El obispo de Córdoba liga el vuelco en Andalucía con los ataques a la sensibilidad de los cristianos
En su carta semanal a los fieles de la diócesis de Córdoba, el obispo Demetrio Fernández relaciona el vuelco político vivido en Andalucía el pasado domingo con el los ataques a la sensibilidad cristiana de la mayoría de los andaluces.
"No se puede estar contradiciendo la sensibilidad de un pueblo religioso y cristiano, un pueblo que pide respeto para sus tradiciones religiosas y está dispuesto a respetar a los demás. No se puede estar atacando la libertad religiosa impunemente, reclamando la propiedad pública de la Mezquita-Catedral de Córdoba con argucias que no se sostienen ni por parte de los que las montan. No se puede ir contracorriente queriendo construir un mundo sin Dios, en el que caben todos menos el Dios que ha configurado nuestra historia. No se puede trocear España, sin que eso tenga un precio político. No se puede pretender eliminar el derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos, introduciendo leyes de ingeniería social que descomponen la persona y destrozan las conciencias. No se puede eliminar la vida inocente al inicio o al final de la vida, y esperar que encima los voten": es el párrafo central de un texto que, bajo el título Vuelco en Andalucía, califica de "espectacular" la inversión de voto vivida en la región.
El 2 de diciembre se celebraron elecciones en Andalucía, y por primera vez desde 1982 los partidos de izquierda perdieron la mayoría en el parlamento autonómico. PSOE y Adelante Andalucía (Podemos) suman 50 diputados (33+17) y un 44,13% de los votos, y PP, Ciudadanos y Vox suman 59 (26+21+12) y un 49,99% de los votos, un porcentaje incontestable para anunciar un cambio de gobierno en el Palacio de San Telmo. En los últimos 36 años el presidente de la Junta de Andalucía, una región que supone el 18% de la población española, ha sido siempre socialista.
"Me alegro de que esta sociedad andaluza, que muchos de dentro y de fuera desprecian o minusvaloran, haya sido capaz de dar un vuelco de este calibre, rompiendo una inercia casi imposible de superar. De esta manera Andalucía se sitúa como pionera de un cambio social que esperamos en la sociedad española", afirma monseñor Fernández.
Asimismo pide evitar toda "revancha" y recuerda a los futuros dirigentes autonómicos "la necesidad de atender a los más pobres" y la realidad de las "pateras cargadas de inmigrantes" que llegan a las costas andaluzas. También pide que tengan presente que "entre nosotros continúa eliminándose la vida en el seno materno y se proyecta eliminarla en la etapa final de la vida", y que "los padres piden ser tenidos en cuenta en la educación de sus hijos, y eso no es posible con una escuela 'única, pública y laica' para todos, como pretendían nuestros gobernantes".
Andalucía tiene alguna de las leyes más restrictivas de la libertad de enseñanza, que se proyectaba intensificar para los proyectos de "ingeniería social" que denuncia el prelado, en particular mediante la imposición del adoctrinamiento en ideología de género. Asimismo, la referencia a la mezquita-catedral de Córdoba tiene que ver con la pretensión del ayuntamiento de la ciudad, apoyada por la Junta de Andalucía, de arrebatarle a la Iglesia el templo, entregada a la diócesis por el Rey Fernando III el Santo tras reconquistar la ciudad en 1283, dado que la mezquita había sido construida sobre los restos de una basílica cristiana destruida por los musulmanes.
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