Entregan a su sobrino el Diploma de Honor de la asociación
La principal organización de periodistas de España rinde homenaje al beato Lolo en Linares
La Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), en colaboración con la Asociación de la Prensa de Jaén, rendía homenaje ayer al periodista Manuel Lozano Garrido «Lolo». Así, con la entrega del diploma de honor se reconocía la ingente aportación moral e intelectual del beato a la profesión y sus valores humanos.
En el acto, que tuvo lugar a las 7 de la tarde, en el Auditorio El Pósito de Linares, intervenían Dª Elsa González, presidenta nacional de la FAPE; D. José Manuel Fernández, presidente de la Asociación de la Prensa de Jaén; D. Vicente Oya, cronista oficial de Jaén y Cambil; y D. Juan Rubio, sacerdote, periodista y director de la revista ‘Vida Nueva’.
Asimismo, asistieron D. José Gabriel Vera, director del Secretariado de Medios de Comunicación de la Conferencia Episcopal Española; D. Rafael Ortega, presidente de la Unión Católica de Periodistas; D. Rafael Higueras, postulador de la Causa de Canonización del Beato Manuel Lozano Garrido; D. Antonio Garrido, vicario de Comunicación del Obispado de Jaén; D. Manuel Jesús Casado, subdelegado de Medios de Comunicación de Jaén; D. José Rodríguez, arcipreste de Linares; y María Solano, autora de una tesis sobre Manuel Lozano Garrido.
Del mismo modo, quisieron estar presentes representantes de la corporación municipal, la Asociación ‘Amigos de Lolo’, sacerdotes, familiares y amigos del beato, así como numerosos vecinos de la ciudad linarense.
La apertura del acto corrió por parte del presidente de la Asociación de la Prensa de Jaén. D. José Manuel Fernández hizo hincapié en los valores humanos de Lolo y su periodismo social. “Hoy nos reúne aquí un periodista para el que los sucesos se manifestaban con otra escala de valores, menos anclados en el ámbito diario, pero más cercanos al hombre y a su mundo interior. Un periodista para el que el rostro de los acontecimientos siempre tuvo un alma humana como reflejo de sus hondas creencias religiosas. Las páginas del periódico construyeron de su mano un puente imaginario pero de enorme solidez entre los hombres y su espiritualidad.
“Lolo nos mostró, como ningún otro periodista antes, que es posible el compromiso moral y espiritual sin renunciar a la objetividad. Que la esperanza en un mundo mejor constituye un motivo de lucha permanente y no una apuesta interesada. Y que la confianza depositada en el individuo siempre fructifica en un bien social”.
Por su parte, D. Vicente Oya quiso destacar la figura de Manuel Lozano Garrido, proponiéndolo como modelo actual. “Lolo, periodista cristiano por vocación, evangelizador de la palabra bien construida, escritor de profundos conocimientos o de ricas reflexiones. En definitiva, modelo que proponer a esta y a las futuras generaciones, porque, desde su ámbito extenso de seguidor impecable de Cristo y fuera de ello, es una figura realmente excepcional”.
Oya subrayó, también, que “este acto de hoy hace historia en la serie de acontecimientos que vienen desarrollándose desde el día de la beatificación para honrar la figura irrepetible de Lolo, que da gloria a Linares, a la diócesis jiennense y a los periodistas y escritores de la provincia de Jaén, que repetidamente en muchos casos lo consideran como un patrón, como un abogado de la profesión periodística que el defendió con un estupendo decálogo del periodista que puede asumir cualquier profesional comprometido con la verdad”.
Igualmente, D. Juan Rubio invitó a no encorsetar al beato y a su periodismo. “Hoy quiero invitar a dejar los márgenes desembarazados en Lolo. A Lolo no podemos encorsetarlo, ni meterlo en el marco de las definiciones preñadas de ideología; ni ponerle color y bandera a quien nunca la tuvo; ni acotar sus adjetivos, ni quitarle fuerza a sus verbos. Su palabra cálida, aunque ya quebrada en los últimos años, su sonrisa abierta, su mirada penetrante, incluso en la ceguera atroz, su hambre de conocimientos, su pasión por los libros, por los sueltos de prensa, por el dial de la radio, muestran a un Lolo desembarazado de todo. Poliédrico pero con base en una vida interna llena de sentido. Lolo tenía llena la interior bodega y a ella acudió en la frialdad de las madrugadas dolorosas, de las atardecidas de cansancio y en las noches de insomnios orantes. La fuerza interna de Lolo procedía de los entresijos de su alma, porque Lolo supo ver más allá de las lindes de la playa y de los márgenes de los muros. Lolo era un hombre de sentido común y de perfil sereno, silencioso, afable”.
“Hoy, asomado a los balcones de la eternidad recorre la mirada por el aforo y mira a los ojos de cada uno de nosotros. Y a sus compañeros periodistas, los que hemos llegado desde Madrid o desde cualquier rincón, y a todos los que no están, nos dice con su voz ya viva y fuerte: «Cada día alumbrarás tu mensaje con dolor, porque la verdad es un ascua que se arranca del cielo y quema las entrañas para iluminar, pero tú cuida de llevarla dulcemente hasta el corazón de tus hermanos»”, continuaba.
Finalmente, Elsa González insistió en la ética y la calidad periodística de Lolo. “Doce libros, cientos de artículos de prensa, director y editor de revistas constituyen un gran legado de ética y de calidad periodística. Lolo desarrolló esas cualidades inherentes al buen periodismo, el de servicio al individuo y a la sociedad. Sus escritos revelan sencillez y generosidad personal. Son artículos de denuncia y de compromiso, como es preciso entender el periodismo. Y, sin embargo, destilan optimismo y esperanza porque poseen una gran carga de humanidad”.
La Presidenta de la FAPE aseguraba, además, que el diploma llega con varias décadas de retraso, aunque actualmente puede contribuir a una mayor aportación ética y moral. “Lolo hablaba de los demás en sus artículos, del analfabetismo, del salario mínimo, del déficit de escuelas… Hoy le toca a él ser protagonista. Este diploma de honor tal vez llega con cuatro décadas de retraso, pero seguramente es un momento en el que puede desplegar mayor aportación moral e intelectual al periodismo, sediento en la actualidad de referencias profesionales y cuando se hurta la sabiduría de los veteranos en la redacción. La perseverancia de D. Rafael Higueras ha propiciado este homenaje, que ha sido posible gracias al Presidente de la Asociación de la Prensa de Jaén”.
“Lolo, periodista amante de la verdad y del compromiso. Un profesional que no fue neutral. Defendió la justicia social. Hombre generoso e inteligente que dominó la palabra, que vivió el sufrimiento en su carne. Un periodista de raza”, concluía.
Tras las diversas intervenciones, fue entregado el merecido diploma de honor. El sobrino de Lolo fue el encargado de recogerlo. Así, nervioso, mostraba su agradecimiento a todas las personas y organismos que han hecho posible dicho reconocimiento público.
“La mayor ilusión de Lolo hubiera sido ser periodista. Pero, sus circunstancias, principalmente las que se derivaban de su enfermedad, se lo impidieron. Era su vocación y su máxima ilusión. Su vida no fue fácil. Y a pesar de los inconvenientes y de los problemas, que fueron muchísimos, creo que fue capaz de acreditar un ejercicio periodístico de forma continuada y contrastada, como lo atestiguan sus numerosos libros y artículos publicados. Por tanto, creo que el diploma es merecido”, aseguraba.
El homenaje culminaba, pasadas las 9 de la noche, con la actuación de la Coral Musicalma, dirigida por Gregorio Trujillo, que interpretaron cinco piezas, entre ellas el Himno a Lolo.
En el acto, que tuvo lugar a las 7 de la tarde, en el Auditorio El Pósito de Linares, intervenían Dª Elsa González, presidenta nacional de la FAPE; D. José Manuel Fernández, presidente de la Asociación de la Prensa de Jaén; D. Vicente Oya, cronista oficial de Jaén y Cambil; y D. Juan Rubio, sacerdote, periodista y director de la revista ‘Vida Nueva’.
Asimismo, asistieron D. José Gabriel Vera, director del Secretariado de Medios de Comunicación de la Conferencia Episcopal Española; D. Rafael Ortega, presidente de la Unión Católica de Periodistas; D. Rafael Higueras, postulador de la Causa de Canonización del Beato Manuel Lozano Garrido; D. Antonio Garrido, vicario de Comunicación del Obispado de Jaén; D. Manuel Jesús Casado, subdelegado de Medios de Comunicación de Jaén; D. José Rodríguez, arcipreste de Linares; y María Solano, autora de una tesis sobre Manuel Lozano Garrido.
Del mismo modo, quisieron estar presentes representantes de la corporación municipal, la Asociación ‘Amigos de Lolo’, sacerdotes, familiares y amigos del beato, así como numerosos vecinos de la ciudad linarense.
La apertura del acto corrió por parte del presidente de la Asociación de la Prensa de Jaén. D. José Manuel Fernández hizo hincapié en los valores humanos de Lolo y su periodismo social. “Hoy nos reúne aquí un periodista para el que los sucesos se manifestaban con otra escala de valores, menos anclados en el ámbito diario, pero más cercanos al hombre y a su mundo interior. Un periodista para el que el rostro de los acontecimientos siempre tuvo un alma humana como reflejo de sus hondas creencias religiosas. Las páginas del periódico construyeron de su mano un puente imaginario pero de enorme solidez entre los hombres y su espiritualidad.
“Lolo nos mostró, como ningún otro periodista antes, que es posible el compromiso moral y espiritual sin renunciar a la objetividad. Que la esperanza en un mundo mejor constituye un motivo de lucha permanente y no una apuesta interesada. Y que la confianza depositada en el individuo siempre fructifica en un bien social”.
Por su parte, D. Vicente Oya quiso destacar la figura de Manuel Lozano Garrido, proponiéndolo como modelo actual. “Lolo, periodista cristiano por vocación, evangelizador de la palabra bien construida, escritor de profundos conocimientos o de ricas reflexiones. En definitiva, modelo que proponer a esta y a las futuras generaciones, porque, desde su ámbito extenso de seguidor impecable de Cristo y fuera de ello, es una figura realmente excepcional”.
Oya subrayó, también, que “este acto de hoy hace historia en la serie de acontecimientos que vienen desarrollándose desde el día de la beatificación para honrar la figura irrepetible de Lolo, que da gloria a Linares, a la diócesis jiennense y a los periodistas y escritores de la provincia de Jaén, que repetidamente en muchos casos lo consideran como un patrón, como un abogado de la profesión periodística que el defendió con un estupendo decálogo del periodista que puede asumir cualquier profesional comprometido con la verdad”.
Igualmente, D. Juan Rubio invitó a no encorsetar al beato y a su periodismo. “Hoy quiero invitar a dejar los márgenes desembarazados en Lolo. A Lolo no podemos encorsetarlo, ni meterlo en el marco de las definiciones preñadas de ideología; ni ponerle color y bandera a quien nunca la tuvo; ni acotar sus adjetivos, ni quitarle fuerza a sus verbos. Su palabra cálida, aunque ya quebrada en los últimos años, su sonrisa abierta, su mirada penetrante, incluso en la ceguera atroz, su hambre de conocimientos, su pasión por los libros, por los sueltos de prensa, por el dial de la radio, muestran a un Lolo desembarazado de todo. Poliédrico pero con base en una vida interna llena de sentido. Lolo tenía llena la interior bodega y a ella acudió en la frialdad de las madrugadas dolorosas, de las atardecidas de cansancio y en las noches de insomnios orantes. La fuerza interna de Lolo procedía de los entresijos de su alma, porque Lolo supo ver más allá de las lindes de la playa y de los márgenes de los muros. Lolo era un hombre de sentido común y de perfil sereno, silencioso, afable”.
“Hoy, asomado a los balcones de la eternidad recorre la mirada por el aforo y mira a los ojos de cada uno de nosotros. Y a sus compañeros periodistas, los que hemos llegado desde Madrid o desde cualquier rincón, y a todos los que no están, nos dice con su voz ya viva y fuerte: «Cada día alumbrarás tu mensaje con dolor, porque la verdad es un ascua que se arranca del cielo y quema las entrañas para iluminar, pero tú cuida de llevarla dulcemente hasta el corazón de tus hermanos»”, continuaba.
Finalmente, Elsa González insistió en la ética y la calidad periodística de Lolo. “Doce libros, cientos de artículos de prensa, director y editor de revistas constituyen un gran legado de ética y de calidad periodística. Lolo desarrolló esas cualidades inherentes al buen periodismo, el de servicio al individuo y a la sociedad. Sus escritos revelan sencillez y generosidad personal. Son artículos de denuncia y de compromiso, como es preciso entender el periodismo. Y, sin embargo, destilan optimismo y esperanza porque poseen una gran carga de humanidad”.
La Presidenta de la FAPE aseguraba, además, que el diploma llega con varias décadas de retraso, aunque actualmente puede contribuir a una mayor aportación ética y moral. “Lolo hablaba de los demás en sus artículos, del analfabetismo, del salario mínimo, del déficit de escuelas… Hoy le toca a él ser protagonista. Este diploma de honor tal vez llega con cuatro décadas de retraso, pero seguramente es un momento en el que puede desplegar mayor aportación moral e intelectual al periodismo, sediento en la actualidad de referencias profesionales y cuando se hurta la sabiduría de los veteranos en la redacción. La perseverancia de D. Rafael Higueras ha propiciado este homenaje, que ha sido posible gracias al Presidente de la Asociación de la Prensa de Jaén”.
“Lolo, periodista amante de la verdad y del compromiso. Un profesional que no fue neutral. Defendió la justicia social. Hombre generoso e inteligente que dominó la palabra, que vivió el sufrimiento en su carne. Un periodista de raza”, concluía.
Tras las diversas intervenciones, fue entregado el merecido diploma de honor. El sobrino de Lolo fue el encargado de recogerlo. Así, nervioso, mostraba su agradecimiento a todas las personas y organismos que han hecho posible dicho reconocimiento público.
“La mayor ilusión de Lolo hubiera sido ser periodista. Pero, sus circunstancias, principalmente las que se derivaban de su enfermedad, se lo impidieron. Era su vocación y su máxima ilusión. Su vida no fue fácil. Y a pesar de los inconvenientes y de los problemas, que fueron muchísimos, creo que fue capaz de acreditar un ejercicio periodístico de forma continuada y contrastada, como lo atestiguan sus numerosos libros y artículos publicados. Por tanto, creo que el diploma es merecido”, aseguraba.
El homenaje culminaba, pasadas las 9 de la noche, con la actuación de la Coral Musicalma, dirigida por Gregorio Trujillo, que interpretaron cinco piezas, entre ellas el Himno a Lolo.
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