Por primera vez, un líder socialista de Barcelona se niega a asistir a la misa de la Merced
Por primera vez en democracia, el líder socialista en el Ayuntamiento de Barcelona no acudió a la tradicional misa de la Mercè.
El presidente del grupo municipal del PSC, Jordi Martí, cumplió lo que anunció el lunes y no estuvo en la ceremonia oficiada por el cardenal arzobispo de la capital catalana, Lluís Martínez Sistach.
En la recepción posterior en el Consistorio, Martí quiso marcar un perfil propio y laico [laicista], a pocos meses de la celebración de las primarias municipales del partido, y calificó la misa de «desfasada y anacrónica».
El año pasado sí que fue
Martí sí que acudió a la misa de 2012, pero el lunes ya anunció en su blog que esta vez no iría y que las jornadas de «castellers» y la cabalgata «deberían tener la misma presencia de autoridades». Este martes 24 de septiembre acaparó todo el protagonismo, porque en los últimos 32 años, todos los líderes municipales socialistas habían ido a la ceremonia, tanto siendo alcaldes como desde la oposición.
El edil socialista, que incluso llegó tarde ayer al Ayuntamiento, anunció que su grupo estudia una propuesta para adaptar la misa a una «sociedad laica y a un estado laico».
En la recepción también estaba su compañera de partido Laia Bonet, que se postula como rival de Martí en las primarias, junto a Jaume Collboni y Carles Martí. En agosto, Jordi Martí ya se desmarcó del resto de posibles candidatos y aseguró que su lista es la «más renovadora».
Sí acudieron 4 concejales socialistas
Sólo cuatro de los once concejales socialistas acudieron a la misa, y ninguno estaba en primera fila.
La ausencia del edil del PSC aumentó este año la polémica entorno a la misa, ya que los concejales de ICV [post-comunistas] cumplieron su tradición de no acudir y, en esta ocasión, ERC estuvo representada por Jordi Portabella, quien dijo que estuvo sólo por «respeto institucional».
Por su parte, el presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández, criticó a los socialistas por provocar esta polémica y recordó que «durante todos los años en los que el alcalde fue del PSC nunca se produjo esta controversia».
«Los socialistas están más pendientes de alejarse de la centralidad de Barcelona», añadió. Los nueve concejales populares acudieron a la ceremonia.
El alcalde Trias presume de "creyente"
También estuvieron presentes el alcalde, Xavier Trias, y todos los concejales de CiU, entre ellos Joaquim Forn, Sònia Recasens, Jaume Ciurana y Antoni Vives.
Trias comentó que «el alcalde tiene la obligación de ir, y además soy creyente, pero si no lo fuera, también iría». Alejados de la polémica, acudieron el president de la Generalitat, Artur Mas, y numerosas autoridades militares.
El presidente del grupo municipal del PSC, Jordi Martí, cumplió lo que anunció el lunes y no estuvo en la ceremonia oficiada por el cardenal arzobispo de la capital catalana, Lluís Martínez Sistach.
En la recepción posterior en el Consistorio, Martí quiso marcar un perfil propio y laico [laicista], a pocos meses de la celebración de las primarias municipales del partido, y calificó la misa de «desfasada y anacrónica».
El año pasado sí que fue
Martí sí que acudió a la misa de 2012, pero el lunes ya anunció en su blog que esta vez no iría y que las jornadas de «castellers» y la cabalgata «deberían tener la misma presencia de autoridades». Este martes 24 de septiembre acaparó todo el protagonismo, porque en los últimos 32 años, todos los líderes municipales socialistas habían ido a la ceremonia, tanto siendo alcaldes como desde la oposición.
El edil socialista, que incluso llegó tarde ayer al Ayuntamiento, anunció que su grupo estudia una propuesta para adaptar la misa a una «sociedad laica y a un estado laico».
En la recepción también estaba su compañera de partido Laia Bonet, que se postula como rival de Martí en las primarias, junto a Jaume Collboni y Carles Martí. En agosto, Jordi Martí ya se desmarcó del resto de posibles candidatos y aseguró que su lista es la «más renovadora».
Sí acudieron 4 concejales socialistas
Sólo cuatro de los once concejales socialistas acudieron a la misa, y ninguno estaba en primera fila.
La ausencia del edil del PSC aumentó este año la polémica entorno a la misa, ya que los concejales de ICV [post-comunistas] cumplieron su tradición de no acudir y, en esta ocasión, ERC estuvo representada por Jordi Portabella, quien dijo que estuvo sólo por «respeto institucional».
Por su parte, el presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández, criticó a los socialistas por provocar esta polémica y recordó que «durante todos los años en los que el alcalde fue del PSC nunca se produjo esta controversia».
«Los socialistas están más pendientes de alejarse de la centralidad de Barcelona», añadió. Los nueve concejales populares acudieron a la ceremonia.
El alcalde Trias presume de "creyente"
También estuvieron presentes el alcalde, Xavier Trias, y todos los concejales de CiU, entre ellos Joaquim Forn, Sònia Recasens, Jaume Ciurana y Antoni Vives.
Trias comentó que «el alcalde tiene la obligación de ir, y además soy creyente, pero si no lo fuera, también iría». Alejados de la polémica, acudieron el president de la Generalitat, Artur Mas, y numerosas autoridades militares.
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