La Asociación de Abogados Cristianos recurrirá la sentencia
El caso de Leo Bassi y el rector de la Universidad de Valladolid será llevado ante el Supremo
La Audiencia Provincial de Valladolid no ve delito contra los sentimientos religiosos y pretende archivar la querella admitida a trámite por un Juzgado de Instrucción
La Audiencia Provincial de Valladolid ha hecho público el Auto firmado por los Magistrados, Feliciano Trebolle Fernández, Manuel Pizarro García y Miguel Ángel de la Torre Aparicio, que pretende el archivo de la querella admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid. Ésta acusa al actor Leo Bassi y al Rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán por delitos contra los sentimientos religiosos, injurias y calumnias.
El Auto, que sale al paso de las tesis de la defensa y de la fiscalía, aboga por eximir responsabilidad al actor vestido de Papa cuando se mofa de la enfermedad del Juan Pablo II, considerando que imitaba a “una persona de avanzada edad”.
El ponente señala que la consagración y distribución de preservativos, simulando la Sagrada Eucaristía, no es equiparable a la real porque “no se acompaña de las expresiones de la Liturgia propia”.
“Hay que ir a por ellos”
El actor, durante el espectáculo espetó en referencia a los judíos, que “hay que ir a por ellos”. El tribunal les exime de responsabilidad argumentando que en realidad se estaba parafraseando un libro.
Para finalizar el órgano judicial les elude de responsabilidad en la acusación de pederastia al conjunto de sacerdotes pues alude a que la expresión “esos curas” es una “expresión significativamente delimitadora”.
Polonia Castellanos, portavoz de la Asociación de Abogados Cristianos afirma que “recurriremos la sentencia ante instancias superiores” al considerar que “toda la argumentación está basada erróneamente al considerar que la libertad de expresión de un bufón y sus ganas de hacer gracia o anumis iocandi, como recoge el Auto, no está por encima de la Legislación vigente y los derechos de los católicos”.
El Auto, que sale al paso de las tesis de la defensa y de la fiscalía, aboga por eximir responsabilidad al actor vestido de Papa cuando se mofa de la enfermedad del Juan Pablo II, considerando que imitaba a “una persona de avanzada edad”.
El ponente señala que la consagración y distribución de preservativos, simulando la Sagrada Eucaristía, no es equiparable a la real porque “no se acompaña de las expresiones de la Liturgia propia”.
“Hay que ir a por ellos”
El actor, durante el espectáculo espetó en referencia a los judíos, que “hay que ir a por ellos”. El tribunal les exime de responsabilidad argumentando que en realidad se estaba parafraseando un libro.
Para finalizar el órgano judicial les elude de responsabilidad en la acusación de pederastia al conjunto de sacerdotes pues alude a que la expresión “esos curas” es una “expresión significativamente delimitadora”.
Polonia Castellanos, portavoz de la Asociación de Abogados Cristianos afirma que “recurriremos la sentencia ante instancias superiores” al considerar que “toda la argumentación está basada erróneamente al considerar que la libertad de expresión de un bufón y sus ganas de hacer gracia o anumis iocandi, como recoge el Auto, no está por encima de la Legislación vigente y los derechos de los católicos”.
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