El periodista catalán en El Mundo
Sostres, a los asaltantes: «Los curas tratan de paliar lo que los comunistas destrozasteis»
Asaltaron el colegio religioso de Mérida al grito de : "¿Dónde están los curas, que les vamos a quemar?". Salvador Sostres les señala dónde están los curas...
Salvador Sostres es uno de los periodistas más libres y valientes que hay en el panorama español. Vetado por la casi totalidad de los medios de comunicación catalanes, en especial por La Vanguardia y TV3, Sostres escribe casi a diario en El Mundo, con agudeza, desparpajo, convicción conservadora y cosmovisión cristiana.
A raíz del asalto del Colegio Salesiano en Mérida a manos de cuatro personas, que vociferaban eso de "¿Dónde están los curas, que les vamos a quemar?", Sostres les contesta desde su columna en El Mundo:
«¿No sabes dónde están los curas, comunista? No me extraña. Y no me extraña porque están donde tú no estás ni nunca has estado. Mientras tú haces el ridículo con tu ideología de fracaso y de muerte, ellos están predicando el amor y la vida. Mientras tú te haces el héroe de pacotilla, ellos humildemente hacen lo que pueden y lo que no pueden para paliar el sufrimiento de tantas personas desamparadas. Mientras tú prodigas el odio, ellos practican la compasión».
«Los curas -dice Sostres- están despojándose de ellos mismos para ser y crecer en los demás, para hacer que el reino de Dios sea de este mundo y para que haya Providencia para todos».
Reproducimos a continuación el artículo íntegro publicado en El Mundo por el periodista catalán:
Dónde están los curas
»¿Cómo que dónde están los curas? ¿No sabes dónde están los curas, comunista? No me extraña. Y no me extraña porque están donde tú no estás ni nunca has estado. Mientras tú haces el ridículo con tu ideología de fracaso y de muerte, ellos están predicando el amor y la vida. Mientras tú te haces el héroe de pacotilla, ellos humildemente hacen lo que pueden y lo que no pueden para paliar el sufrimiento de tantas personas desamparadas. Mientras tú prodigas el odio, ellos practican la compasión.
»Ayer y ahora, los curas tratan, en definitiva, de paliar lo que vosotros los comunistas destrozasteis. Tratan de propagar el amor como metáfora de la solución universal y de hacer llegar la caridad allí donde vosotros sembrasteis el desastre.
»Siempre habéis querido quemar iglesias y a los curas, eso no es ninguna novedad. Tampoco es nuevo que asaltéis colegios y que tratéis de imponer vuestra brutalidad y vuestra ignorancia. Es lo único que sabéis hacer y lo único que habéis hecho a lo largo de vuestra funesta trayectoria.
»Pero por suerte, al final, habéis perdido siempre. Todo lo vuestro se ha derrumbado de miseria y muerte. Y han tenido que venir los curas y otros hombres de Dios a remontar con mucho amor y mucha generosidad vuestros destrozos, a restablecer la dignidad y la libertad que son los dos grandes dones de Dios y justo lo contrario de vuestra atrocidad igualitarista que niega los propósitos de la Creación y es contraria a los intereses de la Humanidad.
»¿Dónde están los curas? Preguntas fríamente cómo amo la vida y no querrías escuchar lo que te diría un grito. Los curas están despojándose de ellos mismos para ser y crecer en los demás, para hacer que el reino de Dios sea de este mundo y para que haya Providencia para todos.
»¿Los queréis quemar? Ya de vosotros no me extraña nada. Sois un tanque contra cada esperanza de la Humanidad».
A raíz del asalto del Colegio Salesiano en Mérida a manos de cuatro personas, que vociferaban eso de "¿Dónde están los curas, que les vamos a quemar?", Sostres les contesta desde su columna en El Mundo:
«¿No sabes dónde están los curas, comunista? No me extraña. Y no me extraña porque están donde tú no estás ni nunca has estado. Mientras tú haces el ridículo con tu ideología de fracaso y de muerte, ellos están predicando el amor y la vida. Mientras tú te haces el héroe de pacotilla, ellos humildemente hacen lo que pueden y lo que no pueden para paliar el sufrimiento de tantas personas desamparadas. Mientras tú prodigas el odio, ellos practican la compasión».
«Los curas -dice Sostres- están despojándose de ellos mismos para ser y crecer en los demás, para hacer que el reino de Dios sea de este mundo y para que haya Providencia para todos».
Reproducimos a continuación el artículo íntegro publicado en El Mundo por el periodista catalán:
Dónde están los curas
«Un comunista asaltó el otro día el colegio de los Salesianos de Mérida al grito de "¿Dónde están los curas, que les vamos a quemar?".
»¿Cómo que dónde están los curas? ¿No sabes dónde están los curas, comunista? No me extraña. Y no me extraña porque están donde tú no estás ni nunca has estado. Mientras tú haces el ridículo con tu ideología de fracaso y de muerte, ellos están predicando el amor y la vida. Mientras tú te haces el héroe de pacotilla, ellos humildemente hacen lo que pueden y lo que no pueden para paliar el sufrimiento de tantas personas desamparadas. Mientras tú prodigas el odio, ellos practican la compasión.
»Ayer y ahora, los curas tratan, en definitiva, de paliar lo que vosotros los comunistas destrozasteis. Tratan de propagar el amor como metáfora de la solución universal y de hacer llegar la caridad allí donde vosotros sembrasteis el desastre.
»Siempre habéis querido quemar iglesias y a los curas, eso no es ninguna novedad. Tampoco es nuevo que asaltéis colegios y que tratéis de imponer vuestra brutalidad y vuestra ignorancia. Es lo único que sabéis hacer y lo único que habéis hecho a lo largo de vuestra funesta trayectoria.
»Pero por suerte, al final, habéis perdido siempre. Todo lo vuestro se ha derrumbado de miseria y muerte. Y han tenido que venir los curas y otros hombres de Dios a remontar con mucho amor y mucha generosidad vuestros destrozos, a restablecer la dignidad y la libertad que son los dos grandes dones de Dios y justo lo contrario de vuestra atrocidad igualitarista que niega los propósitos de la Creación y es contraria a los intereses de la Humanidad.
»¿Dónde están los curas? Preguntas fríamente cómo amo la vida y no querrías escuchar lo que te diría un grito. Los curas están despojándose de ellos mismos para ser y crecer en los demás, para hacer que el reino de Dios sea de este mundo y para que haya Providencia para todos.
»¿Los queréis quemar? Ya de vosotros no me extraña nada. Sois un tanque contra cada esperanza de la Humanidad».
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