En el monasterio de la Encarnación (Madrid)
Volvió a licuarse, un año más, la sangre de San Pantaleón... algo que sucede desde el siglo XVII
Decenas de fieles se han acercado desde este jueves a la iglesia del Real Monasterio de la Encarnación para comprobar como la sangre de san Pantaleón, solificada durante todo el año, empieza a licuarse, tal y como ocurre cada año.
La sangre del relicario de san Pantaleón permanece solidificada durante todo el año y en el día de su fiesta aparece licuada. Esto ha ocurrido todos los años desde que la reliquia está en el monasterio, desde comienzos del siglo XVII.
"Cuando está solidificada tiene un color parduzco y más opaco y cuando está licuada tiene un color más rojizo. Si se inclina la ampolla toda la masa permanece compacta y no se mueve. En licuación, si se inclina la ampolla el líquido se va acomodando al recipiente que la contiene", afirma Joaquín Martín, el capellán mayor de la iglesia del Real Monasterio.
No ha habido ningún año en que haya dejado de acontecer este fenómeno. En la víspera de la fiesta, día 26, cuando se expone a la veneración en la iglesia del monasterio ya aparece en estado líquido y así permanece durante todo el día 27, ´´dies natalis´´, el día del verdadero "nacimiento" o del martirio del santo. "A partir del día 28 comienza lentamente a solidificarse, aunque algún año ha permanecido en estado líquido durante más tiempo", afirma Martín.
Es un hecho insólito que se produce sin intervención física o química alguna. La ampolla ha permanecido herméticamente cerrada desde que llegó al monasterio, procedente de la catedral del Ravello. "Ha sido examinada por médicos y especialistas hematólogos que afirman que el contenido de la ampolla parece y se comporta como la sangre humana", añade el capellán.
Los fieles viven este encuentro con emoción, como Cristina y Nélida, que han venido desde Argentina a ver las reliquias del santo. "Nos enteramos de casualidad, ya que somos de Argentina y una cosa es verlo retrasmitido y otra muy diferente verlo personalmente. Es una emoción muy grande", añadían.
Desde este jueves, en el Monasterio de la Encarnación se puede admirar la ampolla con la sangre del santo y, además, cada media hora, se dará a besar a los fieles la reliquia de uno de sus huesos, que se guarda también en el relicario del monasterio.
La sangre del relicario de san Pantaleón permanece solidificada durante todo el año y en el día de su fiesta aparece licuada. Esto ha ocurrido todos los años desde que la reliquia está en el monasterio, desde comienzos del siglo XVII.
"Cuando está solidificada tiene un color parduzco y más opaco y cuando está licuada tiene un color más rojizo. Si se inclina la ampolla toda la masa permanece compacta y no se mueve. En licuación, si se inclina la ampolla el líquido se va acomodando al recipiente que la contiene", afirma Joaquín Martín, el capellán mayor de la iglesia del Real Monasterio.
No ha habido ningún año en que haya dejado de acontecer este fenómeno. En la víspera de la fiesta, día 26, cuando se expone a la veneración en la iglesia del monasterio ya aparece en estado líquido y así permanece durante todo el día 27, ´´dies natalis´´, el día del verdadero "nacimiento" o del martirio del santo. "A partir del día 28 comienza lentamente a solidificarse, aunque algún año ha permanecido en estado líquido durante más tiempo", afirma Martín.
Es un hecho insólito que se produce sin intervención física o química alguna. La ampolla ha permanecido herméticamente cerrada desde que llegó al monasterio, procedente de la catedral del Ravello. "Ha sido examinada por médicos y especialistas hematólogos que afirman que el contenido de la ampolla parece y se comporta como la sangre humana", añade el capellán.
Los fieles viven este encuentro con emoción, como Cristina y Nélida, que han venido desde Argentina a ver las reliquias del santo. "Nos enteramos de casualidad, ya que somos de Argentina y una cosa es verlo retrasmitido y otra muy diferente verlo personalmente. Es una emoción muy grande", añadían.
Desde este jueves, en el Monasterio de la Encarnación se puede admirar la ampolla con la sangre del santo y, además, cada media hora, se dará a besar a los fieles la reliquia de uno de sus huesos, que se guarda también en el relicario del monasterio.
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