGBT como explicamos aquí]
[Además, se da la circunstancia de que el único presidente autonómico que ha colgado la bandera del lobby gay en un centro de gobierno autonómico ha sido uno del PP, Monago, en Extremadura]
En su momento, el partido liderado por Artur Mas aceptó la propuesta de Ley que presentó la oposición y que era heredera de una que por problemas de tiempo no pudo aprobar el anterior Gobierno Tripartito compuesto por PSC, ERC e ICV.
Y CDC no solamente votó a favor de la aprobación de esta Ley, sino que ignoró los acuerdos a los que llegó con representantes de la Iglesia en Cataluña, que se reunieron con el President para abordar este tema el 11 de julio de 2014.
Además, ahora, según fuentes cercanas a Convergència, CDC adopta la iniciativa de proponer al Gobierno español que haga una ley como esta.
Unió está en contra
Sin embargo, la iniciativa de momento ha tenido que pararse. El problema con el que se ha encontrado CDC es que, dentro de la coalición de CiU, Unió ha dicho que no quiere saber nada de eso.
De hecho el partido democristiano ya jugó un papel difícil intentando que la Ley no saliera adelante o, como mínimo, enmendando alguno de sus artículos más polémicos como la inversión de la carga de la prueba o el apartado de sanciones.
Ahora Convergència está repensando cómo actuar ya que la representación de la coalición catalana en Madrid recae en el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, contrario a esa iniciativa.
Este hecho crea un dilema dentro de la coalición y crea un problema procedimental dado que, además, el presidente del grupo en el Congreso de los Diputados es de Unió.
Otro aspecto que se desprende de este panorama, es la militancia de Mas con esta causa y el grado de dependencia extrema que CDC tiene del lobby homosexual.
Las relaciones entre CDC y UDC no están pasando su mejor momento, debido a los desacuerdos que mantienen sobre el proceso soberanista catalán.
Además, abre otro interrogante: ¿Por qué querría marcar los ritmos de la política española un gobierno que pretende desvincularse de ella?
[De hecho, el PP ya aprobó en Galicia, con la izquierda, su propia ley de privilegios LGBT como explicamos aquí]
[Además, se da la circunstancia de que el único presidente autonómico que ha colgado la bandera del lobby gay en un centro de gobierno autonómico ha sido uno del PP, Monago, en Extremadura]
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